Tuesday, February 20, 2018

MI PEQUEÑA MARGAUX




Hace pocos días, Margaux Hemingway hubiera cumplido 64 años. La nieta bella de Ernest, acaso dominada por el destino familiar, eligió el mismo camino que su abuelo y quiso el destino que fuera encontrada muerta, un 2 de julio, en un departamento de California.

Lo que sigue es una breve crónica sobre la particular vida de la modelo, publicada por  Kien y Ke, el 16 de febrero, bajo el título Margaux Hemingway no soportó la maldición de su apellido.

El 2 de julio de 1961, Ernest Heminway se sentó en su sillón favorito, tenía una escopeta en la mano y solo pensaba producir un sonido que despertara a su esposa, el del disparo. Puso el cañón en su boca y presionó el gatillo. Esos 20 minutos oscuros en los que alguien decide quitarse la vida, según decía Hemingway, también los vivió su nieta Margaux.

Justo 32 años después del suicidio del nobel de literatura. Margaux Hemingway fue encontrada muerta en su apartamento de Santa Mónica, California. Había muerto muchos días antes, tanto que fue necesario hacer un reconocimiento dental porque el día del levantamiento policial, su cuerpo estaba muy descompuesto. De hecho llevaba días siendo buscada por sus amigos quienes ya habían denunciado la desaparición de Margaux.

El resultado de la primera autopsia determinó que había muerto por un ataque de epilepsia, enfermedad de la que sufría desde pequeña. Pero un segundo análisis arrojó que había consumido gran cantidad de tranquilizantes y falleció por sobredosis. Al igual que su abuelo, Margaux Hemingway optó por el fin consiente de la existencia, pero con un método digno del final de los 90.



La maldición Hemingway
Estos no son los únicos casos de suicidio dentro de la familia, otros siete miembros ya habían renunciado a la vida de esa forma. Margaux, su hermana Mariel y Muffiet, habían sido convencidas por sus padres de que su abuelo recibió un disparo accidental, solo para no alarmarlas.

La mentira no era descabellada. Trataba de alejar la maldición de la familia y mantener la salud mental de las niñas. Cuando Mariel se enteró de la muerte de Margaux entró en desesperación, fue la confirmación viva de la saga suicida de la familia.

Pensó que sería la siguiente y su designio estaba marcado por su apellido. Pidió ayuda de psiquiatras, médicos y astrólogos para poder focalizar la tensión. 

Pero la cura llegó después,cuando Barbara Kopple le propuso hacer un documental sobre el tormentoso pasado de su familia. Después de esa grabación y confesar su situación, Mariel logró superar la angustia y continuar con su vida.

En esa película y luego en un blog con su nombre, Mariel recomendó a las personas deprimidas seguir su rutina. Mariel Hemingway se despierta antes del amanecer, prepara un té caliente y se sienta en su jardín a esperar el alba. También, según dice, se toma un momento en la noche para permanecer en silencio.



La vida de Margaux Hemingway

El rostro de la mujer le daría el tremendo éxito que tuvo como modelo, la expresividad de sus ojos, los pómulos suaves y el figura ovalada de su rostro aglomeraban las características del estereotipo de belleza para los años 70.

Había nacido el 16 de febrero de 1954, en el seno de su ya reconocida familia.Con 20 años de vida, Margoux recibió el contrato más costoso otorgado jamás a una modelo, representó el perfume como imagen del perfume Babe, de la marca Febergé por un millón de dólares.

Después de ese contrato, Margaux apareció en portadas de revistas como Vogue, Elle, Cosmopolitan y Harper’s Bazaar. Después Time la denominó una de las nuevas bellezas americanas y a la edad de 21 años, la revista American Vogue la catalogó como la nueva supermodelo. Finalmente apareció en la portada de Playboy en 1990.

Después de eso sus triunfos fueron escasos, apareció en algunas películas como Double Obsession (1992) y Vicious Kiss (1996). Según sus allegados para esas épocas ya afrontaba fuertes cuadros de depresión y había caído en un profundo alcoholismo del que no encontró salida. Se había separado por discusiones con su familia, la supermodelo de los setenta denunciaba haber sido abusada por su padrino y la familia le negaba las acusaciones.

Sin embargo en el documental, su hermana confesó que sospechaba de abusos de su padre contra Muffiet y Margaux Hemingway. Esa separación de los matrimonios arruinados y el rechazo familiar lo demuestran la soledad de un cuerpo que se descompone en su propia casa, sin nadie que toque a su puerta.