"Cuando
sueño con la otra vida en el paraíso, siempre tiene lugar
en el hotel Ritz de París", dijo Hemingway en algún momento
de su vida. Es que gran parte de sus días transcurrieron en el
icónico hotel parisino, que alguna vez hospedó a personajes como
Marcel Proust o la diseñadora Coco Chanel, quien se mudó a una de
sus suites en 1934 y nunca más se fue.
Como buen hemingwayano cuando paso por París me planto en el ingreso al hotel y algo me dice que ese viejo borracho va a salir a mi encuentro, es una fantasía, un deseo que no se cumple pero por cábala lo sigo haciendo.
El hotel,
ubicado en 15 Place Vendôme, fue sometido a un proceso de
remodelación que duró cuatro años, y fue reabierto en junio
pasado.
Junto con la esperada reapertura, también
volvió a abrir sus puertas el mítico Bar Hemingway, uno de los
ahora tres bares del hotel. Los otros dos son el Bar Vendôme,
cerca de la entrada, y el nuevo Ritz Bar, sobre la rue
Cambon.
Tomar un cóctel en el Bar Hemingway no es cosa
de todos los días. No sólo porque su bartender, Colin Peter
Field, es referente mundial y fue elegido el mejor del mundo por la
revista Forbes, sino porque esa misma atmósfera fue la que
eligieron personalidades como Cole Porter, F. Scott Fitzgerald, y
claro, el gran Ernest Hemingway, quien con Gary Cooper pasaba horas
y horas charlando.
Las historias se repiten en
cada uno de sus rincones, como aquella que da cuenta de que aquí
mismo fue que se creó el famoso trago "Bloody Mary".
Cuentan que Hemingway dejó en el Ritz el recuerdo de uno de sus
más apasionados romances con la entonces reportera de The New York
Times Mary Welsh, quien fue su cuarta esposa. "Mi mujer no
quiere que siga bebiendo. Cuando vuelvo a casa, siente mi aliento y
me regaña", le contaría Hemingway al barman. Es por eso que
éste inventó un cóctel, que más tarde se hizo famoso. Se
preparaba a base de vodka y jugo de tomate. Al otro día Hemingway
exclamó: "¡Bravo, bloody Mary (la maldita Mary) no sintió
nada!".
Luego de su reapertura, el Bar Hemingway
despliega su decoración original, caracterizada por madera y
sillones de cuero y el infaltable piano, que le dan una impronta
intimista y acogedora. Está abierto de 18:00 a 2:00 y allí se
pueden degustar los inéditos cócteles preparados por Colin Field.
Algo me dice que tengo que volver para decir que París era una fiesta.
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