Los que pasamos alguna vez por Finca Vigía,
sabemos del sacrificio y la dedicación asumida por los funcionarios del Consejo
Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, para que el espíritu y material
documental de Ernest sigan presente a pesar de los años. En ese camino lleno de
dificultades, una fundación estadounidense enviará cerca de 900 mil dólares en
material a Cuba para construir un gabinete que conserve los libros, cartas y
fotos de Ernest Hemingway. Es la primera gran exportación de materiales de
construcción a la isla desde que el presidente Barack Obama suavizó el embargo
comercial con el hasta ahora enemigo cercano.. Y todo parece como el despertar
de una primavera después de tantos años de oscuridad. El tiempo que siempre es
el testigo de la memoria comienza a dejar en claro todos aquellos entretelones
cínicos que obligaron al escritor a escaparse con lo puesto a Estados Unidos y,
a partir de ese momento, comenzar a transitar su muerte lejos de sus cosas
íntimas y cotidianas.
La fundación Finca Vigía, asentada en Boston,
busca desde hace años ayudar a Cuba y evitar que miles de documentos se
desintegren poco a poco en la humedad y el calor abrasador del hogar en donde
vivió y trabajó el escritor estadounidense, en las afueras de La Habana, entre
1939 y 1960.
Los funcionarios del Consejo Nacional del
Patrimonio Cultural de Cuba, deseaban construir un laboratorio de conservación,
pero dijeron que no tenían el financiamiento ni los materiales para hacerlo.
“La edificación real de un taller- almacén servirá
para la restauración de piezas y su almacenamiento”, dijo la directora
ejecutiva de la Finca Vigía Foundation de Estados Unidos, Mary Jo Adams, citada
por la Agencia de Información Nacional. Adams participó en el Coloquio Internacional
Ernest Hemingway, evento que cada dos años reúne en Cuba a expertos en el
estudio y conservación del patrimonio cultural y que en este 2015 contó con una
amplia presencia de estadounidenses como consecuencia del deshielo entre
Washington y La Habana, según los organizadores.
La directora del museo cubano Finca Vigía, Ada
Rosa Alfonso, explicó a periodistas que la construcción del taller “responde al
pedido que realizó la fundación estadounidense a la alta dirección de su país”
y adelantó que “pronto” comenzarán a llegar a la isla los materiales “para
hacer realidad este proyecto”.
Alfonso destacó que el taller “estará ubicado
a la entrada de la propiedad”, situada en el suburbio de San Francisco de
Paula, en el sur de La Habana, donada a Cuba por los herederos del escritor y
convertida en un museo que es visitado cada año por miles de turistas.
Es prácticamente imposible encontrar
materiales de primera calidad en gran parte de Cuba, y los propietarios de
viviendas se ven forzados a comprar pintura y bombas de agua robadas de
agencias gubernamentales y a pagarle a extranjeros por traerles artículos tan
grandes como lavabos y alacenas en su equipaje documentado. En ferreterías,
administradas por el gobierno, solicitar un artículo tan mundano como una caja
de tornillos puede provocar risas entre los vendedores.
La propuesta de la fundación para enviar
contenedores con 862 mil dólares en materiales diversos, desde tuercas y
tornillos, hasta techumbre, fue aprobada por el gobierno de Estados Unidos en
mayo, después de que Obama concediera una serie de excepciones al embargo
comercial contra la isla. Las excepciones incluyen permisos para que los
estadounidenses exporten materiales donados con el objetivo de apoyar a la
gente cubana en áreas como la ciencia, la arqueología y la conservación
histórica.
Los arquitectos, ingenieros y obreros cubanos
utilizarán los materiales estadounidenses y bloques de cemento y argamasa
cubanos para construir un laboratorio de 223 metros cuadrados
en donde miles de fotos, aproximadamente
9.000 libros y una gran cantidad de cartas de y para Hemingway, podrán tratarse
y conservarse.
“Hará una gran diferencia”, dijo Mary-Jo
Adams, directora ejecutiva de la fundación Finca Vigía, la cual opera con
financiamiento privado y fue creada en 2003. “Podrán conservarse a partir de
ahora todo ese material por décadas en el mejor estado”, agregó.
El conductor de programas de bricolaje en la
TV Bob Vila, un miembro del consejo directivo en Finca Vigía que es
cubanoamericano y habla español fluido, ayudará a supervisar el proyecto, dijo
Adams. La directora del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, dijo
además a The Associated Press, “que no podía hacer comentarios de inmediato en
relación al proyecto”, aunque todo es lo suficientemente claro en este aspecto.
La serie de excepciones que Obama hizo en el
embargo, un mes después del anuncio de la distensión de relaciones con Cuba del
17 de diciembre, están diseñadas explícitamente para ayudar a ciudadanos
comunes de Cuba y al sector privado floreciente de la isla, más que a su gobierno
socialista.
Los funcionarios del gobierno de Obama
reconocieron desde el principio que sería imposible evitar que la normalización
de relaciones ayude al aparato estatal criticado por Estados Unidos por la
falta de libertad económica y política. El turismo estadounidense en la isla
aún está prohibido por la ley de Estados Unidos, y críticos del compromiso de
Obama con Cuba dicen que simplemente se canalizará dinero al gobierno de Raúl
Castro.
Finca Vigía es uno de los atractivos más
populares en La Habana y sus cuotas de entrada se destinan al gobierno, pero
Adams dijo que el laboratorio de conservación será independiente. “No atraerá a
visitantes, sino que mantendrá segura a la colección”, dijo.
La funcionaria también expreso que las preguntas en relación a la ética de un
proyecto que trabaja con el gobierno cubano se disiparon hace mucho.“Quizá era
un tema sensible hace 10 años. Ya no lo es”, sostuvo.
Presidida
por Jenny Phillips, nieta de Maxwell Perkins, editor y amigo de Hemingway, la
fundación firmó en el 2002 -lo renovó en el 2014- un convenio con el Consejo
Nacional del Patrimonio de Cuba para preservar los documentos y la casona de
Finca Vigía.
Alfonso destacó que ese convenio
“ha permitido la preservación (restauración y digitalización) de miles de
documentos, entre ellos cartas, anotaciones, libros, revistas, entre otros
materiales”.
El museo guarda una valiosa colección de 23.000
piezas, entre las que se incluyen documentos originales y obras de arte, armas,
trofeos de caza, muebles, equipos eléctricos y mecánicos, ropa y objetos de
decoración.
La colección también incluye el yate El Pilar,
en el que Hemingway solía salir a pescar e incluso intentó detectar submarinos
de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Paralelamente en Washington, la Sección de
Intereses de Cuba en esta ciudad inauguró un espacio de esparcimiento dedicado a Ernest
Hemingway, como un homenaje a quien pasó una cuarta parte de su vida en la isla
y en momentos de tensión en las relaciones con Washington.
En el lugar se sirvieron los tradicionales mojitos y
daiquirís, como los que bebió el escritor en La Habana, con ron blanco, limón,
toronja y jarabe de caña- no estará abierto al público-, pero operará en
ocasiones especiales de manera gratuita.
Ante un grupo de invitados y periodistas, el
jefe de la Sección de Intereses (especie de embajador), Jorge Bolaños, destacó
la 'ocasión especial' y lamentó que tan poco se haya escrito en los Estados
Unidos 'de la cercana relación de esta figura trascendental y su relación con
Cuba'.
Finca Vigía recibe un aire
renovado y se encamina a una nueva aventura, a otro desafío donde siempre está
presente el alma de Ernest Hemingway.
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