Wednesday, May 28, 2008

MÁS ALLÁ DEL PAPEL
No son más de diez. Viven y estudian en Chicago, la ciudad natal de Hemingway, la misma a la que Ernest poetizó como “la ciudad del cemento triste”. Tienen entre 26 y 32 años. Se unieron para compartir su producción literaria. Aún no publicaron. Se bautizaron Barnes, en homenaje a Djuna Barnes, la autora de The book of repulsive woman(1915). Corak, la directora del grupo, me escribe un mail elogioso sobre La pipa de Hemingway y agrega que hablo poco y nada del poeta Hemingway. Tiene razón. En verdad no digo mucho porque no soy un entendido. Me aprovecho y traigo aquello de: “Escribe muy bien en verso y es el mejor estilista en prosa en todo el mundo (Ezra Pound). Sigo y apunto también aquí que Hemingway tenía por Walt Whitman una marcada admiración y que permanentemente recordaba:
“Esta es la hierba que crece en todo sitio en que la tierra existe
y el agua existe,
Este es el aire común que baña el globo”.
No mucho más de mi parte. El resto pertenece al poeta Hemingway.
¿Qué podía hacer para cambiar las cosas?
1
La noche se acerca entre suaves y somnolientas plumas
Oscureciendo el día
Acariciando el brillo perlado
Moldeado el barro
Antes de que adquiera la dureza final
Exigiendo que nos quedemos.
2
Hemos pensado los pensamientos más largos
Y elegido los caminos más cortos.
Hemos danzado ritmos endemoniados,
Temblando al regresar a casa para rezar;
Para servir a un amo en la noche,
Y a otro en el día.
3
Sé que los monjes se masturban en la noche,
Que los gatos caseros se retuercen,
Que algunas muchachas muerden;
Sin embargo
¿Qué podría hacer
Para cambiar las cosas?
4
El deseo y
Las dulces y afiladas penas
Y las superficiales heridas
Que fuiste tú,
Se han convertido en una triste oscuridad.
Viene la noche con sus rictus
A yacer conmigo
Una torpe, fría y rígida bayoneta
Sobre mi alma iluminada, palpitante.
5
El Señor es mi pastor, no
Le necesitaré demasiado tiempo.
Ernest Hemingway

Otra vez Zelda Sayre, Francis Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway. Ahora de la mano de Gilles Leroy, el francés ganador del Premio Goncourt 2007 por su novela Alabama Song. De nuevo la vieja pelea: Zelda, la esquizofrénica lesbiana, Ernest, el homofóbico y Francis el homosexual reprimido. Aperitivo y cóctel letal que el narrador, apasionado por rehabilitar a una mujer en desgracia, sirve en copas de cristal y deja que la borrachera de insultos no sea un trago peligroso:
“Y luego entró en nuestra vida aquel gordo. El escritor más puto y la gloria más en ascenso de nuestro país. Tiene una mirada que no es precisamente una mirada: es una nube de mariposas que se abalanzan ciegas, hacia la bragueta de Scott. No, no estoy loca. No invento nada”
Nada nuevo, nada original…todo literatura.

Recibo el mail de Miguel Suarez y lo comparto:
Son como pájaros los escritores: poderosamente asombrosos, sin importarle color, tamaño, época o edad.
Siempre están; vuelan y marchan; ríen y lloran. Cubiertos del mismo halo misterioso ¿ ha de ser el amor a la libertad?
No somos esos seres ideales. A veces creemos tener la suerte del mago y jugamos con la fantasía, pero lamentablemente, ningún truco es posible ante el público lector, porque tarde o temprano nos descubren.

Valeria encabeza su mail con una de las buenas frases de Hemingway: “El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera”. Tiene necesidad de decirme que ha perdido a su padre y que durante la prolongada enfermedad que soportó el hombre, leyó Adiós a las armas, el libro que su progenitor tenía sobre su mesa de noche. También me cuenta que vio las dos versiones fílmicas, la de 1932 con Gary Cooper y Hellen Hayes y la de 1957 con Rock Hudson y Jennifer Jones. No sabe si llegó a Hemingway por esta circunstancia dolorosa. No logra entender que mecanismo la condujo a tomar en sus manos un libro, a leerlo, a volverlo a la mesa de noche y a no tocarlo hasta el día de la muerte de su padre. No quiere averiguar si Adiós a las armas era la obra literaria favorita de su papá. Me pide disculpas. Me dice que en el buscador de su computadora tecleó Hemingway y apareció La pipa de Hemingway. El resto es superfluo, inmune, inútil.

Saturday, May 24, 2008

PARRILLA “LA PULGA BEODA”
“A ver cómo me explican esto: El genocida de Bush, quien reconoció públicamente haberse equivocado con los datos sobre los armamentos nucleares y que envió a la guerra a cientos de soldados en su mayoría latinos, ahora les regala celulares a los gusanos de Miami para que estos imbéciles se los manden a los cubanos de la isla así los tontos puedan alcahuetear lo que pasa con el nuevo gobierno de Raúl Castro. Ya sé que los morochos no pueden comprar los celulares, pero algo de dignidad tienen. Yo le diría a Bush, metete el celular en el culo que nosotros seguimos mejor así.¡¡ Ya les dije!! Los yonis inventaron el aparatito, los japoneses lo mejoraron y todos los pelotudos lo compraron ¿Saben cuántos teléfonos móviles hay en Argentina?¡¡60 millones!! Hay más aparatos que habitantes”, vocifera Rosendo Castillo.”¡¡ Usted no conoce una mierda de la tecnología!!”, le grita Aurelio García. “Los celulares, como dice Umberto Eco, sirven para tener controlada a la mitad del planeta mientras la otra mitad hace negocios. Pero no se puede negar que estos juguetitos nos cambiaron la vida. A mí la cantidad de celulares no me preocupa, lo que me inquieta es como se escribe en lo MSN y que la gente no lea. Por la Feria del Libro pasaron un millón y medio de personas. Si la mitad hubiera comprado un libro y, además, lo leyera…¿se imagina?”, analiza Aurelio García. El resto del grupo que sigue atento la discusión, acaba de comer su especial de chorizo a la pumarola y aguarda la parrillada espectacular que será servida en esta fonda mugrienta de Avenida Cruz y San Pedrito, recomendada por Romeo Matarazzi. Habíamos tenido una tarde movida, agitada, compartiendo la desgracia de Antonio. El mosquito Barrientos, al que nunca lo vi preocupado por nada, cortó el momento: “Al flaco no lo mejoró ni la visita de Raúl Porchetto. Yo no sabía que Antonio había tocado junto a Willy Iturri y Pablo Guyot en Metegol. El reo está para el festival de despedida”. “No sea mierdoso”, le dice Matarazzi, “el doctor Sierra desde un principio nos había adelantado que esto sería largo”. “Es verdad-afirma Sierra-las posibilidades de Antonio dependen de su voluntad. El suyo es un organismo castigado, cargado de alcohol y droga y no será fácil el equilibrio”. En la conversación se mete Eneas Federici que por primera se integra a los encuentros: “Le quiero decir a Rosendo que participo de su argumento y me parece oportuno agregar que acabo de leer un libro muy interesante escrito por la filóloga francesa Bárbara Cassin, titulado Googléame. La segunda misión de los Estados Unidos, donde explica las prácticas del poder oculto detrás del proyecto de organizar la información por medio del fenómeno del buscador. Muchachos, antes la lucha y la persecución era ideológica, racial y religiosa, ahora el imperio viene con el globish”. “Me gusta lo suyo-marca Castillo-, pero todo se detiene porque llegan las bandejas faraónicas con tiras de asado, vacío, riñones, mollejas, chinchulines y pechito de cerdo. Aprovecho y le digo a Matarazzi que el libro de Hemingway sale igual. Es imposible que Antonio supere su malestar en el corto plazo y frenar La pipa de Hemingway no tiene sentido. Calculo que para la primera quincena de junio estará listo y ya me tendré que poner en campaña para la presentación. Sería bueno que todos estuvieran pero la realidad, hoy por hoy, es esta. ¡¡ Mosquito, alcánzame esa tira de asado y la mollejita !!.

Tuesday, May 20, 2008

EL DIBUJO ANIMADO DE EL VIEJO SANTIAGO
Día negro. Para olvidarlo. ¡Socorro! ¡Help! Despierto con la bocina del teléfono ladrándome al oído como si se tratara de un perro enfurecido al lado de mi cama. Atiendo. Es Pierette, sensiblemente preocupado porque Victoria y Tessie no regresaron por la noche del departamento donde está encarcelada Daniela. Me dice que los celulares de ambas están cerrados y que el teléfono de línea tiene agotada la casilla de mensajes. Le pregunto por René. Me responde que su padre viajó a Panamá y ya debe estar volando a La Habana para arreglar la internación de Daniela. Se confiesa inquieto porque el pequeño Oliver busca a su madre y en cualquier momento revienta en llanto. Recién advierto que son las 7.17. Me propone pasar a buscarme y juntos marchar hasta el departamento de Plaza San Martín. No puedo negarme. Me visto de apuro y preparo un café. Llega en un instante. Salgo, subo al auto y Oliver desde su sillón me mira, parece decirme: “tranquilo abuelo, este cagón no las conoce”. Estaciona. Al ingresar nos demora el encargado para preguntarnos dónde vamos.“Bien…¿el hijo de René?...bueno”. Quinto G. Llamamos. Nos atiende Simoneta con un rostro que lo dice todo: “Acaban de irse, Daniela tuvo un ataque neurológico y tiene paralizado el brazo derecho. Está sedada”. Regresamos. Siento culpa por no haberle dicho que me quedaba a acompañarla. Pierette, ya más tranquilo, me invita a subir a su departamento. No hay reproches. Tessie nos relata que repentinamente Daniela comenzó a temblar y quería levantarse. No podían controlarla. Victoria me muestra su brazo con dos moretones de los golpes que recibió. Simoneta la abofeteó dos veces y logró suavizar la ira. Cuando llegó el médico le aplicó una inyección y al poco rato se quedó dormida. Ya son las 10.30. Saludo y me retiro. Vuelvo a la calma de mi hogar. Al menos eso creo. Otra vez suena mi teléfono. Dudo en atender, pero si fuera por otra urgencia, no me lo perdonaría. Es René desde la pileta del hotel en Panamá: “Dígame, sabe algo sobre Daniela y su madre, estoy llamando pero nadie me contesta”. Le explico. Me responde que en 3 horas viaja a La Habana para ultimar detalles. Le sugiero que suspenda la partida. Me responde que me habla más tarde. 12.45. Ahora es mi celular. Es Candela Votto, mi amiga uruguaya/española, fotógrafa y diseñadora gráfica. “Tío…¿Te acuerdas del dibujo animado de El viejo y el mar, hecho por Alexander Petrov en un estudio canadiense en el año 1999…coño está en
www.anchiano.blogspot.com , versión completa, en el posteo del 31 de marzo de 2008. José… dile a la coleccionista que no te lo dejó ver en Cuba que nadie es dueño de nada en la blogósfera”. Me meto en la bitácora y allí estaba esperándome Santiago y su pez gigante. Volver a verlo ha sido un placer. Compartir con ustedes este dato una necesidad. Se los recomiendo. Suena en teléfono de línea. No atiendo. Todavía estoy con Hemingway.

Thursday, May 15, 2008

MATADEROS ROCK SOCIAL CLUB
La casita está ubicada en Emilio Mitre y Murguiondo, a pocas cuadras del Hospital Santojanni donde estuvo internado el rockero Antonio durante 10 días. Como el músico es un indigente y no tiene ninguna cobertura médica que lo proteja, su hija Lucy lo depositó en el dispensario gracias a un enlace realizado por el doctor Sierra con el director del nosocomio. Ahora el motorista está al cuidado de una enfermera jubilada llamada Zulema en esta casa que pertenece a la hermana de Rosendo Castillo. Antonio ocupa una habitación con baño privado en el fondo del terreno, lugar que alguna vez fue depósito y que con marcadas pretensiones lo utilizó el servicio doméstico. Es un cuarto sencillo, frío, húmedo y poco ventilado. Resulta imposible reunir allí a toda la pandilla de socialistas. Sin embargo, para no perder la costumbre y mantener la tradición, con respetable esfuerzo todos los miércoles nadie falta al social club. Ya han pasado por la cueva el legendario Jonny Tedesco, ese rubión de jopo abultado y canto tembloroso que en los años 60 desmayaba a las niñas rebeldes. Más de alguno lo recordará por sus pulóveres estridentes. Otro personaje: Nicky Jones, invento hawaiano que vestía camisas con palmeras y frutas tropicales. Lalo Fransen, ese de “media medalla” y Moris, el amigo Moris que le cantó Ayer nomás: “Ayer nomás, en el colegio me enseñaron/ que este país es grande y tiene libertad/ Hoy desperté y vi mi cama y vi mi cuarto/ En este mes no tuve mucho que comer/ Ayer nomás mis familiares me decían/ que hay que tener dinero para ser feliz/ Hoy desperté y vi mi cama y vi mi cuarto/ ya todo es gris y sin sentido, la gente vive sin creer”. Hugo Fattorusso y el flaco Spinetta dejaron saludos. Litto Nebbia y Willie Quiroga dieron presente por teléfono. Nos preguntamos, cómo Antonio a lo largo de su vida logró mantener estas amistades. Ahora que las papas queman y el hombre está padeciendo el síndrome del cautiverio, sólo tiene la posibilidad de reunir al cónclave de paranoicos de esos viejos socios de La Rosa Peregrina de Almagro que no lo dejaron tirado como a un perro. Aurelio García para conformarlo le hizo grabar a su nieto el programa de Capussotto. Sin estar invitados se sumaron al grupo, Nicolino Roche, ese músico que debido a su adicción escribe canciones con letras ansiolíticas. Quiste Sebáceo, una especie de Marilyn Manson rioplatense y Bombita Rodríguez, un cantante exonerado del rock de los sesenta. Todo este sainete en medio de la escenografía barrial y con la ayuda estomacal de unos churros comprados por el mosquito Barrientos en la panadería La espiga de oro son un paliativo, porque el deprimido Antonio difícilmente vuelva a subirse a una Harley Davidson.
Romeo Matarazzi que por el momento descartó la posibilidad de reunirse en la peluquería, en “Tío Pascualito” y en el Club Valencia, me hace una seña para hablarme a solas. Salimos a la calle. Son las 8 de la noche. Por Emilio Castro no camina nadie. Me pregunta: ¿Con este panorama usted va a presentar su libro sobre Hemingway?¿Le parece Romeo que postergue el lanzamiento mundial, que pare toda la cartelería publicitaria, que no le pague a los críticos, que suspenda la pauta en la revista Eñe y adnCultura, que diga que me amenazaron o que robaron la edición unos piratas del asfalto?¡No me joda Gatti, no sabemos si este tipo vuelve a caminar, si pueda mear parado, si no necesita que lo sentemos para cagar! Si lo presenta va a cometer una gran boludez, es más: fracasará, porque no va estar la barra de tomadores de cerveza y consumidores de sanguches. Este es un tema serio, un tema para tratar en comisión…los libros son libros, los amigos son otra cosa. Déjeme evaluarlo Matarazzi,como buen pelotudo este animal se vino a dar el palo justo cuando yo tenía que lanzar el libro y para colmo la otra parece una tarada mirando las valijas. Déjeme pensarlo Romeo, la literatura no se detiene, la creación no se demora y Hemingway no espera.

Tuesday, May 13, 2008

TRUFAS Y MALETAS ROJAS
Simoneta, la madre de Daniela, es una “trufanarice”, algo así como una olfateadora de trufas, una profesión delicada y rentable limitada a muy pocos especialistas. Las trufas se cosechan desde mediados de noviembre hasta fines de marzo, pero recién llegan a la madurez total a principios de enero. A pesar de que las mejores vienen de Francia, también hay trufas negras en Italia (Umbría, Spoleto y Norcia), España, la antigua Yugoslavia y Bulgaria. Simoneta me cuenta con regocijo como trabaja: “Me arrodillo junto al tronco del roble. Apoyo con placer mis manos sobre la tierra removida. Ya estoy en cuatro patas. El jadeo de la respiración de mi perro me indica que está cerca el tesoro. Acerco mi nariz al suelo húmedo y olfateo. Aparto la tierra con cuidado y ahí aparece un nudo del tamaño de una nuez. Hago un hueco en mi mano y la coloco, el aroma a almizcle y a laurel es inconfundible. Mi perra Setter también olfatea esa esponja con fragancia de amoníaco. Tengo la trufa, el manjar preferido de Balzac”. No la interrumpo. Simoneta se emociona cuando relata su experiencia. Daniela la mira deleitosa porque con seguridad recuerda alguna experiencia que compartió con ella sumado al placer del tesoro desenterrado. René aprovecha para decir que en Périgord todos son de pico fino, “hasta los campesinos son privilegiados. Fritan los bulbos enteros con papines y nadie les puede hacer entender que ese puñado de trufas vale 600 dólares. ¿Usted no probó el paté de trufas?- me dispara- Hemingway se hacía preparar el pato que comía en el invierno con las láminas de trufas que se colocaban bajo la piel del ave venticuatro horas antes de hornearlo. Previamente comía un feteado del bulbo que había sido calentado en caldo de gallina y jerez seco. Una vez retiradas las delgadas porciones se las colocaba sobre pan caliente y se les agregaba virutas de manteca negra…le queda claro”.
Tessie llega con tazas de té verde saborizado con bergamota y pone a disposición el tiramisu de frutas. Todo este festival de gastronomía verbal y patisserie doméstica es para aliviar la convalecencia de Daniela que no puede moverse de la cama y a la que le espera un tratamiento de recuperación posiblemente en Cuba, donde la reeducarán para volver a caminar. Su hermano Tomás dejó bien en claro que se hará cargo de todo el peregrinaje. Pero aún está lejano ese momento. Por ahora nadie se atreve a decirle que su vida será distinta. Ella no se anima a preguntar nada. No quiere saber sobre su futuro. Dice no recordar como fue el accidente. Nunca volvió a hablar de Antonio. Solamente quiere que las puertas del placard del dormitorio queden abiertas para ver sus maletas rojas. Aquellas valijas que no volverán a correr aventuras. Esas mismas valijas que alguna vez abandonaron mi departamento para rodar por París y luego volvieron como arrepentidas al antiguo nido.

Wednesday, May 07, 2008

ENTRE LA FERIA DEL LIBRO Y LAS CORNADAS A HEMINGWAY
Había decidido no ir mas a la Feria del Libro después de una molesta experiencia que tuve que pasar hace dos años. Uno a veces se aventura y se sobrepone a los inconvenientes con facilidad, pero en otras ocasiones, le cuesta moverse porque reedita los malos tragos. A través del tiempo, eso de mezclarme con una multitud confundida que trata de robar algún autógrafo a un escritor, me irrita. A muchos de mis amigos les pasa lo mismo. La Feria es una fiesta, pero hay momentos en que uno debe dar un paso al costado para no vivir la experiencia de ser empujado, pisoteado y calificado de idiota por un público que solamente una vez al año tiene un libro en la mano. Sin embargo y a pesar de las molestias, no quise perder la oportunidad de escuchar a Juan Villoro. De sus conceptos rescato varias cosas: “Soy un cronista al que le gusta ver lo que queda de las cosas”. “El prejuicio que veía al escritor como artista y al periodista como artesano resulta obsoleto. Una crónica lograda es literatura bajo presión”. “Las crónicas de pesca de Ernest Hemingway están a la altura de sus mejores cuentos”. Bueno, aquí me paro. Estos caramelos surtidos fuera de la caramelara tienen un grato sabor. Es que Villoro muestra claro su oficio y no anda con tanto maquillaje y cremas antiarrugas. Debería decir que hablamos el mismo lenguaje o por lo menos que tratamos de redondear una idea acerca de la literatura mas cercana a una labor comprometida con la vida cotidiana.
Hace unos días me escribía un periodista español para contarme que fue invitado a la presentación del libro Luis Miguel Dominguín. El numero uno de Andrés Amorós. El autor decía que los toreros de ahora nada tienen en común con aquellos legendarios matadores. Como yo no soy muy conocedor, inmediatamente le mande unas líneas a Andrés Arenas Gomez y, claro esta, me respondió con aquella vieja disputa entre Dominguín y Ordóñez y, de paso, me recordó esa crónica aparecida en el Chicago Tribune, el 28 de julio de 1924. "Mac Donald Ogden y Ernest Hemingway, escritores norteamericanos, resultaron heridos por un toro en la plaza de Pamplona, adonde habían acudido con motivo de las fiestas locales Mr. Stewart acabo con dos costillas rotas y Mr. Hemingway sufrió magulladuras. Ambos pudieron salir del trance con vida. En Pamplona se considera un hecho de gran hombría el ser corneado por un toro embolado. Stewart y Hemingway participaron de la fiesta en primer día con todo éxito, y al día siguiente, Stewart fue volteado. El accidente ocurrió tras afirmar que era capaz de saltar sobre el lomo del toro, lanzándole humo a los ojos y después abatirle. Uno de los toreros le ofreció a Stewart una capa que no pudo rechazar, y durante los pases el toro arremetió contra Stewart, levantándole con los cuernos, zarandeándole, volteándole y tratando luego de cornearlo. Hemingway se lanzo al rescate de su amigo y fue también atacado pero se salvo de una muerte segura gracias al embolado de los cuernos”.
A partir de este hecho Ernest se familiariza con las corridas y con el tiempo nacerán sus escritos que llenarían las buenas paginas de sus libros.
Perdón por irme por las ramas pero todo esta relacionado. Las crónicas de pesca, las costillas rotas, Dominguin y Ordóñez, la Feria del Libro, la gente que me pisa los talones y Juan Villoro: un excelente cuentero.

Friday, May 02, 2008



BARBARA PREGUNTA POR HEMINGWAY

Avand-garde se identifica. Bárbara -a secas- tiene 24 años, vive en Polanco, uno de los barrios más exclusivos del DF de la ciudad de México, es la hija de un comerciante libanés dedicado a los negocios inmobiliarios y trabaja en Solea, el restorán del Hotel W de la cadena Starwood. Me pide disculpas: “Yo solo quería ayudarte. Tu blog se parece a un libro. A mí empezó a gustarme más tu historia personal que la vida de Hemingway. Poco a poco fui imaginando como eran tus compañeros y las mujeres que te rodeaban. Pero debe ser porque a cada rato aparece Hemingway que me metí en una boutique de libros y pedí una obra suya. Me vendieron “París era una fiesta”. Lo estoy leyendo aunque mucho no me atrapa”.
A Bárbara la sumo al grupo de seguidores, a la casilla de contactos, al club de los sinceros. Me pasa lo mismo con el Vasquito que me mandó un texto hermoso. Tampoco quiero olvidarme de Mike que me exige más posteos, de Rezzia, una bibliotecaria de Bologna que siempre me dice: “Caro giornalista e scrittore”.
Sin proponerlo se va armando una red, el tejido humano, el tapiz vivencial. Y aunque no le agrade la nombro a Candela Votto que está cansada de invitarme a España, a Boddy Modigan que me insiste en hacer una selección de autores que hablan sobre Hemingway, a Fernando Melillo, un cubano que vive en Panamá pero sueña en volver a su tierra.
Todos van dejando sus mensajes y muchas veces mis respuestas no llegan a tiempo.
Vuelvo a Bárbara (Avand-garde) porque su comentario sobre que le agrada más el mundo cotidiano de autor que la memoria del escritor norteamericano, me preocupa. Eso debe ser porque uno se pone a contar historias poco creíbles que son las cosas que le pasan a todo el mundo. Momentos reales, sin vueltas, sin pensamientos laterales, sin sospecha. Y con todo esto me zambullo en una pileta que me permite descubrir que a Hemingway lo estoy humanizando. Aprovecho y lo siento a la mesa de los socialistas, lo hago charlar con los franceses de Puerto Madero, lo llevo a las reuniones sin estar invitado, pero también, por esa misma ficción ustedes descubren que soy un farsante, un tipo poco serio, un maleducado y un traidor. Me bautizo vago, juntapalabras, narrador y vagabundo. Nada de hombre de letras, ni escritor, ni periodista, ni intelectual, ni académico. Un ser humano, uno más entre ustedes.
Bárbara no sabe si Hemingway es Premio Nobel, si escribió novelas, si era periodista, me pregunta cómo debe ser un escritor y yo le contesto con un poema de Charles Bukowsky, ese viejo contrabandista que conocía de la vida como pocos.

COMO SER UN GRAN ESCRITOR

Tienes que cogerte a muchas mujeres,
bellas mujeres,
y escribir unos pocos poemas de amor decentes
y no te preocupes por la edad
y los nuevos talentos.
Sólo toma más cerveza, más y más cerveza.
Anda al hipódromo por lo menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
Aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un buen perdedor.
Y no olvides tu Brahms,
tu Bach y tu
cerveza.
No te exijas.
Duerme hasta el mediodía.
Evita las tarjetas de crédito
o pagar cualquier cosa en término.
Acuérdate de que no hay un pedazo de culo
en este mundo que valga más de 50 dólares
(en 1977).
Y si tienes capacidad de amar
ámate a ti mismo primero
pero siempre sé consciente de la posibilidad de
la total derrota ya sea por buenas o malas razones.
Un sabor temprano de la muerte no es necesariamente
una mala cosa.
Quédate afuera de las iglesias y los bares y los museos
y como las arañas, sé paciente,
el tiempo es la cruz de todos.
Más el exilio
la derrota
la traición toda esa basura.
Quédate con la cerveza,
la cerveza es continua sangre.
Una amante continúa.
Agarra una buena máquina de escribir
y mientras los pasos van y vienen
más allá de tu ventana dale duro a esa cosa,
dale duro.
Haz de eso una pelea de peso pesado.
Haz como el toro en la primera embestida
Y recuerda a los perros viejos, que pelearon tan bien:
Hemingway, Celine, Dostoievski, Hamsun.
Si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas
como te está pasando a ti ahora,
sin mujeres
sin comida
sin esperanza...
entonces no estás listo
toma más cerveza.
Hay tiempo.
Y si no hay,
está bien igual.