Tuesday, August 16, 2016

DE NUEVO EN EL RITZ






"Cuando sueño con la otra vida en el paraíso, siempre tiene lugar en el hotel Ritz de París", dijo Hemingway en algún momento de su vida. Es que gran parte de sus días transcurrieron en el icónico hotel parisino, que alguna vez hospedó a personajes como Marcel Proust o la diseñadora Coco Chanel, quien se mudó a una de sus suites en 1934 y nunca más se fue. 

Como buen hemingwayano cuando paso por París me planto en el ingreso al hotel y algo me dice que ese viejo borracho va a salir a mi encuentro, es una fantasía, un deseo que no se cumple pero por cábala lo sigo haciendo.


El hotel, ubicado en 15 Place Vendôme, fue sometido a un proceso de remodelación que duró cuatro años, y fue reabierto en junio pasado. 




Junto con la esperada reapertura, también volvió a abrir sus puertas el mítico Bar Hemingway, uno de los ahora tres bares del hotel. Los otros dos son el Bar Vendôme, cerca de la entrada, y el nuevo Ritz Bar, sobre la rue Cambon.

Tomar un cóctel en el Bar Hemingway no es cosa de todos los días. No sólo porque su bartender, Colin Peter Field, es referente mundial y fue elegido el mejor del mundo por la revista Forbes, sino porque esa misma atmósfera fue la que eligieron personalidades como Cole Porter, F. Scott Fitzgerald, y claro, el gran Ernest Hemingway, quien con Gary Cooper pasaba horas y horas charlando. 

Las historias se repiten en cada uno de sus rincones, como aquella que da cuenta de que aquí mismo fue que se creó el famoso trago "Bloody Mary". Cuentan que Hemingway dejó en el Ritz el recuerdo de uno de sus más apasionados romances con la entonces reportera de The New York Times Mary Welsh, quien fue su cuarta esposa. "Mi mujer no quiere que siga bebiendo. Cuando vuelvo a casa, siente mi aliento y me regaña", le contaría Hemingway al barman. Es por eso que éste inventó un cóctel, que más tarde se hizo famoso. Se preparaba a base de vodka y jugo de tomate. Al otro día Hemingway exclamó: "¡Bravo, bloody Mary (la maldita Mary) no sintió nada!".



Luego de su reapertura, el Bar Hemingway despliega su decoración original, caracterizada por madera y sillones de cuero y el infaltable piano, que le dan una impronta intimista y acogedora. Está abierto de 18:00 a 2:00 y allí se pueden degustar los inéditos cócteles preparados por Colin Field.

Algo me dice que tengo que volver para decir que París era una fiesta.