Monday, February 23, 2009



JUAN VILLORO ES EL TABACO DE LA PIPA
Con Juan Villoro fui edificando una hermosa amistad. Uno se da cuenta que cierto tipo de personas son importantes por su sencillez y su cordialidad en el trato. En este mundo tan enmascarado con el ego, encontrar a un ser como Juan es descubrir un manantial en el desierto. No exagero en el elogio. Recuerdo que no hace mucho almorzamos en el tradicional restorán “El Globo” y allí le entregué La pipa de Hemingway en soporte papel. Me prometió que leería en libro con tiempo. Esto me hizo pensar que Villoro no era ese tipo de personas que consulta veinte páginas de un libro y después arma una crítica complaciente para quedar bien con el autor. Juan fue consecuente. Mi ansiedad por conocer su pensamiento más de una vez me llevó a escribirle un mail. Lo borré uno a uno. Mientras tanto seguí sus artículos y volví a sus libros. Estimo que Villoro está llamado a ser uno de los mejores narradores de los últimos tiempos. No creo que se enoje conmigo mi otro amigo, el mejicano Paco Ignacio Taibo II, que acaba de presentar en la XVI Feria Internacional de La Habana su último título: Tony Guiteras, un hombre guapo. Juan en ese almuerzo me dijo algo casi bíblico: “Se escribe un libro para anunciar la muerte del libro”. Le recordé aquello de Borges: “Uno edita para no seguir corrigiendo”. Villoro se rió. Estábamos completando el concepto, porque alguna vez la obra terminada debe morir ¿La pipa de Hemingway, está agonizando? Al menos esos primeros 237 posteos del blog ya no me pertenecen, me toca ahora luchar para que una segunda edición se manifieste sobre el papel. Mientras tanto, Villoro me seduce con una crítica que recibo con mucha calma. Gracias Juan por este regalo.


Disfruté mucho tu obra en torno a Hemingway. La veo como el diario abierto de un lector que, día a día, colecciona minucias sobre un autor admirado, con la atención alerta del testigo cómplice y el gusto por el detalle del entomólogo literario. Tu dijo deja en claro que las moscas y las hormigas son las minucias que en forma secreta definen a un escritor que, acaso para despistar al gran público, se interesó en la caza mayor. Tu búsqueda de fechas, resonancias con otros autores, misterios del oficio, relaciones entre vida y obra integran un fervoroso safari sobre las elocuentes pequeñeces que describen a un autor de Grandes Temas. Ha sido un gusto leerte. Juan Villoro

Saturday, February 21, 2009



ADIÓS AURELIO. ADIÓS BOHEMINA
Aurelio García murió. Fue en la madrugada más calurosa de los últimos treinta años. Esa noche la gente no durmió. La mayoría se empeñaba en buscar un lugar fresco. Todos estaban despiertos. Sin embargo el auxilio médico no llegó a tiempo. Él mismo llamó al servicio. Cuando los paramédicos golpearon a su puerta Aurelio ya no estaba en este mundo. Se fue como quería, sin joder a nadie, sin ser molestia para sus hijos, sin cargar un bastón, sin estar esperando la muerte en un geriátrico. Todavía lo recuerdo cuando viajó a Cuba por invitación del partido comunista. Era un adolescente. Era el viaje deseado. Me lamento no haberlo acompañado. Nunca lo dije, pero de esa experiencia tengo un recuerdo que jamás voy a olvidarlo. Es un tesoro literario. Ahora que estoy escribiendo esta despedida la revista Bohemia está a mi lado. Hemingway me mira, parece decirme: “Aurelio está con nosotros”. No puedo organizar las palabras. Son tantos los momentos vividos. Nunca pude hacerle entender que el socialismo se había terminado. Jamás quiso asimilar que los procesos se agrietan, que la política es dinámica, que Polonia, China, Rusia, son ahora otra cosa, que los intelectuales dejaron los talleres y están en Facebook. Me insultaba, no quería dar el brazo a torcer: “!!!Quéjame a mí con mi historia!!!”, repetía. Tenía razón, yo no era quién para quitarle su militancia, para borrar las madrugadas de pegatinas con carteles impresos en la imprenta clandestina defendiendo la lucha obrera, para evitar vender “Nuestra Palabra” en la Avenida Corrientes, para sacar con “los camaradas” a los muchachos de la comisaría. A Aurelio le quedaba La Rosa Peregrina de Almagro, la discografía de Osvaldo Pugliese, la foto del “CHE”, la medalla rusa que le regaló un premier eslavo y una biblioteca que pasará a su hija Elena. Hemingway me sigue mirando desde la tapa de Bohemia. Allí está “El viejo y el mar”. Sería una torpeza mezclar a Santiago con Aurelio.

Cuando volvimos a juntarnos en el velatorio nadie quiso decir una palabra sobre la pérdida del amigo. Es que Aurelio no se despidió, no levantó su mano para saludarnos y por eso los muchachos socialistas todavía no tenemos en claro si esto no es una llamada perdida en el celular de la vida.

Sunday, February 15, 2009


PHOTOHEMINGWAY / 4

Todos lo vieron huraño. Todos lo calificaron de déspota. Todos lo censuraron. Todos se rieron de su literatura periodística. Todos lo trataron de enfermo.¿Alguien lo vio sonreir?¿Alguien se preguntó si era feliz?. Ahora que sus cartas comienzan a circular y los críticos descubren que no era "tan despreciable". Ahora es momento de mostrarlo como persona sin la vestimenta del personaje.

Wednesday, February 11, 2009


HEMINGWAY PARECE UN DAIQUIRI

Esto es una buena borrachera. Esto tiene calor tropical y vientos alisios. Esto no fue escrito por un mitómano. Esto aparece publicado porque Guido Guerrera es un amigo. Digo bien: amigo es el que dice la verdad. Uno puede estar de acuerdo sobre si Hemingway era un bebedor compulsivo. Puede pensar que era un poeta mediocre. Puede animarse a creer que era un socialista. Puede decirse que era un vago. Pero yo no puedo decir lo mismo de Guido.A él le quedo agradecido por esta crítica.¿No serán demasiados sus elogios?.


COME UN DAIQUIRI

Un libro fresco come un daiquiri ‘La Pipa de Hemingway’ di José Maria Gatti, un libro ricco di sensazioni che scorrono sotto pelle fatte di parole e di pensieri, di incontri e ricordi pieni di affetto e umanità.
Nel segno di Papa Hemingway si muove tutta un’umanità che appartiene alla memoria dell’autore, come Marquez o Sinatra , il vecchio Santiago che sognava leoni oppure Francis Ford Coppola, ma anche un florilegio di amicizie fresche nate dal nuovo modo di comunicare in rete attraverso lo strumento del blog.
Conosco José Maria e il ricordo di questo signore simpatico e colto,dalle magliette coloratissime e stravaganti, mi accompagna come un’eco difficile da non percepire con l’anima, perché l’impronta che ha lasciato durante il nostro incontro a Cuba in occasione del Coloquio Hemingway alla Finca Vigia è l’immagine stessa dell’appassionato e del cultore di cose belle e preziose.
Sono sicuro che il segreto del suo blog , poi diventato materia per il libro, stia proprio nella sincerità capace di animare una ricerca sempre puntuale, nell’entusiasmo fanciullescamente aperto alla sorpresa, aspetti che ogni navigatore del web e ogni lettore deve aver percepito con forza.
Tante, calde, storie di persone, aneddoti e pezzi di vita personale costellano le pagine di ‘La Pipa de Hemingway ’ e ognuno è un motivo per riflettere, per aprire finestre nuove, per capire meglio e esplorare.
Si ride, ci si commuove fino alle lacrime, si contempla e si gusta assaporando.
Quando in un libro si muove la vita, tanta vita, si scopre sempre una ragione nuova per crederci ancora e sentirsene partecipi.
Ed è un invito corale alla partecipazione quello di José Maria, una catena lieve ( ‘L’amistad es como una cadena’ , pare abbia detto una volta Ernest Hemingway all’amico Gregorio Fuentes),
una ghirlanda di fiori gettata per abbracciare tutto quanto il mondo.
Un concentrato di esistenze ed esperienze destinate ad arricchire chi scrive, rendendo meno povero chi legge.
Forse, come sottolinea nella sua arguta prefazione l’amico Andrés Arenas Goméz, c’è un bel pizzico di ‘mitomania’ nello studio dello scrittore.
Un rapimento estatico ed estetico che si coglie non tanto nella ricerca volta a scavare nella vita di Hemingway, quanto nel rito quasi sciamanico di volerlo riportare tutto intero al presente, per averlo vicino, sanguigno compagno di eccessi, di meraviglie e di inevitabili momenti bui. Un amico a cui accompagnarsi e forse chiedere consiglio.
Di questo psicodramma noi hemingwayani confessiamo di essere protagonisti e complici.
Il libro di Gatti non è che il nuovo capitolo di questo infinito autoinganno, estremo e sublime quanto le cose più poetiche della vita.
Guido Guidi Guerrera

Thursday, February 05, 2009


RODOLFO HEMINGWAY Y ERNEST WALSH
Muchos son los que piden que hable sobre Rodolfo Walsh. En principio debo decir que no hubo entre Hemingway y Walsh una relación amistosa. Sin embargo es importante destacar que ninguno maltrató al otro. A Walsh la literatura de Hemingway le parecía demasiado belicista. Fue muy sincero cuando dijo: “Nunca he sido un lector consecuente con Hemingway y ni siquiera he leído todos sus libros”. Es importante aclarar esto porque se tejieron una suerte de fantasías sobre determinados diálogos entre ambos que, en rigor, nunca se produjeron.
Este año se cumplen 50 años del único encuentro que los tuvo como protagonistas. Walsh era el corresponsal de Prensa Latina y fue quien redactó el cable sobre la llegada de Hemingway a La Habana, el 4 de noviembre de 1959. La agencia conocía la noticia por su espía en Estados Unidos. Walsh fue el único periodista que desde la medianoche se plantó en la estación aérea junto a su fotógrafo, un tal Mickey. Cuando Hemingway ya estaba en tierra firme, Walsh lo se acercó hasta la escalerilla del avión y le preguntó: "¿De nuevo en Cuba?" Ernest en lugar de responder, dijo: ¿Qué noticias hay, qué se sabe de Camilo? Walsh secamente agregó: “No hay noticias”. El argentino siguió: "¿Qué se habla en Estados Unidos sobre Cuba?" Nada- respondió Hemingway- Ahora de lo único se habla es de un programa de televisión de Van Doren, “La pregunta de los 64.000 pesos”. Ernest apuró el paso y se marchó junto al torero Antonio Ordónez. Hemingway venía cargado de valijas y lucía un saco deportivo, pantalón color mostaza, camisa y corbata. Este fue el único intercambio.
Vale ahora transcribir la noticia que publicara el periódico Revolución, fechado el 5 de noviembre de 1959, con pie de agencia Prensa Latina.

ERNEST HEMINGWAY DE NUEVO EN CUBA
Llegó un cubano más. No es un yankee. Junto a Fidel.
La Habana, noviembre 4(PL)- “Me siento muy feliz de estar nuevamente aquí, porque me considero un cubano más”, declaró el escritor norteamericano Ernest Hemingway al llegar esta noche a La Habana procedente de New York. “No he creído ninguna de las informaciones que se publican contra Cuba en el exterior. Simpatizo con el gobierno cubano y con todas nuestras dificultades”, dijo subrayando la palabra “nuestras”. Y a continuación aclaró: “ No quiero que me consideren un yankee..”
Hemingway vino acompañado del torero Antonio Ordóñez y la esposa de este. En el aeropuerto fue recibido por sus familiares (¿?), un numeroso grupo de simpatizantes del pueblo de San Francisco de Paula, donde reside habitualmente, y reporteros de Prensa Latina que pudo entrevistarlo en forma exclusiva. Interrogado sobre si mantenía las declaraciones favorables a la Revolución Cubana que hizo a comienzos de este año, contestó que las reiteraba plenamente.
“En New York, por donde acabo de pasar a mi regreso de Europa, no se sabe nada de Cuba ni del mundo. Allí solo se habla de Van Doren y del escándalo de su programa de preguntas y respuestas por televisión”.
Al salir de la aduana, los vecinos de San Francisco le entregarían una bandera cubana en testimonio de gratitud por las declaraciones que Hemingway ha hecho en el exterior sobre Cuba. Hemingway besó la bandera, pero se negó a repetir el gesto cuando un fotógrafo quiso recoger el instante. “¡La he besado con sinceridad!”, exclamó, siendo largamente aplaudido.
El resto es ficción. Cincuenta años no son nada.

Wednesday, February 04, 2009


PHOTOHEMINGWAY / 3

Nadie puede afirmar con certeza que Don Ernesto era un bailarín. Yo descarto que con el 2x4 tanguero el tío no tenía ninguna destreza. Seguramente algo parecido a un movimiento rítmico es lo que se desprende de este momento. La cara de asombro de Martha también es un indicio. Lo más rico resulta el rostro del personaje que trata de no comprometerse con la acción y se hace el desentendido. ¡Maestro, siga bailando...usted está con el paso seguro!

Monday, February 02, 2009


HIJOS DE LA VIDA

¿Cuántas veces los consejos son útiles a los hijos? La experiencia no se hereda. Lo vivido no se transfiere.El camino es de uno. A pesar de ello y desafiando a las leyes conocidas siempre los padres caemos en el error de higienizar los senderos, de limpiar las malezas, de alisar el terreno y dejar un campo sembrado con girasoles tapizado de energía ¿Hemingway fue un buen padre?¿Papa era buen consejero? No conviene prejuzgar. Tal vez lo oportuno sea tener una mirada lo suficientemente amplia. Claro, conociendo a Ernest ciertas cosas tienen respuesta inmediata, es fácil determinarlas, pero si nos equivocamos y en verdad este bravucón era un tierno melancólico que la jugaba de fuerte y lloraba a escondidas cuando la suerte no estaba de su lado. Y si el hombre se vistió de cazador cuando en realidad era jardinero.
Lo que sigue bien vale leerlo varias veces y pensarlo todo el tiempo que sea necesario para poder empezar a entender a Hemingway sin chaleco antibalas y escopeta descargada.


CONSEJOS PARA UN HIJO
Ernest Hemingway
Nunca confíes en un hombre blanco.
Nunca mates a un judío.
Nunca firmes un contrato.
Nunca alquiles un asiento.
No te enlistes en ejércitos.
No te cases con muchas esposas.
Nunca escribas para revistas.
No te rasques la urticaria.
Siempre pon papel en la silla.
No creas en las guerras.
Mantente limpio y arreglado.
No te cases con prostitutas.
Nunca le pagues a un chantajista.
Nunca demandes.
Nunca confíes en un editor o dormirás en paja.
Todos los amigos te dejarán.
Todos tus amigos morirán.
Así las cosas, vive una vida limpia y saludable.
Y únete a ellos en el cielo.
Traducción. Juan Pablo Plata (1982) Bogotá, Colombia. Escritor.