Después de un largo período de ausencia, retomo
este encuentro con los amigos de La Pipa. Las razones son múltiples, todas
buenas. Tuve que terminar mi primer libro de literatura juvenil, con cierto
apuro. Mi editor quería lanzar Los gatos de Carolina este año y me exigía
contar con los cuentos lo antes posible. Tarea cumplida. El otro proyecto fue
la traducción de El muertito de Hemingway
al idioma polaco. Días de mucho trabajo con el traductor y finalmente, para
setiembre de 2023, el libro aparecerá en Polonia y en otros países aún no
confirmados. Para cerrar, me comprometí con dos cuentos para antologías de
género negro -Juramento Negro y Juramento Erótico-, publicadas en España.
Mientras tanto aproveché para volver a ver el
video de cuatro horas, inspirado en El
sol nace de nuevo, realizado para la televisión por la NBC, en colaboración
con la 20th Century Fox, con Jane Seymour y Leonard Nimoy. La primera es
conocida por su interpretación en Carrozas de fuego y el segundo es uno de los
protagonistas de Viaje a las estrellas.
Seymour, que fuera “chica Bond”, en 1973, tiene otros trabajos
para televisión, como el papel de la doctora Michaela “Milke” Quinn, en la serie La doctora Quinn (1993-97). La actriz
de 73 años, a los 67, no tuvo problemas en posar para la revista PlayBoy.
Nimoy fue actor, poeta, director y fotógrafo, muy conocido por su papel de Sr. Spock en
Star Trek.
La novela de Hemingway, sobre la Generación Perdida
de los años veinte, que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, fue escrita
cuando Ernest tenía 27 años, en París. Tuvo un éxito inmediato y proyectó al
norteamericano a los primeros lugares entre los escritores.
Los fans de Papa se han quejado bastante sobre
este video. Yo fui uno de ellos, pero con el tiempo entendí que debía
considerar el film como una versión libre. El guionista pecó de soberbio y metió
mano a su imaginación con escenas innecesarias de la guerra.
La NBC y la Fox miraron para otro lado y
corrieron los riesgos de caso. Dijo uno de los productores: “Esto es cine, no
literatura”. La editorial Scribner, que publicó la novela en 1926, expresó
que “prefiere estas licencias a una versión
idiota de la novela”.
El video forma parte de la filmografía de
Ernest y suma poco al valor literario de Hemingway. Siempre el cine se toma
atribuciones y convence a los guionistas para que sumen sangre y violencia. Han
pasado muchos años del fracasado intento y, a pesar de todo, uno sigue
apostando a la recreación de la obra de Hemingway.
Entre tantas novedades, me llega la promoción
del libro de Marco Mastrorilli titulado El
sentido de la naturaleza por Hemingway, editado por Noctua Book y
disponible en Amazon Prime. Se presentó en el Hemingway and Great War Museum de
Bassano del Grappa, el sábado 26 de noviembre. Es un breve texto de 88 páginas,
fácil de leer al precio de 12 euros.
Mastrorilli, nacido en Milán, ahora radicado en
Roma, es un especialista en el estudio de la ecología. El libro guía al lector
a explorar la estrecha relación del novelista con el mundo verde. La obra
rastrea el gran amor por la naturaleza, que une a Ernest a los bosques y su
capacidad regeneradora, pero también su gran pasión por los gatos y perros.
La escritora Darla Worden dice en el prefacio
del libro que “Mastrorilli subraya el contexto histórico del período en que
vivió Hemingway; muchos científicos naturales de la época eran cazadores. En
ese momento, la caza y la valoración de la naturaleza no se consideraban
elementos contradictorios.”
Robert Fleming, en su ensayo Hemingway and the Natural Wold afirma
que: “Hay pocos escritores que tengan una relación más estrecha con la
naturaleza que Hemingway.”
Resulta interesante reflexionar a partir de
este libro, sobre algunos comentarios no felices que carga Ernest. Con solo
recordar la mansión de Finca Vigía y su entorno, queda claro el espíritu del
novelista sobre la naturaleza.
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