Friday, December 20, 2019

LA MENOR DE LAS BELLAS





La bisnieta de Ernest Hemingway creció en el rancho familiar, en Idaho, y, ya de bastante pequeña, acompañaba a su madre, Mariel, a los sets de rodaje. Pronto supo que lo suyo era actuar, aunque, con 5 años, se decantó por el ballet y, hasta los 20, danzó con devoción. Luego probó suerte como modelo y como intérprete, dos profesiones que ha ido alternando con otras facetas, como la de diseñadora de moda..., y con alguna que otra época de rebeldía de la que ahora se ríe cuando le preguntan.

Su tía, Margaux Hemingway, fue la primera modelo en cobrar un millón de dólares como rostro de un perfume.

"Para mí, es un icono y una de las mujeres que más me han inspirado. Era verdaderamente interesante, los que la trataban aseguran que desprendía luminosidad y glamour por todos sus poros. Y eso chocaba con su forma de expresarse: ¡parecía una camionera! Muy de nuestro Idaho natal... Me encantaba ese contraste; derrochaba naturalidad, decía lo que pensaba, a veces, sin medir sus palabras. Era sociable y le gustaba crear imágenes.

Yo empecé bailando en Nueva York, Washington... Sigo practicándolo como hobby. Lo dejé por elección propia: no deseaba centrar mi vida en la danza. Prefería explorar otras opciones y plantearme retos.

Cuando abandoné el baile, me apunté a clases de interpretación. Para actuar, debes conocerte y haber tenido bastantes vivencias. Aprendí un montón sobre mí misma como modelo, aunque mi pasión está delante de la cámara.
Mi apellido, al inicio, me abrió puertas, pero te diría que fui yo quien más se presionó con el tema. Siempre he querido que la gente vea en mí a Dree y no a una Hemingway."

Como "un marimacho con una pizca de feminidad". Así se presenta Dree. Y es que después de nueve años en la industria, la otrora rubia decidió renovar su look, cortar su pelo y estrenar una calvicie rebelde, con el fin de eliminar sus inseguridades. "Mi pelo era mi mantita de seguridad, pero también mi aspecto más femenino. Se había llevado todo mi lado masculino y me había vuelto delicada. (Ahora) Ya no me comparo con las otras chicas, algo que solía hacer un montón. Me ha hecho darme cuenta de cómo trataba a mi cuerpo, porque ahora ya no me puedo esconder detrás de un peinado", explicó a comienzos de septiembre, después de desfilar para Sies Marjan, en París.

Pese a ello, el estilo de Dree siempre ha sido diferente (y, en ocasiones, hasta excéntrico). Y es que su misma trayectoria ha sido una verdadera caja de sorpresas. La maniquí -bisnieta de Hemingway y primogénita del documentalista Stephen Crisman- se introdujo en la industria del entretenimiento desde su primera infancia. "Crecí en los sets de las películas de mi madre. Desde temprana edad supe que actuar era lo que quería hacer", comentó en 2009 al Daily Mail.

No obstante, su carrera no comenzó ante las cámaras, empezó con el ballet. Una disciplina que desarrolló entre los cinco y los 20 años y que incluso la llevó a dejar su casa en California para entrenar en Washington con Suzanne Farrell, la mejor 'ballerina' de Norteamérica. Aun así, jamás dejó de interesarse por una potencial carrera en las páginas sociales.

Sin embargo, su primer gran paso en el mundo del modelaje fue cuando, en 2009, posó desnuda para V Magazine y declaró que no estaba interesada en su bisabuelo. En lo absoluto. "(Sus libros) son un poco depresivos. Y puede que prefiera a su amigo F. Scott Fitzgerald", afirmó. A pesar de lo anterior, nunca ha negado que ha sido su ADN, el que le ha entregado oportunidades en el universo del cine.

Fue en 2001 cuando Hemingway comenzó a realizar pequeños papeles en películas independientes. Pero en 2012, logró dar el gran salto y protagonizó la cinta Starlet, donde interpretó a una joven actriz porno que divide su tiempo entre la industria erótica y el fumar marihuana como hobby. Dos instancias sobre las que Dree tiene fuertes posturas.






"Chicas, (mis recomendaciones son) pasadlo bien, liadla, coquetead. [...] Aunque yo nunca tuve la necesidad de ser una chica rebelde. Mis padres siempre fueron del tipo 'si quieres beber, bebes y si quieres fumar hierba, la fumas'", declaró en 2014 a The Cut. Asimismo, no tuvo problemas para aproximarse al mundo del porno... en pos de realizar un mejor trabajo actoral. Esa es precisamente una de las razones por las que Playboy le ofreció ser la playmate, en 2016. Aunque Dree no fue cualquier conejita, sino que la primera modelo que posa "tapada" para la portada de la revista.

De la misma forma, Hemingway no tuvo miedo a desvestirse para las páginas interiores. Todo en afán de demostrar que poco le importan las opiniones ajenas. "(No dejo que mi legado me defina), mi apellido no es más que una anécdota en mi carrera. No dice nada sobre mí", afirmó entonces. Pero en cada una de las entrevistas suele repetir que "jamás intentaría escribir nada" porque "sería ridículo" y se avergonzaría de sí misma. "Si lanzara un libro, cada crítico me destrozaría", dijo a The Hollywood Reporter, hace cinco años.

A pesar de ello, la crítica ha sido muy generosa con cada uno de sus trabajos actorales. De hecho, en 2012, The New York Times alabó su actuación en Starlet y este año, Indiewire aseguró que su última película A Relationship -estrenada esta semana- "se encuentra sobre el promedio". Es por eso que Hemingway no se detiene. Cuenta con dos proyectos hasta 2019 y, según sus redes sociales, no existe motivo para sentar cabeza cuando se trata de desarrollar sus talentos.