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Tuesday, February 23, 2010

GEORGE ORWELL Y CABRERA INFANTE


De pronto se cruza el relámpago en mi memoria. Son las últimas horas de esta madrugada que despidió a mi sueño. Me levanto y voy camino hasta la cocina a beber un vaso de agua fresca. Estoy perdido en el Malecón junto a Guillermo Cabrera Infante y Manolo y Amparo, en el Madrid de 1976. Parece que el ron y el jerez se unieron para devolverme una historia que ya no me sirve de recuerdo. Acaso Cabrera Infante con su mirada penetrante detrás de esos cristales que confunden, me está diciendo: “Todavía sostenía la botella de vodka, pero no podría decir si la protegía del viento, de sí mismo o si se protegía de ella, porque estaba bien vacía”. Eso es. Hemingway y Cabrera Infante; en el medio yo caminando por el Malecón entre jineteras y dos extraños muchachos que parecen ser una pareja prohibida. Me siento a la mesa y miro el plato vacío con restos de huesos de pollo. Entonces aparece Manolo con el libro de Orwell y me vuelvo a confundir porque Hemingway lo está echando del cuarto y otra vez el relámpago me pone en tema. Y ya no sé si es Erik Blair o George Orwell y su Homenaje a Cataluña o aquella tarde de mil novecientos treinta y tantos cuando en el hotel madrileño ese hombre alto y desgarbado de ojos claros subió las escaleras, golpeó la puerta de la habitación de Ernest Hemingway y desde adentro una voz de borracho gritó:


-¿Quién carajo llama?

-Erik Blair- respondió el sujeto

-¡A mí qué mierda me importa… déjeme de joder puto asqueroso!

-Soy Orwell…George Orwell…

-¿Orwell?...Por qué no me lo dijo antes?

Se abrió la puerta y apareció el gigante barbudo con una botella de whisky en la mano.

-¡¡¡Orwell…Orwell…Tenemos mucho de qué hablar.

Trato de despertarme. Sigo confundido. Tal vez de recuperar el sueño. Acaso la tormenta que pasó dejando ese olor a tierra mojada me ayude a entender si Cabrera Infante y Orwell están en mi interior jugando a las escondidas con ese viejo tramposo.

Friday, February 12, 2010

PLAGIO,CARNADA, ARMAS



Enrique Cirules es un amigo, pero además, un excelente escritor y uno de los mejores investigadores sobre la vida cubana. Sus libros son una joya porque la documentación es exacta y no cabe duda sobre su honestidad. Esta defensa no tiene ningún interés. Con Cirules hemos compartido charlas sobre Hemingway y con una modestia proverbial me dedicó dos de sus libros. Durante toda su vida investigó sobre la mafia en la isla, un tema apasionante y polémico. Parece ser que ahora un norteamericano que leyó la obra de Cirules, tuvo la feliz idea de plagiar varios capítulos de su libro EL IMPERIO DE LA HABANA y ponerle sello propio con el título de HAVANA NOCTURNE.

Cirules dice que el decidido autor se apoderó de las revelaciones que hizo él en 1993.Yo le creo. No porque sea amigo sino porque los “manos largas” son mafiosos.

Ya que estamos en La Habana, acabo de recibir una invitación para participar en el Torneo de Pesca de Aguja Ernest Hemingway. Este año se cumplen 5 décadas de aquella única vez que Fidel Castro y Ernest Hemingway se encontraron. También en esa oportunidad el "CHE" andaba por ahí, pero sin caña ni carnada. Los organizadores están tratando que los barcos de estadounidenses puedan llegar hasta la isla pero hasta ahora todo es un misterio. Me dicen que ya confirmó su presencia Hillary Hemingway. Yo, por el momento, no tengo pasaje.

Por último. Me acabo de enterar que EAGAMES una empresa de videojuegos, está interesada en llevar al videojuego ADIOS A LAS ARMAS. Esto no es ni bueno ni malo pero seguramente va a permitir a muchos jóvenes conocer un libro maravilloso. Tal vez si aparece, este hemingwayano lo tenga como pasatiempo.





Wednesday, February 03, 2010

PHOTOHEMINGWAY 15

Esto que Ernest reviva en cera es bastante polémico. Lo expreso sin ánimo de ofender a los hermanos Rafael y Leander Barrios Milán y a su padre,Rafael Barrios Madrigal. Yo creo que su tarea es para decirle gracias como buen heminwayano que soy, pero eso de mostrarlo a Papa sentado como pidiendo ayuda, vestido con uniforme negro, la mirada perdida y cigarro en la mano, no es la estética del "viejo". Tal vez un Hemingway menos formal hubiera enriquecido el Museo de Cera de la ciudad de Bayano, a unos 700 kilómentros al oriente de La Habana. Digo: ¡¡vale!!, pero...¿ si lo renovamos con bermudas y gorro visera no estaríamos más cerca del personaje?.