Tuesday, February 05, 2013

EL MAYORDOMO DE HEMINGWAY




En el mes de junio de 2007 tuve oportunidad de compartir un hermoso encuentro con  René Villarreal y su hijo Raúl en Finca Vigía. Recuerdo que ese hombre que participó de muchos momentos en la vida de Ernest Hemingway, me habló con una sencillez abrumadora. Tiempo después me relacioné con Allie Baker, una investigadora que desde su blog The Hemingway Project nos regala variados testimonios sobre el norteamericano. Hace muy poco, Allie entrevistó a René y su hijo, con motivo del libro Hemingway’s Cuban Son / Reflections on the writer by his longtime majordomo. Lo que sigue es parte de ese reportaje que transcribimos gracias a la enorme disposición de Allie.



Historias de Cuba: Entrevista a René Villarreal


Me complace compartir con ustedes las historias de René Villarreal y sus recuerdos sobre la vida con Ernest Hemingway en Cuba. René comenzó a trabajar para Hemingway en Finca Vigía, en las afueras de La Habana, en 1946, y se quedó hasta que Ernest y Mary se trasladaran a Ketchum, Idaho, quince años después. Cuando René se unió al personal del hogar de Hemingway, apenas tenía diecisiete años. Durante esos años, René finalmente asumió una mayor responsabilidad en el funcionamiento de la finca, su propia vida la fusionó con la vida del día a día de los Hemingway. No era de extrañar, René pasó a formar parte de la familia. Muchos de los cuentos que amorosamente René relata en sus memorias, están reflejadas en Son cubano de Hemingway, que fue publicado en 2009 por Kent State University Press.  René relataba sus memorias e historias a su hijo Raúl y este fue quien escribió el libro de su padre.

En la siguiente entrevista, René y Raúl volvieron a estar juntos para responder a mis preguntas sobre la vida de René y la vida de Hemingway en Cuba.  René tiene ahora 84 años y, aunque su estado de salud es a veces frágil, el recuerdo de aquellos años resulta impecable. Me siento honrada de tener a René y Raúl aquí para compartir más historias de sus años notables como la “mano derecha” de Hemingway.

Allie Allie





Raúl, hijo de René, escribe sobre el proceso de la entrevista:

Por cerca de un mes mi padre ha estado en un centro de rehabilitación física. Hace 30 días sufrió un pequeño accidente cerebrovascular, que no comprometió su memoria, pero le dejó muy débil. Con 84 años de edad, mi padre tiene un corazón muy débil y los riñones dañados. Sufre de insuficiencia cardíaca congestiva, la diabetes ha provocado la pérdida de la vista de un ojo y casi no se ve del otro. Sin embargo, con su espíritu intrépido e incansable, su cara se ilumina cuando habla de su amistad con Papa . Una oleada de energía lo supera y una sonrisa juvenil aparece. Es para mí un placer verlo reaccionar de esta manera y ser feliz.

Las preguntas que figuran a continuación fueron contestadas por mi padre durante varias sesiones. Yo lo visitaba los fines de semana en Union City, Nueva Jersey, a unos 30 minutos de donde yo vivo. Él todavía me proporciona más material de Hemingway y obtiene también una gran alegría con la firma de libros, a pesar de su falta de visión. Como le prometí, me aseguraré de compartir sus historias y escribirlas así como me sea posible. Al igual que en  Son cubano de Hemingway, la traducción de estas preguntas no son literales. También intenté, lo mejor que pude, encontrar su voz nueva. Tengo que llegar a ese estado mental otra vez con el fin de completar lo que está por venir.  Gracias Allie, y a todos ustedes por estar interesados ​​en su historia.  Gracias por hacer a un anciano feliz y gracias por hacerme sentir orgulloso de mi padre.
Raúl Villarreal 

AB: En el principio de su libro, usted menciona que el primer manuscrito de Son cubano de Hemingway se perdió en Cuba junto con otras cosas que había salvado de sus años de trabajo con Hemingway ¿Alguna vez fue capaz de recuperar parte de los recuerdos, cartas, fotos y otros elementos que quedaron en Cuba?

RaV: El manuscrito que se perdió fue un relato de vida de mi padre con Papa. El trabajo tenía como título Mis Memorias con Papa Hemingway. Fue un libro de testimonios e incluyó gran cantidad de información, que finalmente tuve que recordar para la redacción de Son cubano de Hemingway. También hubo una gran suma de material editado en el libro para que la historia fluya, así que todavía hay sobrante de historias no publicadas de esos años. Tuve oportunidad de recuperar cuidadosamente una serie de fotografías que fueron esparcidas en mi familia y amigos.  Una vez que se enteraron de la historia del manuscrito perdido o robado y de las fotografías, me ofrecieron voluntariamente sus fotografías, que las había dado mi padre a lo largo de los años.  Las fotografías familiares quedaron en manos de nuestros parientes y las otras fueron recuperadas y devueltas a los Estados Unidos desde Cuba. El resto son de la colección de la familia Villarreal, de los cuales yo soy el único propietario y administrador.
En 1972, tuve la oportunidad de llevar desde Cuba a España un ligero suéter de cachemira de color verde oliva, que Mary le había dado  a mi padre después de la muerte de Papa y también el gorro negro que Papa Hemingway usó durante el safari africano de 1953-54. Yo soy también el cuidador de esos artículos. Sin embargo, el elemento más importante que se perdió fue la última carta de Papa a mi padre, que la revista Life fotografió con mi padre sosteniéndola. Él no les permitió fotografiar su contenido y yo me aprendí el texto de memoria para publicado en el libro.




AB: ¿Qué crees que ha pasado con el material que falta?

ReV: Sinceramente, no lo sé. Tal vez se lo confiaron a un amigo y la tentación de vender los artículos fue mayor.  Tenía muchas ganas de encontrar una respuesta directa, pero nunca se la recibió. Si alguno de estos materiales aparece, entonces sabremos la historia completa y podamos hacer la  reclamación de ellos.

AB: Su libro de memorias de Cuba muestra un amable y generoso lado de Hemingway - la crianza de los niños, los animales, sus jardines y el árbol de ceiba - ¿a qué atribuye usted esta inclinación?  ¿Era su edad, él que estaba más calmo, fue la ausencia de competencia estadounidense, o la influencia de la filosofía cubana?

ReV: A menudo nos hemos hecho estas preguntas en las entrevistas, porque el retrato de Hemingway en nuestro libro es diferente que en otras biografías. Y uno de mis momentos más felices fue después de la publicación del libro,  cuando recibimos una hermosa nota de cariño de Valerie Hemingway, que nos dio las gracias por haber escrito sobre Papa. Yo siempre estuve feliz en la casa de Finca Vigía, mi paraíso cubano. Pasé muchos años allí con mi familia y vecinos. Tuvo una vida donde pude trabajar en paz y sin distracciones. Lo veía a Papa nadar en su piscina, y disfrutar con sus amigos. La finca era un lugar donde los amigos de todo el mundo venían a visitarlo.  Creo que Cuba representaba para Hemingway una fusión de España y África, dos lugares que amaba The Spanish Earth . Es evidente en El Viejo y el mar, Hemingway vio y admiró el espíritu noble del pueblo cubano, al igual que lo había visto en España cuando escribió Tierra Española. Hemingway era una persona amable y respetaba a sus empleados y le encantaba el pueblo de Cuba, pero también era un hombre que prefería su vida privada y si eso era cruzado, entonces era cuando el otro Hemingway salía. Papa tenía un temperamento mercurial, pero una vez más calmo, por lo general,  sentía remordimiento.  Vi su temperamento un par de veces con un aprendiz de electricista que cortó una rama de un árbol y también con Frankie Steindhart, el vecino, pero nunca con el personal de la finca. Papá había sido muy tolerante, incluso con la pereza  de Pajé Justo, el mayordomo, (o cabeza del hogar), que estaba allí antes que yo.


AB:  ¿Puede hablar más acerca de la relación de Hemingway con Finca Vigía? Tengo la sensación de que a pesar de que le encantaba viajar, tenía en ese lugar un mundo distinto.  

ReV: A menudo he dicho que Papa amaba la Finca Vigía, su paraíso cubano.  Papa disfrutaba de la tranquilidad de la propiedad, con los aromas variados de las plantas y flores que fluían por toda la casa, desde la mañana hasta la noche, dependiendo de la dirección de la brisa constante.  Él tenía sus queridos gatos y perros, sus amigos (que lo visitaban los miércoles), el personal y los vecinos de la Finca.  Papá había llegado a querer a su "antigua casa de campo" y la ceiba que amenazaba al techo con sus ramas inmensas.  Papa gozaba con la  rutina de su escritura, su nado en la piscina, siestas, y la capacidad de escribir y leer en paz, tomando una buena copa de vino.  La Finca Vigía fue de hecho su paraíso cubano.

AB: Un biógrafo habla que costaba mucho dinero  mantener la finca al mes ¿Cómo era eso de la cantidad de dinero que se gastaba?

ReV: Yo creo que el biógrafo tiene razón.  No había personal permanente en la finca, como yo, un jardinero, carpintero y las camareras uno o dos.  Luego hubo una gran cantidad de personas de mantenimiento de la "vieja" casa.  Aunque creo que la gran parte de los gastos fueron acomodados por  las bodegas de La Habana Vieja, que suministró el licor y comida: Casa Gallareta y Castillo del Morro. Había vino, champagne, ginebra, vodka, whisky y cerveza almacenados en el sótano.  Había ciertas carnes y jamones, junto con otros bienes que fueron importados de los Estados Unidos o Europa.  Hubo un tiempo cuando Papa compró una gran cantidad de vino francés a su buen amigo y ex boxeador Evelio Mustelier, alias Kid Tunero, que había importando el vino a Cuba, como un medio para obtener su dinero fuera de Francia. Hemingway había recomendado también a algunos de sus amigos ricos que lo ayudaran al legendario boxeador retirado, así que para cuando llegó la nave de carga a los muelles de La Habana, el vino de Mustelier fue vendido rápidamente y sólo tenía que ser distribuido. Papa Hemingway fue el responsable de la buena suerte de Kid Tunero.

AB: ¿Cree usted que la tradición cubana de "gran memoria y la narración artística" afectó la escritura de Hemingway? , ¿de qué manera?


ReV: Yo creo que Papa tenía sus propias habilidades narrativas y una capacidad increíble para recordar conversaciones, palabra por palabra, así como cualquier cosa que leía. Cuando Papa no estaba escribiendo, estaba leyendo libros, periódicos y revistas de temática muy diversa. En algún momento había alrededor de 9.000 libros en la Finca, y algunos eran preciosos primeras ediciones de obras clásicas de la literatura. Recogía el correo de la finca por la mañana y por la tarde,  por lo general, había un libro o una revista en el correo del día. Juan, el chofer también traía varios periódicos de La Habana todos los días. Estaban los periódicos ingleses y españoles, como el New York Times, un periódico de Florida y El País de Cuba.








AB: A menudo se dice que Hemingway era un oyente muy bueno.  Debe haber tenido la oportunidad de escuchar historias sobre política, historia, tradiciones locales y la leyenda en Cuba. ¿Qué tipo de historias locales le interesaban a Hemingway?


ReV: Hemingway estaba interesado en todo lo que llegaba a su oído. Recuerdo claramente cuando Pichilo, el jardinero, comenzó a criar gallos de pelea en la década de 1940. Hemingway se interesó en aprender todos los aspectos de la crianza y preparación de los animales. Papa  escuchaba muy atentamente cuando Pichilo explicaba cómo se hacían las cosas y por qué se hacían de esa manera.  Entonces Papa le hacía a un par de preguntas después de tomar cuidadosamente toda la información que le daba Pichilo.  Nunca he visto a un individuo tan dispuesto a la hora de escuchar.  Papa tenía un carácter muy inquisitivo y curioso.  No creo que Papa haya escrito acerca de las peleas de gallos en Cuba, pero estoy seguro de que tenía material en la cabeza para hacerlo.



AB: La descripción de los hábitos de trabajo de Hemingway es fascinante ¿ cree que fue una rutina establecida antes de llegar a Cuba o la desarrolló allí?


ReV: Yo no sé acerca de su rutina de trabajo anterior, pero su rutina en la finca se mantuvo más o menos igual para los años que estuve de mayordomo. La única vez que me di cuenta de una rutina diferente fue cuando A.E. Hotchner llegó a la finca para ayudarlo. Esa fue la primera vez que ví a Papa necesitando ayuda de alguien con su trabajo. Durante ese tiempo, Papa estaba nervioso, agitado y muy preocupado.  Él no era el mismo como en otros momentos.


AB: El retrato de Mary es muy cariñoso. Ella aparece como un acompañante sumamente creativa – diseña los muebles, la coordinación de los menús, el arreglo de los jardines, le programa la "dieta" que Hemingway tenía que cumplir. ¿Me puede hablar de Mary?


ReV: Yo creo que la señora Mary era la mujer de Hemingway necesitaba a su alrededor. Ella entró en su vida en el momento adecuado. Ella pasó por un montón de momentos difíciles con Papa. Ella sabía cómo proteger su privacidad y asegurar su futuro.  Créeme, no fue fácil para ella, pero cuando estaba bien Papa, era realmente bueno. Se preocupaban por los demás  y sabía todo lo que a Papa le gustaba y le enfurecía. Miss Mary tomó el papel del mando en la finca en serio. Ella quería que la vida se desarrollara sin problemas y que todo pasara con tranquilidad y que el confort no se vea afectado.Desde su llegada a Cuba en 1945, ella fue muy amable con mi familia y con el resto del personal.


AB:¿Tuvo Mary amistades que eran independientes de Hemingway?  ¿Cómo se llevaba con las mujeres cubanas?


ReV:  A su llegada a Cuba, la señora Mary hizo amistad con una costurera en el pueblo y con su profesor de español. Miss Mary no sabía español  al principio, así que era difícil comunicarse con alguien del puebloElla trató de suavizar y mantener la paz entre Frankie Steindhart y Hemingway. Miss Mary solía aceptar sus invitaciones a alguna fiesta, sólo para ser una buena vecina. Si la señora Mary tenía amigos en Cuba, era porque estaban de un modo u otro conectados con Papa.


AB: ¿Cuál es la colección de la familia Villarreal?


ReV: La colección de la familia Villarreal, reunida poco a poco y con mucho esfuerzo, se compone de numerosas fotografías de Hemingway en la finca, unas hojas de contacto de la African Safari y fotos de Hemingway en la finca después de enterarse de que había ganado el Premio Nobel. Hay también un par de fotografías de sus días en Cayo Hueso, e incluso una impresión negativa de Bimini. También hay algunas postales con Mary y la firma de Papa, y las viejas fotografías familiares de los Villarreal, mis hermanos y hermanas en el pueblo y en la Finca. La colección nunca ha viajado y le he dado el control total a Raúl. Él es libre de decidir qué hacer con las fotografías, postales y las prendas de vestir.  Él tiene el control total de todo lo relacionado con el libro. Esa ha sido mi regalo para él a cambio de conseguir mi historia se publicara.  Siempre tengo que recordarme a mí mismo que él es un artista visual y no un escritor, pero escribió el libro y se lo publicó.  ¿Quién mejor que Raúl, que conoce las historias por dentro y por fuera, para contar esta historia? Cuando era niño siempre estaba contando cuentos fantásticos y la creación de su arte. Él está muy comprometido con sus proyectos, así que sé que todo está en buenas manos.



 
AB: Cuéntame sobre el proceso de escritura de su libro.


ReV: El proyecto del libro al principio fue difícil. Acababa de perder a Rodolfo, mi segundo hijo. Raúl intentó sacarme de mi depresión con el proyecto del libro y funcionó. Él trabajó conmigo cada fin de semana mientras compartíamos los cigarros cubanos y bebíamos vino español. Durante horas escuchaba mis historias, tomaba notas y grababa las conversaciones. También me inspiró a escribir mis recuerdos. Raúl tiene más de 700 páginas que escribí con lápiz y papel. Puede leer mi letra y seguir mi proceso de pensamiento.  Sin embargo, fue totalmente idea de Raúl dar un formato al libro y al estilo de la prosa. Para conseguir el material adecuado para su publicación tenía que encontrar mi voz.  Sé que trabajó realmente duro en ello y, finalmente, lo consiguió. Entonces teníamos que hallar al editor. Nos encontramos con Joanna Craig Hildebrand, en Ronda, España y creyó en el proyecto desde el principio, al igual que nuestro agente literario María Yost.  Al día de hoy todavía le estoy proporcionando más material de Hemingway, así que tal vez aparezca otro libro o una serie de anécdotas que pueden publicarse en un futuro próximo.


AB:¿Su libro está disponible en Cuba?  ¿Cuál ha sido la respuesta?


ReV: El libro ha llegado a Cuba y al personal de la Finca Vigía le encanto. Nuestro sueño es, finalmente, publicar en español y tenerlo disponible en España y América Latina, y especialmente en Cuba.


AB: René, su vida estuvo entrelazada con algunas personas muy influyentes durante los años que estuvieron en la Finca: Gary Cooper, Ava Gardner, Fidel Castro, y Rocky Marciano, por nombrar algunos. ¿Cómo vivió esa experiencia siendo tan joven?


ReV: Ahora miro atrás y me doy cuenta de lo afortunado que ha sido mi vida. He trabajado para Ernest Hemingway que se reunía con personalidades de todo el mundo. Fui a las peleas de gallos en La Habana con Gary Cooper y Hemingway, que hasta el día de hoy siempre ha sido el invitado favorito en la Finca. Él era muy amable, el hombre más sencillo que he conocido. No se comportaba en absoluto como una estrella de cine. Él era una persona real y buen ser humano. También fue muy generoso. Conocí a su hija, María, hace algunos años en el desván de Raúl y le dije lo mucho que yo consideraba a su padre. María tiene muchas de las cualidades de su padre.


AB: ¿Cuál es tu favorito en la biografía de Hemingway?


ReV: Yo tuve la oportunidad de leer, porque está en español, a J. L Castillo Puche, a quien conocí. En cambio, Norberto Fuentes, que odiaba a Papa, escribió un libro lleno de mentiras I really hated Hemingway en Cuba by Noberto Fuentes. Hay tantas mentiras y cuentas inexactas que es vergonzoso. Para mí no era más que una aventura oportunista de Fuentes.

AB: Usted no escribió sobre la muerte de Pauline en octubre de 1951. Debe haber sido un momento muy difícil para Hemingway, se puede hablar de ese momento en la vida de Hemingway?


ReV: Después de la muerte de Pauline hay una grieta enorme entre Papa y Gigi. Cada uno se culpó mutuamente por la muerte de Pauline. No recuerdo los detalles exactos, pero sí recuerdo que fue el comienzo de su pugna constante, hasta el punto de que Papa le prohibió a Gigi visitar la Finca. Recuerdo que mediados de 1950 Gigi se presentó en la finca con su corbata envuelta alrededor de su cintura y un cepillo de dientes en el bolsillo delantero de la chaqueta.  Hemingway estaba en USA. y cuando llamó, le dije que Gigi estaba allí. Papá me dijo que lo despida, pero sabía que yo no iba a hacer eso y luego me pidió que Gigi estuviera lejos del buen licor. Algunos de los All-Stars de Gigi ex compañeros fueron a visitarlo a la Finca. Después de un par de días Papa mandó el dinero suficiente para que Gigi pudiera volver a Estados Unidos.


AB: ¿Qué tipo de cosas  Mary tuvo que quemar antes de salir de Cuba?


ReV: Miss Mary me hizo quemar la rueda de barriles de papeles, cartas y fotografías.  No tengo ni idea del contenido de las letras o el otro papeleo, pero había varios barriles de ruedas llenas de papeles quemados.


AB: ¿Has leído los libros de Hemingway? 


ReV: Sí, tuve la oportunidad de leer las obras de Papa, cuando era joven. He leído mi obra favorita de Papa, El viejo y el mar en Bohemia, una revista cubana que publicó la novela. Se convirtió en mi obra favorita y lo sigue siendo hasta nuestros días.






AB: ¿Cuál es tu mejor recuerdo de sus años con Hemingway?


ReV: Hay tantos. Imagínese veinte años. Realmente aprecio los primeros años cuando era un niño y jugando al béisbol y al boxeo con Papa. Si tuviera que decidirme por algún momento elegiría esos primeros años.


AB: ¿Se hablaba el español con Hemingway en la finca o el personal debía aprender Inglés?


ReV: Papa hablaba en español con el personal de la Finca. Una vez tuvimos camareras de Jamaica, las hermanas Richards que hablaban en inglés, pero en su mayor parte, aún Miss Mary, aprendió español. Al principio, cuando llegó en 1945, trató de hablarle mucho a mi hermana pequeña, ella tenía muchas ganas de enseñarle el idioma. 





AB: ¿Cuál fue la dieta de Hemingway en Cuba? ¿Comía platos cubanos?  ¿Cuál era su menú del día?


ReV: El desayuno de Hemingway consistía en un vaso de jugo de toronja, una tetera con agua caliente suficiente para dos porciones de té negro (sin azúcar), dos huevos fritos o huevos duros, dos rebanadas de pan tostado y tres tiras de tocino.  Uno de los huevos y las dos tiras de tocino  se servían en un tazón de Boise, su gato favorito. El almuerzo consistía en un sándwich de mantequilla de maní y cebolla, acompañado con un chianti. Dependiendo de lo que era para el almuerzo, Papa y la señora Mary tomaban un Rioja, rosado francés o vino blanco.  Cuando Ramón Wong trabajó como cocinero en la finca, los Hemingway disfrutaron de su cocina china para el almuerzo y la cena. A Hemingway le gustaba mucho la comida china que Ramón le preparaba con camarones.  El pescado era servido a menudo, porque siempre había algo en el congelador de los viajes de pesca. Muchas veces había sopa de tortuga o carne que se servía. Miss Mary estaba muy orgullosa de su jardín y los vegetales que se cosechaban. En el  jardín se cosechaban las cebollas dulces blancos utilizadas en los sándwiches de mantequilla de maní.


AB: ¿Podría Hemingway haber mediado entre Cuba y los EE.UU. si hubiera vivido más tiempo?


ReV: No creo que dado el clima político de la época hubiera sido posible ni prudente. De cualquier manera su salud estaba delicada y creo que él habría tenido que tomar una decisión muy dura al alejarse de Cuba.


AB: ¿Si pudieras hacerle cualquier pregunta o pedido a Hemingway ahora que ya es un adulto mayor, qué le solicitaría?


ReV: Esa es una pregunta interesante. Yo tal vez le haría la misma pregunta que me pediste. ¿Cuál fue su momento favorito en Cuba? 


AB: En los meses previos a la donación de la Finca ¿qué elementos se perdieron?


ReV: El elemento más importante que yo recuerdo haber perdido fue una obra de arte de George Braque. La obra de arte estaba guardada y envuelta en papel de estraza y se mantenía en un cajón en el estudio de Papa. Sólo de vez en cuando se visualiza en la parte superior de una de las estanterías del estudio. Al día de hoy, no sé qué pasó con esa obra de arte. Si mi memoria no me falla, la obra de arte tiene que ver con las corridas de toros y no era una pintura. No sé qué era exactamente, porque como ya he dicho antes que no se mostraba a menudo, así que sólo lo vi un par de veces.


AB: ¿Cuál es el estado de la casa y el museo ahora?  ¿Cómo ve el futuro de la finca?


ReV: La última vez que estuve en Cuba fue en 2007 para un coloquio sobre  Hemingway, Raúl también viajó con Fanny, mi esposa y yo. Ha habido un montón de reparaciones y los esfuerzos para mantener adecuadamente los libros y papeles y fotografías.  La Fundación Finca Vigía de Boston fue la responsable de la recaudación de fondos para esta tarea significativa. La fundación se merece un reconocimiento por su esfuerzo y contribución maravillosa a mantener vivo el legado de Hemingway en Cuba.  Durante ese viaje, en 2007, mi habitación en el sótano de la Finca Vigía fue inaugurada como parte del Museo. Yo estaba muy conmovido por la seriedad de la administración de la finca.  Hemos disfrutado de muchos años de intercambios y colaboraciones maravillosas.

AB: Gracias René y Raúl. Me llevo un gratísimo recuerdo de ustedes.