Wednesday, December 27, 2017

COMO LOS HOMBRES DE LA MAR






 La crónica que sigue es una hermosa historia. Es un placer compartirla con ustedes porque Hernán Balderrama Jabaloya, además de un amigo, es un ser lleno de vida y como tal su relató así lo demuestra.
Tuve la suerte y el privilegio de subir a la "Miss Texas" poco tiempo antes que dejara el Club Peruano de La Punta. Allí un grupo de hemingwayanos nos reunimos para celebrar el acontecimiento. Hoy la nave está en su antigua casa y seguramente Hemingway la mirará con el enorme deseo de volver a abordarla.
Los dejo con la nota de Hernán, espero que la disfruten.



RUMBO A SU DESTINO PRIMIGENIO

“Tres fueron los protagonistas que jugaron la partida, pero debieron   dejar que fuera el destino el que baraje las cartas…”

Un día, de mañana en la rada del yacht Club Peruano de La Punta, Callao, la mítica embarcación “Miss Texas” levaba anclas por última vez, para navegar con rumbo norte hacia la bahía de Cabo Blanco, paraíso de antaño de la pesca de altura en pos de revivir épocas pretéritas en la captura a cordel del Merlín negro, como trofeos de paciente espera de marineros y aficionados a la pesca mar adentro.

Volvería así,  la “Miss Texas” a juntarse en la mar del norte del Perú a sus antiguas compañeras de faenas marinas: “La Pretel” y la “Pescador II” con la esperanza de revivir la época dorada de esas riquísimas aguas saladas de la década de los años cincuenta.





                                 Aquí un breve relato 

Los protagonistas fueron en orden de llegada a la mesa de juego: Umberto  Ballotta Césaro, el esmerado constructor naval, Hernán Balderrama Jabaloya, el navegante y vendedor de barcos  y José Koechiln Von Stein, el pertinaz visionario de un mundo mejor para todos.

Tres veteranos con afanes diferentes, convencidos por la vida que es solo con la perseverancia y la buena intención que se logran los fines deseados.

La “Miss Texas” volvía al lugar para el que fue creada, vino desde Nueva Escocia en USA su lugar de construcción como lancha de pesca de altura, dotada de todos los implementos, maniobras y estructura de su casco y obra viva, lista para enfrentar mar grueso y seguir a los grandes peces a donde estén.

Entonces llega el momento de rememorar los acontecimientos que se vivieron desde 1951 en que este barco singular llega al Fishing Club de Cabo Blanco, destinado por la Estandar Oil subsidiaria de la International Petrolium Company para la atención y disfrute de los aficionados a la Pesca de altura y los ejecutivos de la compañía petrolera con sede principal en la ciudad norteña de Talara.






Ya entonces era grande la fama del mar de Cabo Blanco por los enormes especímenes que allí se pescaban y que atraía a personajes famosos del cine, negocios y acaudalados artistas y demás. La visitaron el torero Luis Miguel Dominguín, Ava Garner, Mario moreno “Cantinflas”, Jonhn Wayne  y tantos otros aún más famosos…

Y un día de 1956 bajó del avión en Talara nada menos que el reciente premio Nobel de literatura y autor de la novela “El viejo y el mar” el famoso escritor Ernest Hemingway, quien venía a filmar en el propio mar de Cabo Blanco, la pesca del famoso Merlín negro para ser usadas en la película del mismo nombre.
Permaneció más de 30 días en el club de Cabo Blanco y él mismo escogió la “Miss Texas” para hacerse a la mar con el propósito de mirarse cara a cara con  un Merlín negro que supere el estándar más alto de peso y tamaño.

A finales de la década de los cincuenta y para adelante, este barco de pesca de altura, fabricado y hecho para esas labores marinas, se había convertido ya en un barco mítico, una leyenda. Para esa y no otra actividad se hizo la “Miss Texas”.

Desgraciadamente vinieron para nuestro país – desde los años 68 - épocas de ingrata recordación, gobiernos dictatoriales, nacionalizaciones y reformas,  un golpe militar obligó a que muchas empresas extranjeras se retiraran de nuestro territorio; sin que en este espacio haya tinta, ni deseos, ni oficio para escribir sobre estos aconteceres. La compañía del petróleo auspiciadora de la actividad y flota de Cabo Blanco tuvo que abandonar sus tareas.






La “Miss Texas” fue retirada del mar y pasó a ocupar un depósito en la ciudad de Talara. La leyenda se convirtió en un trasto, qué otra cosa, es un barco que no está en la mar.

El destino se presenta con su baraja de naipes al notar la presencia del primer  protagonista de la partida. Es aquí donde aparece Don Umberto Ballotta Césaro, hombre serio y bueno, venido de Italia y radicado en la amazonía – dice siempre que el paraíso está en todas partes – esmerado constructor de barcos, se hace de este casco abandonado y desterrado del mar para el que fue creado, alcanzo a imaginar todo lo que el constructor imaginó…él se hizo de ella.

Luego de un tiempo largo en los astilleros de Corporación Ballotta, el barco de pesca de altura se fue convirtiendo en un Yate – embarcación que solo sirve para recreo náutico – cuenta don Umberto que con un catálogo de un barco tipo Trawler que le gustó, dotado de todo lo necesario para una estancia confortable ya sea fondeado en bahía o navegando. Al final la “Miss Texas” con una figura y una indumentaria diferente volvería al mar y su nuevo destino fue el Yacht Club de Ancón donde pasó algunos años navegando esporádicamente. En ocasiones salía a pequeños viajes con el Doctor Luís Bedoya Reyes y familiares, y en otras, el propio Umberto Ballotta Césaro se hacía a la mar con proa a los islotes frente a Ancón.  Estoy seguro qué,  en el trayecto Don Umberto dejó volar la imaginación por los 32 rumbos que tiene el horizonte.  Talvez más allá.

Por esos años había un hombre que amaba el mar como pocos, se dedicó desde 1998 a ser vendedor de barcos de recreo, siendo representante de compañías de ultramar dedicadas a la misma tarea. El mismo decía: “soy feliz en el mar, los barcos están en el mar y en ellos soy más feliz, de ser feliz se trata esta vida”. Hernán Balderrama Jabaloya soñador y singular vendedor por sobre todas las cosas – todos vendemos algo dice a menudo  

Este y no otro fue el segundo jugador protagonista de la partida, también por cierto él tenía claro que sería el destino el que repartía las cartas.

Se aproximó como vendedor que era, a formar parte de Corporación Ballotta en su nuevo proyecto de fabricar en el Perú, en su sede de Ventanilla los primeros Catamaranes con diseño de Derek Kelsall de Nueva Zelanda.
Y así fue, los primeros cinco catamaranes que se produjeron con esa marca fueron vendidos por él.
Un día conversando con don Umberto frente a su escritorio en el astillero, Hernán pregunta: Don Umberto, ¿que es ese cuadro con recortes de periódicos, fotos de un Merlín y notas antiguas?
Contesta Don Umberto: ¡¡a!! esa es la “Miss Texas” un barco que tiene historia, lo tengo en Ancón.
¿Usted es socio del Club de Ancón? Pregunto.  No, me dijo, el doctor Bedoya Reyes solo me facilita la entrada…y seguimos hablando.






Llegó la oportunidad de ir a Ancón. Corría el 3 de setiembre del año 2006, entrada la tarde. Soplaba viento norte, el viento siempre toma el 
nombre del lugar de donde viene.

Ya Don Umberto había alertado al tripulante encargado del bote, pusimos pie en la raca de popa y por una entrada en el espejo de estribor, quedamos en la cubierta posterior.
Entramos al salón, fina madera, cedro, caoba, capirona y otra madera bonita y clara que en este momento no recuerdo el nombre, amplias ventanas permitían una vista panorámica de 360 grados. Una cocina adornada curiosamente con mayólicas de tono verde, le daban al recinto un ambiente por demás acogedor. Luego el puente de gobierno de la nave, la proa especial para mar duro, una muy bella escalera tipo caracol que da acceso a planta baja, camarotes y baños.

Lo navegamos, nos miramos, se lo compro dije, bueno pues contestó. Listo, trato hecho. Así fue, brevemente como me convertí en el último propietario del Yate “Miss Texas”. Ya se había convertido en un barco de recreo…

No voy a hacer en este relato una descripción detallada escrita, creo mejor recurrir a las imágenes de este yate modelo trawler cuya silueta llamaba la atención en el mar de La Punta Callao en la rada del Yacht Club Peruano.

Así navegué asiduamente por el mar peruano, pasamos con mi esposa y nuestro perro Huayki – boxer atigrado, un pero bello sin vanidad, fuerte sin insolencia y valiente sin ferocidad. Pasábamos los fines de semana a bordo y desembarcábamos en la mañana a comprar el periódico. Talvez uno de mis botes que más y mejor disfrutamos. 

Y así pasaron varios años. El tiempo solo es la simple sucesión de los instantes.

Apareció en escena el tercer jugador de la partida, José Koechlin Von Stein con deseos de iniciar el juego. Un hombre de esos que necesita la naturaleza de nuestro planeta, ama lo natural, comanda una organización como Inkaterra que vela por las áreas protegidas, la vida natural y silvestre, protector y cultivador de orquídeas su preservación y belleza.  La tierra y el mar, la flora y la fauna serán mejores cada día con su desvelo sin pausa.

La notoriedad de la silueta de la “Miss Texas” por los mares peruanos que le dio un vendedor de yates como Hernán Balderrama Jabaloya y su difusión en paginas de Internet a nivel mundial, la divulgación de su historia y fama pasadas, contribuyeron seguramente a despertar el interés de Koechlin a acercarse a la “Miss Texas”…

Tuvimos él y yo un primer encuentro un día sábado en el mar de La Punta, con el yate amarrado a su fondeadero. Grato encuentro al que siguieron charlas posteriores, separadas por intervalos diferentes. La “Miss Texas” seguía navegando.






El 15 de enero del 2013 Inkaterra compró la leyenda con el único propósito de que dejara de ser un yate como tal, y recobrara su estampa original como un barco para pesca de altura y retornara tan pronto concluyera su reconstrucción al mismo lugar de su destino primigenio: Cabo Blanco, en Piura - Perú. En esa zona José Koechlin a formado un área protegida como reserva marina.

Tomé parte activa y protagónica en la tarea, premunido de fotos y documentos gráficos de la época,  hasta que un día la nueva vieja estampa renació. Obra de varios artesanos navales peruanos que participaron de ello.

El capitán de la “Miss Texas”, un día con mar calmo recabó la orden de zarpe en la capitanía del Callao y emprendió el retorno a casa. A los tres participantes que jugamos la partida, nos confortó saber que retornaba al destino para el que fue creada.

“La felicidad nos espera en cualquier esquina, pero a condición de que no vayamos a buscarla”.
  

Thursday, December 07, 2017

LAS MUJERES ME HICIERON MAL




Pamplona es una ciudad mágica por donde se la mire. Hemingway lo adivinó ni bien puso sus pies en ella. La mística que la rodea está llena de historias y anécdotas. Más allá de sus sanfermines, las saetas enamoradas llegan al corazón.

En los últimos días, las escritoras Miren Epalza y Mirentxu Larrañiaga, inauguraron el ciclo de conferencias “Pamplona ciudad abierta-Iruña hiri irekia”, dentro de la segunda edición de Recuperando a Hemingway-Hemingway Bidaide, con la charla en euskera “Nada sin ellas-Emakumeak, ezinbestekoak”, en la que se resaltó la influencia del mundo femenino en la vida y obra de Ernest Hemingway.

Ambas escritoras pamplonenses, el sábado 2 de diciembre, coincidieron en que “Hemingway no hubiera sido el escritor que fue sin el apoyo de las mujeres que le rodearon”, afirmó Miren Epalza.




Entre las damas que marcaron el camino de éxito de Ernest Hemingway se encuentra Gertrude Stein, a quien conoció en el París de los años 1920. Considerada como la pionera de la literatura modernista, en la casa que compartían Gertrude Stein y su pareja Alice B. Toklas, se convirtió en el lugar de referencia cultural de la Europa de entreguerras. Picasso, Hemingway, James Joyce, Sylvia Beach, Juan Gris… convirtieron ese espacio en la sede central de la vanguardia europea.

Gertrude Stein vio en Hemingway algo especial, diferente, algo único que le llevó a apostar decididamente por el joven periodista que quería ser escritor. Pero antes le descubrió Sylvia Beach (editora y propietaria de la legendaria librería parisina ‘Shakespeare & Company’). Hemingway siempre estuvo rodeado de mujeres muy cultas, muy potentes, mujeres rompedoras… y todas ellas dieron su apoyo incondicional y apostaron por Hemingway”, explicó Miren Epalza.




La escritora azkoitiarra Mirentxu Larrañaga profundizó en la relación de amistad que unió a Ernest Hemingway con la también periodista y escritora Dorothy Parker, la primera que escribió y defendió públicamente los derechos sociales y los derechos de la mujer. “Dorothy admiraba la literatura de Hemingway; para ella ‘Por quién doblan las campanas’ era la novela por antonomasia. Decía que nadie podía escribir nada mejor que esta novela’. Dorothy, al igual que Hemingway, defendió la causa de la República y mantuvieron “siempre una relación muy cercana con los problemas de la sociedad y siempre denunciaron las desigualdades”.

Ambas coincidieron en asegurar que la leyenda de machista que persigue a Hemingway contrasta con la relación que mantuvo con las mujeres que protagonizaron el cambio cultural occidental en las primeras décadas del siglo XX.

Si vale agregar musas y polleras tengamos en cuenta que a Papa siempre le gustó estar rodeado de mujeres y a ellas también quienen lo buscaban en su afán de estar con un verdadero seductor. Además de sus cuatro esposas en la visa del escritor, no podemos ocultar a Ava Gardner, Ingrid Bergman y Marlene Dietrich, sin olvidar ese primer amor que inspiró “Adiós a las armas”, la enfermera Agnes Von Korowsky y que decir de Leopoldina su amor cubano y Adriana Ivancich.




Pero de eso ya hemos hablado y seguiremos rascando la olla para no dejar sin cupido al eterno Hemingway.


Wednesday, November 15, 2017

CAROL Y MARIEL








A Carol White le encanta mostrarse y gracias a su forma de relacionarse uno advierte que es una mujer de éxito. Yo con esto de pasarla bien trato de jugar a ser un seductor y, como ya Carol se ha dado cuenta, me sigue porque a ella le encanta eso de estar con un “tipo Hemingway”. Parece una tontera, pero la idea es vivir bien, gozar de los gratos momentos y escaparle a las enfermedades. Por eso cuando la depresión empieza a tironear los pantalones uno debe ajustarse el cinturón y mirar al cielo, así me lo enseñó un amigo que ya pisa los 85 años y está junto a una mujer de 40.

Carol es amiga de Rosemary Kelly, quien junto a Dan son los coordinadores del programa Ross Hil, el emprendimiento que desde hace 25 años se ocupa del tratamiento de enfermedades mentales.

Carol me invitó a participar de un encuentro y comento el error de decirle que no. “Te lo pierdes -dice-, la invitada es Mariel Hemingway”. Me recrimino y cambio de opinión tratándose de ella.



Mariel Hemingway cumplirá 56 años el 22 de noviembre, ha escrito seis libros; los dos más recientes, publicados en 2015. "Salió el sol: superación de los efectos de la enfermedad mental, la adicción y el suicidio en mi familia" (Blackstone Audio) y "Chica invisible" (Regan Arts). Este último escrito para adultos jóvenes sobre el mismo tema de la perspectiva de su yo de 14 años.

Hemingway en su charla dirigió brevemente su atención a la reciente oleada de actrices que revelaron historias personales de acoso sexual en Hollywood. El productor Harvey Weinstein,no tenía mucha experiencia con el cineasta-escritor-actor Woody Allen y el famoso bailarín-coreógrafo-director Bob Fosse. Mariel dijo que rechazó la invitación de Allen a París después de aparecer en su película "Manhattan" a los 16 años. También rechazó los avances de Fosse.

En ese momento, ella aparecía en "Star 80", una película de 1983 basada en la modelo de Playboy Dorothy Stratten, que fue asesinada por su marido Paul Snider en 1980. Fue la última película dirigida por Fosse.

"Estaba interpretando el papel de una Playmate, pero tuve que decirle que no podía imaginarme un desnudo", dijo. "No es lo que soy, y para mí, nunca fue una elección. Tenía miedo de decirlo.

En 2013 con el documental "Running From loco" Hemingway se esforzó en comprender mejor la historia del suicidio y la enfermedad mental de su familia, volviendo a Idaho donde se crió.

"Es muy interesante porque pensé en la enfermedad mental, pero no me di cuenta de que era mi propósito", dijo. "Eso realmente será una realidad, y podrás compartir tu vida".

Su historia está llena de luchas que terminaron en suicidio.Ernest, el padre de Ernest, el hermano de Ernest, un primo de Ernest, un tío, que algunos cuestionan, y su hermana Margaux.


Mariel Hemingway dijo que su abuelo sufría de depresión y altos maníacos."Honestamente, creo que fue mal diagnosticado, hoy se lo consideraría un bipolar", dijo. "




Rosemary Kelly agregó, "Mariel Hemingway es una vocera sobresaliente y una fuerza líder en la defensa de personas con enfermedades mentales. Nos sentimos honrados de que ella esté aquí para compartir su mensaje y su historia con nuestros invitados ".

Terminada la conferencia me acerqué a Mariel y le di un beso en la mejilla. Sigo soñando.



Thursday, October 26, 2017

CAROL WHITE Y EL PUTO DE HEMINGWAY



Carol White es una empresaria exitosa. Su familia maneja uno de los casinos más importantes de Panamá. Es Doctora en Economía y Master en Harvard University. Tiene 64 años. La conocí en el desayunador del hotel, estaba lista para iniciar su rutina aeróbica y yo para estirarme en un camastro a leer uno de los cinco libros que había llevado. La volví a ver al mediodía camino a la piscina, luciendo una malla enteriza color salmón. Rutilante, hermosa, seductora. Uno que viene de batallas perdidas y guerras interminables sabe que para lograr su objetivo debe actuar con cautela. El tiempo es fundamental al igual que la paciencia. No soy un Gatti de noche, me levanto al amanecer para escribir mis 60 líneas diarias y detenerme aunque la musa inspiradora siga dando vueltas. Es raro que me sume a bailes y congas. Soy patéticamente aburrido. No me gusta el casino, sufro cuando veo a esos enfermos que dilapidan sus ahorros y aparentan disimular. Carol es todo lo contrario, ama las mesas de ruleta, trasnocha a gusto, bebe con placer y baila siempre que puede. Al menos, desde la lógica, no somos empáticos. Sin embargo cuando observe que Carol llevaba bajo su brazo derecho la biografía de Hemingway escrita por Mary V. Dearborn, cargué resuelto mi accionar de zorro viejo. 





Como buen hemingwayano tengo mis reservas sobre el texto porque no agrega mucho más a lo ya dicho y tira de la cuerda con la ya gastada idea de homosexualidad del escritor. Para el lector novato todo puede resultarle cierto, y seguramente lo es, pero qué cambia la literatura de un escritor si es borracho, homosexual o drogradicto. El lector se tiene que comer 750 páginas para confirmar la inseguridad de Hemingway sobre su vida sexual. Dearborn dice que Ernest no es un homosexual reprimido sino una persona de género ambiguo. “Eso fue parte de lo que lo destruyó al final de su vida”, expresa la autora. Tal afirmación es torpe porque su delirio final fue su imposibilidad para seguir escribiendo y el desarraigo que le produjo salir de Cuba; ya para entonces el sexo era una anécdota. Con esto no desacredito la obra, es una vuelta de tuerca sobre este personaje tan rico en situaciones difíciles y escenarios complejos; tampoco pretendo ser el dueño de la verdad, pero aquello de que su madre lo vestía de mujer siendo un infante porque soñaba con la idea de hijos mellizos, la sorpresa de Ernest cuando vio que su madre acariciaba a una alumna en la clase de canto, la historia con Scott Fitzgerald y el “pene corto” y las fantasías sexuales de Hemingway con el corte de pelo corto en sus parejas, son parte de las apostillas que armaron un relato ejemplar y que Ernest se encargó en demostrar a cada paso con su personalidad pública. Fue auténtico, sin vueltas, quería una gran vida, quería ser el mejor, quería cagarse en todo y lo logró.




Me fui de tema, me acerco a Carol y le pregunto que le parece la obra...¿éste tipo es un puto reprimido?...cuestiona, clavando su mirada inquisidora. Le puedo preguntar si leyó alguna obra de Hemingway, apunto. Responde: Este libro lo compré en el aeropuerto antes de venir aquí porque mi padre siempre me hablaba de Hemingway. Le recomiendo “El jardín del Eden” que la va a ayudar para conocerlo más, agrego. Me sonrie y creo que es el principio de una buena relación. Antes que despierte le explico que es un libro erótico cargado de ambigüedad sexual donde Ernest golpea sobre su fascinación por la androginia y la homosexualidad, y remato: Si Hemingway hubiera publicado esta novela cuando la concibió, en 1946, no solo se hubiera tenido que enfrentar a la censura, sino a la destrucción de su propio mito.
Tomamos un trago, me dice. Perfecto,respondo.






Friday, October 13, 2017

CAROL AND HEMINGWAY





Uno pierde la cabeza por una mujer bella. No fue una tarea fácil. Carol traía 3 matrimonios a cuestas y dos amantes furtivos. Caí en la trampa. La conocí en Panamá. Era periodista del PanamaToday y coincidimos en un viaje a San Blas, región antes conocida como “Kuna Yala” donde habita el grupo indígena Guna. Es al noroeste, rodeado de 365 islas, algo que invita a pasar un día en cada una de ellas y así completar el año.

Todo comenzó con la noticia sobre ese primer relato escrito por Hemingway a los 10 años. Las catorce páginas que componen la ficción se han encontrado en el interior de una heladera portátil que estaba en su casa en Key West.

Ya les he contado la historia aunque siempre es bueno recordar que Ernest solía guardar escritos en distintos lugares, generalmente textos a los que no les daba crédito; pero después de su muerte, Mary que sabía de estas obsesiones, empezó a buscar por todos los rincones y en su recorrido llegó a la casa de la familia Bruce, viejos amigos de la pareja, quienes tenían cientos de objetos y manuscritos de Papa. Bruce, otro “basurero” que como Ernest no desechó nada, gracias a él muchas de las pertenencias de Hemingway se salvaron, entre ellas este relato con su respectivo mapa, poema y notas de gramática. El relato es del 8 de setiembre de 1909, está intacto y tras el huracán del 27 de septiembre apareció sano y salvo cuando al buscar entre los escombros se lo encontró. 



Hasta unos meses antes todos los especialistas sostenían que era un simple cuaderno de viaje sobre Irlanda y Escocia, escrito por este niño como una carta a sus padres. Pero al darse cuenta que Ernest nunca había hecho ningún viaje ni de niño ni de mayor a Irlanda, lo calificaron de relato imaginario. La trama es la historia de un muerto que cada año vuelve a reconstruir un castillo en Irlanda y lo celebra con una fiesta nocturna. Pero con las primeras luces del día el castillo se derrumba y el muerto regresa a su tumba. Bruce lo tenía guardado y poca importancia le daba. Unos quince años atrás tuvo el deseo de venderlo y no lo hizo porque no llegó a tiempo para anotarlo en la subasta.





Ahora todos dan sus opiniones aunque en rigor nadie sabe cuál fue la razón concreta del cuento. Unos dicen que respondió a una tarea escolar, otros para enviarlo a un concurso de la revista infantil St. Nicholas Magazine y el resto que se trató de un pedido de su hermana mayor Marcelline para presentarlo en el taller de periodismo de su escuela. Lo cierto es que el trabajito fue dejado por Mary Welsh en la casa de Telly Otto “Toby” Bruce, el amigote de Ernest y este lo preservó escondido en una caja, en la trastienda del bar “Sloppy Joe”, un lugar legendario donde se reunían frecuentemente.



Volvamos a Carol. Esto del cuentito terminó en relación inesperada aunque yo tengo en claro mi decálogo de seducción.

1- ¿Qué quiero con Carol?.
2- Puntualidad y poco perfume.
3- Lugar adecuado de encuentro.
4- Hablar lo necesario.
5- No preguntar sobre su vida anterior .
6- Cuidar lo corporal, gestos y ademanes.
7- Medir situación de mantener sexo (no proceder como un calentón).
8- Billetera alerta.
9- No hablar de política,religión y literatura.
10-Mirarla siempre a los ojos.

Sepan disculpar, suena mi celular y en la pantalla leo Carol White.






Wednesday, October 04, 2017

EL PEQUEÑO HEMINGWAY

Un relato hasta ahora desconocido del escritor estadounidense Ernest Hemingway reapareció luego de que el huracán Irma embistiera Florida.




De hecho, la furia de la naturaleza, de la que salieron ilesos el museo-casa de Key West del autor estadounidense y los descendientes de sus gatos de seis dedos, permitió también que se encontrara un manuscrito de cuando Hemingway tenía apenas 10 años. Se trata de un relato escrito con caligrafía infantil, fechado el 8 de septiembre de 1909.


    "Partimos para un viaje en Europa": ésas son las primeras palabras del texto que sobrevivió intacto en los archivos de la familia Bruce, amiga de Hemingway de mucho tiempo, dentro de una bolsa de plástico con cierre hermético.

    El escritor Brewster Chamberlin y la directora del Hemingway Letters Project, Sandra Spanier, lo habían descubierto en mayo pasado, pero ahora, después de que el valioso documento se salvara del huracán, revelaron su existencia. Se trata de un relato que fue dejado en la casa Bruce por Mary Welsh, la cuarta mujer de Hemingway, después de la muerte del escritor, junto con otras reliquias consideradas por ella sin importancia. Dichas reliquias fueron encontradas por Telly Otto "Toby" Bruce, amigo, mecánico, hombre de trabajo y ocasional conductor, en una caja en la trastienda del legendario bar "Sloppy Joe", donde el escritor era como de la casa en los años de Key West. Ese material permaneció hasta hoy controlado por la familia Bruce. En la portada medio rasgada del pequeño cuaderno, Hemingway había diseñado un mapa del noroeste de Estados Unidos. El cuento sin título es una reseña de un viaje a través de Escocia e Irlanda entreverado con cartas a los padres y diarios.





    Sólo cuando Spanier visitó los archivos Bruce en mayo se dio cuenta de que Hemingway nunca había hecho ese viaje, ni de niño ni de adulto.

    "Era el primer intento de ficción por parte de Hemingway, 15 años antes de 'Fiesta'", pensaron Spanier y Chamberlin, quienes hoy revelaron al diario The New York Times el descubrimiento. En una de las 14 páginas del manuscrito, Hemingway contó la historia de un fantasma que vuelve cada año a un castillo irlandés. El estilo es el de un niño, pero algunas técnicas, por ejemplo la típica de Hemingway de mezclar reportaje y fantasía para insertar un toque de realismo a las historias, ya están presentes. No está claro cuál fue la razón del cuento: si se trata de una tarea escolar, o si, como hizo su hermana mayor Marcelline con quien en la escuela secundaria había participado en un curso de periodismo, Hemingway lo escribió para enviarlo a una revista para niños, el St. Nicholas Magazine, que cada mes efectuaba un concurso literario.

    "Quizás -sugirió Spencer- esperaba ya volverse un autor de publicaciones a la tierna edad de 10 años".



fuente:ANSA

Thursday, September 28, 2017

VIENTOS DE CAMBIO (NO SIEMPRE)






Después de muchos meses y de continuos comentarios sobre este espacio, acudí a repasar el archivo documental llegando a la conclusión que las críticas avinagradas no eran tales. La pipa había nacido y crecido gracias a esa idea mesiánica de humanizar al viejo Hemingway (perdón, yo soy más viejo que Don Ernesto) y en mi afán de reciclarlo lo hice participar de mis aventuras cotidianas. Esta fórmula me permitió instalar en la memoria de muchos amigos la idea sobre que Hemingway resucitaba, o algo más atroz: que no se había suicidado. Así fue creciendo mi diario personal o bitácora escandalosa que con el tiempo se fue destiñendo y dejó esa fórmula de comentario cotidiano por una suerte de ensayo memorioso. Como suele decir un mediático periodista: "me debo a mi público" y esto no es otra cosa que una estúpida reflexión vacía de contenido, pero sumamente eficaz cuando de vanidades se trata. Por lo tanto, este cronista sin más peros, va a regresar con la frente marchita, a esos picantes comentarios donde su vida se entrelazaba con la Ernest y, entre uno y otro, las desfachatadas historias de las que se puede dudar sin ningún inconveniente. Les anticipo que todo ha cambiando y aquellos seguidores que piensan encontrarse con los viejos conocidos se sentirán defraudados. Esos posteos quedan para el recuerdo en letra impresa, resguardados en la edición papel de julio de 2007 y mayo de 2009. Ahora voy por la segunda parte, en una carretera bien acondicionada y con el motor en marcha. Los preparativos me condicionan para que la aventura se inicie el mes próximo. Mientras tanto los invito a leer la reseña que un fiel miembro de esta comunidad terapéutico subió haces unos meses cuando llegó a sus manos el libro que reunía los primeros 237 posteos.






Gatti nos ofrece un ensayo, que funciona también como una suerte de diario personal en el que mezcla la pasión obsesiva que siente por Ernest Hemingway así cómo sus anécdotas cotidianas. Ficción y realidad se mezclan de manera algo desconcertante (no sabemos qué es verdad o qué es fantasía), narrándolo con un particular sentido del humor. 

  
Uno lee este libro con la sensación de estar asistiendo a una charla en un café, por móvil o celular, por email, con un amigo al que siempre le pasan las cosas más insólitas, básicamente porque a todo lo que sucede le encuentra siempre alguna relación con Hemingway. Y aquí radica, pienso yo, la gracia del asunto: en una colección de posteos de un blog la mayoría no demasiado extensos en los que el autor cuenta sobre algo que le ha pasado, algo que ha leído, algo que ha evocado, un texto que recuerda, una cita… pero siempre o casi siempre Hemingway aparece de una forma u otra. 
  
Es interesante porque sirve para conocer muchas curiosidades sobre Ernest Hemingway pero también Gatti se fagotiza del tal modo con su obsesión que también llegamos a conocerle bastante bien, convirtiéndose en protagonista principal de su propia aventura literaria. 



  
Hay una sensación muy bonita de cercanía – lo que antes comentaba de la anécdota que te cuenta un amigo – que convierte cada una de estas entradas en muy amenas, divertidas, interesantes, curiosas, frescas, ágiles… A la vez que nos divertimos aprendemos cosas y a la vez que aprendemos cosas disfrutamos con las peripecias de Gatti en torno a su obsesión por su escritor favorito con quien existe una operación tan curiosa como paradójica de mitificación desmitificadora del personaje en cuestión: Hemingway 
  
© Joseph B Macgregor