Friday, December 20, 2019

LA MENOR DE LAS BELLAS





La bisnieta de Ernest Hemingway creció en el rancho familiar, en Idaho, y, ya de bastante pequeña, acompañaba a su madre, Mariel, a los sets de rodaje. Pronto supo que lo suyo era actuar, aunque, con 5 años, se decantó por el ballet y, hasta los 20, danzó con devoción. Luego probó suerte como modelo y como intérprete, dos profesiones que ha ido alternando con otras facetas, como la de diseñadora de moda..., y con alguna que otra época de rebeldía de la que ahora se ríe cuando le preguntan.

Su tía, Margaux Hemingway, fue la primera modelo en cobrar un millón de dólares como rostro de un perfume.

"Para mí, es un icono y una de las mujeres que más me han inspirado. Era verdaderamente interesante, los que la trataban aseguran que desprendía luminosidad y glamour por todos sus poros. Y eso chocaba con su forma de expresarse: ¡parecía una camionera! Muy de nuestro Idaho natal... Me encantaba ese contraste; derrochaba naturalidad, decía lo que pensaba, a veces, sin medir sus palabras. Era sociable y le gustaba crear imágenes.

Yo empecé bailando en Nueva York, Washington... Sigo practicándolo como hobby. Lo dejé por elección propia: no deseaba centrar mi vida en la danza. Prefería explorar otras opciones y plantearme retos.

Cuando abandoné el baile, me apunté a clases de interpretación. Para actuar, debes conocerte y haber tenido bastantes vivencias. Aprendí un montón sobre mí misma como modelo, aunque mi pasión está delante de la cámara.
Mi apellido, al inicio, me abrió puertas, pero te diría que fui yo quien más se presionó con el tema. Siempre he querido que la gente vea en mí a Dree y no a una Hemingway."

Como "un marimacho con una pizca de feminidad". Así se presenta Dree. Y es que después de nueve años en la industria, la otrora rubia decidió renovar su look, cortar su pelo y estrenar una calvicie rebelde, con el fin de eliminar sus inseguridades. "Mi pelo era mi mantita de seguridad, pero también mi aspecto más femenino. Se había llevado todo mi lado masculino y me había vuelto delicada. (Ahora) Ya no me comparo con las otras chicas, algo que solía hacer un montón. Me ha hecho darme cuenta de cómo trataba a mi cuerpo, porque ahora ya no me puedo esconder detrás de un peinado", explicó a comienzos de septiembre, después de desfilar para Sies Marjan, en París.

Pese a ello, el estilo de Dree siempre ha sido diferente (y, en ocasiones, hasta excéntrico). Y es que su misma trayectoria ha sido una verdadera caja de sorpresas. La maniquí -bisnieta de Hemingway y primogénita del documentalista Stephen Crisman- se introdujo en la industria del entretenimiento desde su primera infancia. "Crecí en los sets de las películas de mi madre. Desde temprana edad supe que actuar era lo que quería hacer", comentó en 2009 al Daily Mail.

No obstante, su carrera no comenzó ante las cámaras, empezó con el ballet. Una disciplina que desarrolló entre los cinco y los 20 años y que incluso la llevó a dejar su casa en California para entrenar en Washington con Suzanne Farrell, la mejor 'ballerina' de Norteamérica. Aun así, jamás dejó de interesarse por una potencial carrera en las páginas sociales.

Sin embargo, su primer gran paso en el mundo del modelaje fue cuando, en 2009, posó desnuda para V Magazine y declaró que no estaba interesada en su bisabuelo. En lo absoluto. "(Sus libros) son un poco depresivos. Y puede que prefiera a su amigo F. Scott Fitzgerald", afirmó. A pesar de lo anterior, nunca ha negado que ha sido su ADN, el que le ha entregado oportunidades en el universo del cine.

Fue en 2001 cuando Hemingway comenzó a realizar pequeños papeles en películas independientes. Pero en 2012, logró dar el gran salto y protagonizó la cinta Starlet, donde interpretó a una joven actriz porno que divide su tiempo entre la industria erótica y el fumar marihuana como hobby. Dos instancias sobre las que Dree tiene fuertes posturas.






"Chicas, (mis recomendaciones son) pasadlo bien, liadla, coquetead. [...] Aunque yo nunca tuve la necesidad de ser una chica rebelde. Mis padres siempre fueron del tipo 'si quieres beber, bebes y si quieres fumar hierba, la fumas'", declaró en 2014 a The Cut. Asimismo, no tuvo problemas para aproximarse al mundo del porno... en pos de realizar un mejor trabajo actoral. Esa es precisamente una de las razones por las que Playboy le ofreció ser la playmate, en 2016. Aunque Dree no fue cualquier conejita, sino que la primera modelo que posa "tapada" para la portada de la revista.

De la misma forma, Hemingway no tuvo miedo a desvestirse para las páginas interiores. Todo en afán de demostrar que poco le importan las opiniones ajenas. "(No dejo que mi legado me defina), mi apellido no es más que una anécdota en mi carrera. No dice nada sobre mí", afirmó entonces. Pero en cada una de las entrevistas suele repetir que "jamás intentaría escribir nada" porque "sería ridículo" y se avergonzaría de sí misma. "Si lanzara un libro, cada crítico me destrozaría", dijo a The Hollywood Reporter, hace cinco años.

A pesar de ello, la crítica ha sido muy generosa con cada uno de sus trabajos actorales. De hecho, en 2012, The New York Times alabó su actuación en Starlet y este año, Indiewire aseguró que su última película A Relationship -estrenada esta semana- "se encuentra sobre el promedio". Es por eso que Hemingway no se detiene. Cuenta con dos proyectos hasta 2019 y, según sus redes sociales, no existe motivo para sentar cabeza cuando se trata de desarrollar sus talentos.



Friday, November 29, 2019

EL RITZ ERA UNA FIESTA


En una leyenda se convirtió la supuesta liberación del bar del hotel Ritz en París por parte del Nobel de Literatura Ernest Hemingway, en 1944.




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CLAUDE CASTERAN Y ALAIN JEAN-ROBERT

Con su personalidad arrolladora y su desenvoltura, Ernest Hemingway (1899-1961) alardeaba de haber liberado el bar del hotel Ritz de París el 25 de agosto de 1944, pero esta supuesta hazaña es más una leyenda que una realidad histórica.
Sin embargo, hay algo —además de su aversión por los nazis— que no se puede cuestionar del premio Nobel de Literatura de 1954, y es su apego por este gran hotel en el que se hospedó a menudo antes de la guerra. "Cuando sueño con la vida después de la muerte, la acción siempre transcurre en el Ritz", dijo en una ocasión.

Hemingway participó en el desembarco de Normandía con el 22º regimiento de infantería de la IV División estadounidense. Como corresponsal de guerra para la revista Collier‘s, siguió en junio y julio de 1945 a las tropas estadounidenses que avanzaban hacia París apoyando a la 2ª División blindada francesa.

El escritor no dudaba de nada, menos aún de sí mismo. Un resistente recuerda que a mediados de agosto cerca de la capital "sólo hablaba de esto: ser el primer estadounidense en París y liberar el Ritz".

Logró, por su nombre y con el respaldo del estado mayor del Tercer ejército (dirigido por el general Patton), una entrevista con el general Leclerc, comandante de la 2ª División blindada. Quería pedirle hombres para ir de inmediato a París a liberar el bar de su hotel favorito.

El general lo recibió con mucha frialdad y el escritor expresó durante mucho tiempo su extrañeza por este rechazo.

El 25 de agosto, vestido con el uniforme de corresponsal, con su fusil ametralladora y acompañado de un grupo de resistentes, llegó en jeep a la plaza Vendôme, donde está situado el Ritz.





Irrumpió en el establecimiento y anunció que venía a "liberar personalmente" al Ritz y su bar, requisado en junio de 1940 por los nazis y frecuentado ocasionalmente por algunos de sus dignatarios más notorios, como Hermann Goering o Joseph Goebbels.

El director del hotel, Claude Auzello, acudió a su encuentro. Hemingway le dijo: ¿Dónde están los alemanes? Vengo a liberar el Ritz". "Señor, se marcharon hace mucho tiempo. Y no lo puedo dejar entrar con un arma", le respondió Auzello.
Hemingway fue a dejarla en el jeep antes de regresar al bar, donde dejó una cuenta pendiente histórica de ¡51 Dry Martini!

Texto inédito

El año pasado, la revista literaria estadounidense The Strand publicó un cuento inédito del escritor, "A Room on the Garden Side" (Una habitación en el jardín), que relata la liberación de París vista desde una habitación del Ritz.

En este relato, escrito en 1956, el narrador, un autor estadounidense llamado Robert (y apodado "Papa" como Hemingway) comparte su estancia con algunos compañeros de armas. Deben abandonar París al día siguiente. Entre tanto, beben champagne, citan a Baudelaire y hablan "del sucio oficio de la guerra".

La debilidad de Hemingway por el Ritz también aparece en Fiesta (1926).
En cambio, el escritor no lo menciona para nada en los artículos sobre la liberación de París que escribió para Collier‘s Magazine y que están incluidos en el libro Enviado especial (1967).

La relación especial entre Hemingway y París se confirmó después de los atentados de noviembre de 2015, cuando el ayuntamiento de la capital francesa incitó a los parisinos a reapropiarse de los lugares de ocio con el lema "París era una fiesta", título del relato autobiográfico del escritor estadounidense. El libro, publicado en 1964, se agotó rápidamente en Francia.

El bar del Ritz lleva su nombre desde 1994. En el mostrador hay una escultura de bronce que representa al autor de El viejo y el mar. Éste, que por aquel entonces no tenía un céntimo, descubrió el Ritz a finales de los años 1920 gracias a otro escritor compatriota adinerado, Francis Scott Fitzgerald, antes de conocer el éxito con Fiesta y Adiós a las armas.



El fundador del lujoso hotel, César Ritz, quería que los grandes de este mundo se sintieran como en casa. El establecimiento, conocido por ser el primero que puso un cuarto de baño en cada habitación, abrió sus puertas en 1889 en un palacete que da sobre una de las plazas más bellas de la capital.


Saturday, October 26, 2019

CALAMARO JUNTO A HEMINGWAY



Andrés Calamaro es un aventurero, un amigo de los marginales, un tahúr con modales burgueses y un señor en cuestión de códigos secretos. Su camino siempre se junta con otro donde los malvivientes son personas de buen vivir y  saben sentarse a la mesa con la copa en alto y la sonrisa de triunfador. Calamaro es un músico que trajo la poesía al pentagrama, no admite comparaciones, tampoco las necesita. Su cercanía a la figura de Hemingway no es extraña. Andrés es hijo de Eduardo Calamaro, un poeta enorme no lo suficientemente valorado. Desde niño, conoció y leyó a los autores más importantes del siglo XX. Con Hemingway tuvo una química especial, a él lo une la mística por los toros y esa vida a los saltos que el norteamericano se encargó de hacer pública al extremo. 





Hace unas semanas me crucé con él en la cochera del Hotel Provincial de Mar del Plata, horas antes de su recital. Con enorme placer le regalé mi novela El muertito de Hemingway. Cambiamos  unas pocas palabras porque su representante lo apuraba. El registro fotográfico lo dice todo. Andrés me agradeció y yo hice lo mismo. Por la noche disfruté su música y reconozco que ciertos temas me emocionaron.
Hemingway había hecho su trabajo silencioso. Solo espero que en sus madrugadas de desvelo la novela lo acompañe.

EL MUERTITO DE HEMINGWAY 
pedilo a josemariagatt1@gmail.com

Saturday, September 28, 2019

HOTCHNER Y HEMINGWAY


Amigo de Hemingway cumple promesa hecha hace 60 años
Ante el desprecio del autor de El viejo y el mar por las adaptaciones de su obra, A.E. Hotchner adoptó la misión de montar una obra que enorgulleciera a su amigo.

AP
Westport

Cuando la adaptación cinematográfica de El viejo y el mar se estrenó en 1958, Ernest Hemingway por casualidad se encontraba en Nueva York    viendo la Serie Mundial de beísbol e invitó a su buen amigo A.E. Hotchner a ver la película con él.
     
                       

"Unos 12 o 13 minutos después de que nos sentamos, se volteó hacia mí y me dijo, '¿listo para irnos?'", contó Hotchner en una entrevista reciente en su casa en Connecticut.

El autor y dramaturgo de 101 años recuerda que salieron y que, mientras caminaban por la acera, Hemingway despotricó todo el tiempo que Spencer Tracy no fue para nada apropiado para el papel protagónico, que parecía un actor gordo y rico tratando de hacer de pescador.

"Dijo: 'uno escribe un libro que realmente le gusta y entonces ellos le hacen algo así, y es como orinar en la cerveza de tu padre'", narró Hotchner. (Hemingway se expresó con esta frase particular sobre un puñado de adaptaciones de su trabajo que le parecieron detestables, según Hotchner.)

Horas después, sentados en el restaurante Toots Shor's —un lugar frecuentado por Joe DiMaggio, Jackie Gleason y Marilyn Monroe— Hemingway exhortó a Hotchner a hacer algún día su propia adaptación. Hotchner le prometió que lo intentaría.
Más de 60 años después, Hotchner cumplió su palabra. Su versión teatral de El viejo y el mar se estrenó en el teatro Pittsburgh Playhouse de la Universidad de Point Park, recientemente renovado.

"No fue sino hasta que yo mismo me hice viejo que realmente llegué a una versión que podría transportarse más allá del libro", expresó.



​Hotchner debe ser el candidato perfecto para llevar la novela a las tablas: pescó con Hemingway en Cuba, fue a ver corridas de toros con él en España, cazó con él en Idaho y escribió la exitosa biografía de 1966 Papa Hemingway.

También ayudó a editar el clásico de toreo de Hemingway El verano peligroso. A menudo fungió como su agente y llevó varias de sus historias a la televisión, incluyendo Las nieves del KilimanjaroLos asesinos y El luchador, que lo llevó a conocer a Paul Newman. (Ambos fueron mejores amigos y vecinos y crearon juntos la compañía de alimentos Newman's Own, pero esa es otra historia).´

"De alguna manera esa promesa que le hice me atormentaba, porque él murió poco después de eso. Por años pensé en El viejo y el mar, pero en mi cabeza nunca podía pensar cómo abordar este libro tan personal, porque el viejo en realidad es el propio Hemingway, que realmente es una obra literaria —dijo—. ¿Cómo le das vida a eso en el escenario?"

Intentó adaptarla, quizá, unas 10 veces en los últimos años, comenzando borradores sólo para desecharlos, hasta este último esfuerzo.




El fantasma de Hemingway

Para ayudarlo a moldear el proyecto, buscó la colaboración de su hijo Tim Hotchner para que le ayudara a transformar su borrador en la obra,
"He vivido con el fantasma de Hemingway toda mi vida y había algo muy profundo en esta historia, aun cuando es muy simple", dijo Tim Hotchner, un documentalista y escritor de 47 años. "Y al ver a tu padre de 101 años ir detrás de su pez espada, y con suerte volver con mejores resultados, hay muchos temas que realmente resuenan".

Tim Hotchner también vio el proyecto como una manera de reexaminar la obra con un lente moderno: mirar lo que significa ser un hombre en el mundo y mirar el entorno.

Para hacer El viejo y el mar accesible al teatro, los Hotchner crearon un caleidoscopio del relato y escarbaron en el texto en busca de un nuevo enfoque. El chico tiene un papel más grande, y el propio Hemingway es un personaje, al igual que un chelista que evoca los estados de ánimo a lo largo de la obra.

La producción es única en el sentido de que los estudiantes de Point Park  trabajaron en la obra junto a profesionales en todos los aspectos, de diseño de escenografía a venta de boletos. Es algo que Stana ve como un momento circular: jóvenes ayudando a darle vida a la obra de un dramaturgo centenario.

La puesta completa se montó en seis meses, en colaboración con RWS Entertainment Group, con sede en Nueva York.



A sus 101 años, A.E. Hotchner se mantiene despierto, chistoso y notablemente activo. Durante una entrevista de cuatro horas en su casa, necesitó apenas un receso de 10 minutos para beber un vaso de agua. El año pasado, su novela sobre detectives en la era de la Depresión The Amazing Adventures of Aaron Broom fue publicada y aún escribe a diario. Su rutina: desayuna, escribe, almuerza, escribe, ve las noticias de la noche, cena, se toma un gin-tonic y quizás ve una película.

En cuanto a El viejo y el mar, le satisfice finalmente haber cumplido la promesa que le hizo a su amigo hace más de medio siglo, y está contento con el resultado.

"Esta es una versión de la que Hemingway nunca se habría retirado", aseguró.

EL LIBRO EL MUERTITO DE HEMINGWAY YA ALCANZÓ SU SEGUNDA EDICIÓN. LO PUEDES SOLICITAR AL CORREO josemariagatti1@gmail.com



Monday, September 02, 2019

TOUR LITERARIO


Después de agotar la primera edición, sale a la venta la segunda entrega de El muertito de Hemingway. El ciclo de presentaciones se inicia en Rosario, en la Biblioteca Popular Alfonsina Storni, continua en el Festival Córdoba Mata de la ciudad cordobesa, sigue en La Feria del Libro de La Matanza  y se detiene en Mar del Plata.  Los espero para compartir una amable charla y firmar los ejemplares de mi obra. 

Monday, August 05, 2019

PREMIO DE LITERATURA ERNEST HEMINGWAY








Se abrió la convocatoria a una nueva entrega del Premio de Literatura en Español Ernest M. Hemingway.

La fecha de inicio para la recepción de las postulaciones es el 15 de agosto de 2019 y la fecha tope para la entrega culminará a las 11.59 P.M. del 15 de octubre.

Los premios son otorgados por el Movimiento Literario e Histórico Internacional Ernest M. Hemingway (MLHIEH).




De acuerdo a sus bases este premio será entregado de forma anual, o, de forma excepcional, a escritores que hayan tenido una fructífera labor literaria en cualquier parte del mundo. El mismo consistirá en la emisión de un diploma y trofeo, alegórico a este movimiento y al célebre escritor.

Toda institución, organización, academia, e intelectuales independientes, podrán solicitar o sugerir el premio para aquellos escritores cuya obra haya sobresalido en el ámbito nacional e internacional.
Ningún escritor puede autopostularse. En el caso de ser propuesto algún miembro del MLHIEH no podrá formar parte del jurado.

Una vez concluído el período de recepción de postulaciones  se hará una previa selección para conformar las Nominaciones; y un jurado, compuesto por escritores laureados a nivel internacional o intelectuales calificados, decidirán el ganador del mencionado premio y visto bueno de la directiva del MLH.

Las obras deberán enviarse por correo electrónico  a movimientoernesthemingway@gmail.com



La entrega se realizará en alguna fecha alegórica al célebre escritor norteamericano Ernest M. Hemingway, siempre que las circunstancias lo permitan.

Está a disposición EL MUERTITO DE HEMINGWAY, la novela bio-histórica policial que no podés dejar de leerla. Pedila a josemariagatti1@gmail.com



Friday, July 05, 2019

EL LIBRO DE CABO BLANCO


PRESENTACIÓN “EL MUERTITO DE HEMINGWAY”




A José María Gatti lo conozco desde hace casi 8 años.
El 26 de octubre del año 2010, cuando de un modo bastante irresponsable yo trataba de ingresaba al mundo de las letras presentando una antología de cuentos que había titulado Guerra Interna, entre el público había un señor al que yo no conocía.
Y eso realmente era llamativo, ya que siendo yo un muy poco promisorio proyecto de escritor, todos los que estaban allí eran, por lo menos, mis amigos.
Ese señor era José María Gatti.
Nunca supe cómo se había enterado y tampoco se lo pregunté, pero supongo que como en el prólogo de la obra que yo presentaba, Mario Mactas había citado a Hemingway, eso lo habrá atraído.
Obviamente, una vez que nos presentamos apelé a Google y descubrí que era un psicólogo social, periodista e investigador, que trabajaba justamente acá, en la Biblioteca Nacional, y que sabía muchísimo de Hemingway.
Creo que en ese momento nació una muy linda relación de afecto y de respeto, que personalmente me ha enriquecido mucho y que perdura hasta el día de hoy.
En aquella época José María era más bien ensayista y cuentista.
Se había destacado por “Hola Hemingway. Una mirada centenaria”.
Por “Ladrón de desalmados”, que en el año 2004 fue elogiosamente prologado por Vicente Battista y logró varios premios por sus diferentes relatos.
Por “La pipa de Hemingway”, una recopilación del blog que lleva ese mismo nombre y que hasta el día de hoy sigue siendo el lugar en el que uno puede encontrar lo más selecto e interesante de la magia, las obsesiones, los grades éxitos y los brutales fracasos de “Pápa”, como le decían al autor de “El viejo y el mar”.



El Gatti novelista llegaría más tarde.
Y con foco en lo policial, ya que lentamente se fue enamorando del género de la novela negra.
En el año 2012 muy generosamente me dio a leer el borrador de “Víctimas Inocentes”, que salió al año siguiente, y en el año 2015 volvió a pedirme opinión sobre una nueva obra que estaba publicando: “Carne en flor”.
Fuera de las consideraciones particulares de aquellas obras, su lectura me produjo una enorme alegría.
Porque sin duda alguna y sin que lo supiéramos, Gatti era mejor novelista que cuentista o ensayista, lo cual es mucho decir, pero esa virtud había estado latente sin que pudiéramos disfrutarla.
La llegada de Gatti al mundo de la novela y en particular de la novela negra fue una muy buena noticia.
“El muertito de Hemingway”, ahora sí, que es lo que nos convoca, es una obra para jugar en las ligas mayores.
Por una razón bastante simple.
Las grandes novelas, los grandes libros, más allá de cualquier debate académico, son exclusivamente aquellos que le permiten al lector perderse en el mundo imaginario que le propone el autor y ser parte de la historia.
Y eso logra esta obra de Gatti.
No quiero excederme en su descripción porque creo fervientemente que tienen que leerla.




Lo que sí puedo decirles que se trata sencillamente de una gran historia que involucra a la CIA, a la mafia, al clan Kennedy y a Cuba.
Una historia cuya parte más importante transcurre en ese Perú que enamoró a Hemingway.
En la que juega un papel más que relevante la famosa Miss Texas, esa embarcación icónica en la que Gatti creo que se ha tomado unos cuantos mojitos.
Una historia en la que el disparador es el proyecto de la Warner Bros de llevar al cine “El viejo y el mar”, la novela por la que Pápa se llevó el Premio Pullitzer en el año 1953 y el Premio Nobel de Literatura en 1954.
Y en la que por supuesto hay un “muertito” alrededor del cual Gatti construye una historia atrapante.
Como los buenos vinos, se trata de una novela debe encararse a solas, en el lugar apropiado, sin prisa y sabiendo que está uno iniciando un viaje fantástico que sólo los buenos escritores nos pueden regalar.
Dicho esto, hay dos cosas que me parecen relevantes y en las que, aprovechando esta invitación que me han hecho, sí quiero poner algún énfasis.
La primera es el estilo.
José María escribe como los que saben escribir.
Maneja el relato, los cambios de persona, las descripciones, los diálogos, con absoluta solvencia.
No hay en este libro esos baches técnicos que a veces hacen que uno no tenga otra alternativa que prestarle más atención al texto que a la historia.
En “El muertito de Hemingway” la técnica es el medio para que la historia fluya.
No hay nada que juegue en contra.
Y no sobra nada.
No es el clásico novelista latinoamericano que adorna casi hasta el infinito un texto que además nunca baja de las 400 páginas.
Claramente no es ése el estilo de Gatti.
Lo suyo es otra cosa.




Por eso es que logra esto que técnicamente es más bien una “nouvelle”, una novela corta, de 127 páginas.
Se ve en su manera de escribir la esencia del periodista.
Él está sin duda más en la línea de Raymond Chandler o de Ross MacDonald, dos genios de la novela negra, que sabían contar en 120, 150 o 180 páginas, historias de esas que se leen de un tirón.
Incluso en la línea de Hemingway.
¿Por qué no?
Un autor que no andaba con vueltas.
Que era al pan pan y al vino vino.
Quedé muy impresionado cuando miré esta mañana el número de páginas de “El muertito de Hemingway”.
Son 127.
 “El viejo y el mar” tiene 127 páginas…
La segunda cosa en la quiero poner énfasis es en la historia.
Gatti tuvo la osadía de hacer una novela nada menos que sobre Hemingway.
¡Si Hemingway se hubiese enterado, no tengo dudas de que se hubiese reído mucho de semejante audacia y que con su inconfundible vozarrón hubiese dicho “ese tío sí que es muy macho!”
Pero él lo hace porque tiene con Hemingway una cercanía que pocos han logrado tener.
Estamos hablando de una de las personas que más sabe de Hemingway.
Pero no sólo del escritor, sino también y fundamentalmente del ser humano.
De la persona.
De sus desmesuras, como bien dice Mercedes Rosende en el prólogo.
De su tiempo y del contexto.
Lo entiende como nadie.
José María Gatti y Ernest Miller Hemingway son, en cierto modo, compinches que nunca se han cruzado pero que tienen entre sí un lazo que le permite a Gatti escribir una obra como esta.
José María tiene los recursos para escribir sobre Hemingway que posiblemente sólo han tenido en otros tiempos personas tan cercanas a Pápa como Gertrude Stein o Francis Scott Fitzgerald.
Y hay que decirlo, aprovecha muy bien esa cercanía.
Este no es una novela escrita por alguien que investigó sobre el tema y construyó una historia en base a los datos surgidos de la investigación.
Se trata más bien de un protagonista cercano, que nos cuenta, de un modo íntimo, una historia conmovedora, que se siente absolutamente real y de la que uno se hace parte desde la primera página.
Les confieso algo.




¡Cuando empecé el borrador de la novela, me metí en Internet para averiguar sobre Efraín Castillo!
Había un viejo jugador de fútbol colombiano, un periodista y hasta un especialista en logística egresado del MIT.
Pero ningún chico que hubiese sido arrojado de la Miss Texas en Cabo Blanco, ni nada parecido.
Quedé fascinado.
Porque cuando una historia te genera semejante duda y te hace investigar sobre lo que estás leyendo, es que está muy bien hecha.
Pero termino acá.
De nuevo, no dejen de leer el libro
Yo te agradezco enormemente José María por haberme invitado a participar de la presentación de tu libro.
Me hace sentir parte de una gran obra como es esta, a la que le auguro un gran éxito.
Hoy, que es el día en que oficialmente nace “El muertito de Hemingway”, déjame decirte que estoy más orgulloso que nunca de ser tu amigo.
JUAN CARLOS LYNCH






Friday, June 07, 2019

EL MUERTITO DE HEMINGWAY





Del 20 al 23 de junio, se desarrollará el XVII Coloquio Internacional Ernest Hemingway, en La Habana. Mi novela El muertito de Hemingway, recientemente publicada, estará representando a Argentina en ese evento. Los ejemplares disponibles para consulta y venta, llegarán gracias al esfuerzo de María Inés Gavila, Ada Rosa Alfonso y Arturo Sánchez Artchi. Gracias a todos.