Thursday, June 26, 2008

UN HEMINGWAY EN PUERTO RICO
La carta llegó por el correo privado DHL. La carpeta contiene un libro ilustrado de cuidado diseño. Nadie puede dudar de la calidad del mismo. Las tres primeras páginas del folleto son reproducciones de fotos de Hemingway con un breve texto del norteamericano. Después de la galería documental, las palabras de presentación son de Simón Evans, quién se pregunta: ¿Todavía Hemingway vive? Obviamente uno cae en la trampa porque está claro que Evans quiere mostrarnos un rostro rejuvenecido del polifacético novelista. En verdad Simón procede con enorme sutileza, nos vende el proyecto del actor norteamericano Tommy Lee Jones, de llevar al cine el libro Island in the streams donde Jones interpreta al pintor solitario Thomas Hudson. Toda esta diagramación es parte de una encuesta subrepticia para analizar si el filme tendrá acogida en el público. Evans no hace mención a la anterior versión dirigida en 1976 por Franklin J. Schaffner, titulada La isla del adiós y protagonizada por George C. Scott. Aquella cinta fue un fracaso y el temor de Jones es que este filme que costará 30 millones de dólares corra la misma suerte. La película se rodará en Puerto Rico siempre que Jones reciba el primer préstamo de 2 millones de dólares que le otorgará el Banco de Desarrollo Económico en calidad de “libre asociado”. Annette Montoto Terrassa, presidenta de la institución, declaró que “el vino a ver lo que ofrece el BDE; vino a ver que hay disponible. El préstamo es un adelanto en efectivo de los créditos contributivos, eso es parte de lo que ellos van a gastar aquí. Las condiciones ofrecidas a Jones son las mismas que disfrutó Benicio del Toro, quién estableció en Puerto Rico la compañía Guerrilla Films Inc para rodar parte de los dos largometrajes sobre el Che Guevara”. La preproducción de Islas en el Golfo mientras tanto trabaja en varios frentes. Un grupo sigue hablando con Morgan Freeman y John Goodman para los papeles secundarios. Otro determinando detalles sobre donde será la filmación que está planeada para enero del 2009 y se calcula que se extenderá durante 55 días. Finalmente el tercer sector, reunirá opiniones de especialistas en la vida de Hemingway a cambio de un crédito en el filme. Así aparezco involucrado en esta travesura de Simón Evans quién organizó un directorio donde equivocadamente me incluye. Después de la seducción publicitaria viene la invitación a “participar”, a ser parte de la “producción” y sentirse feliz “porque una vez más Hemingway está con nosotros”.
Sin embargo, lo más importante de todo el proyecto es que Tommy no es un improvisado en literatura. Antes de su carrera como actor y director, Jones incursionó en las letras y obtuvo un máster de literatura en Yale, con la tesis doctoral sobre la escritora católica, sureña y de origen irlandés Flannery O’Connor. Es bueno recordar que Hemingway le tenía poco aprecio a los universitarios de Yale. En cambio por Flannery sentía una profunda admiración.
Habrá que esperar, aunque como ya dije, no confío en el resultado de la obra de Ernest llevada a la pantalla.
¡¡¡ MUY PRONTO !!! LA PIPA DE HEMINGWAY - UN BLOG HECHO LIBRO - UN BLOG HECHO LIBRO - LA PIPA DE HEMINGWAY -

Tuesday, June 24, 2008


HACE UN AÑO EN LA HABANA
Como familia de gitanos llegaron a la puerta del Hotel Meliá. Pierette se anunció y en menos de 10 minutos los recibí en el lobby. Les propuse caminar una cuadra y en el shopping de Punta Carretas tomar un café. No me molestaba la sorpresa, me inquietaba a qué venían. “René y Tomás viajaron con Daniela al CIREN y la doctora Hilda Molina en persona los va a recibir”, anunció Tessie como vocera oficial. ¿Hilda Molina, la del quilombo con Fidel? “¡Sí, la médica que tienen secuestrada!”, grita para ser escuchada. Victoria que con la mirada sigue los pasos de Oliver, me aclara el panorama: “el tratamiento en el Centro de Restauración Neurológica cuesta 13.000 euros mensuales. Daniela tiene que estar por lo menos seis meses. René y mamá se van a turnar. Tomás alquiló una casa en el barrio Miramar y allí se quedarán”.
Todo esto un año atrás era impensado, difícil de comprender. Daniela no recibía la aceptación del grupo, ahora el extraño soy yo. René no participaba, ahora dirigía la orquesta. Tessie nos volvía loco a todos, ahora vestida de samaritana daba argumento a la novela. Pierette se levanta y sorteando obstáculos logra rescatar a Oliver. Regresa a la mesa y me pregunta: “¿Usted no quiere venir con nosotros, digo…como conoce La Habana y estuvo hace poco… nos puede guiar?”. Estuve a punto de dar el sí como novia en altar. Volver a Finca Vigía, hablar con Armando Cristóbal, saludar a Esperanza en el Hotel Ambos Mundos y no perder la oportunidad de reingresar a la habitación 511, tomarme un tiempo y charlar con Enrique Cirules, en fin, festival caribeño. No. En este momento creo que tengo que saltar el río y juntarme con los socialistas para ayudar al rockero Antonio. Algo me dice que este hijo de puta se va a salvar y nos va a enterrar a todos. Suena mi celular, es Fuster preocupado porque no sabe dónde estoy. Le comento que recibí visitas y que estoy atendiendo en el shopping. Me dice que la vieja aristocrática venezolana lo invitó a comer y que le preguntó por el “Hemingway argentino”. Me río, en la mesa nadie entiende nada. Tessie pone cara de bragueta y se levanta, Victoria llama al mozo, Pierette se rasca la cabeza y Oliver con sus ojos de enano sabio me trasmite la ternura de un instante interminable.
MUY PRONTO - LA PIPA DE HEMINGWAY - UN BLOG HECHO LIBRO - UN BLOG HECHO LIBRO - LA PIPA DE HEMINGWAY - MUY PRONTO-

Friday, June 20, 2008

LA BRÓTOLA, UMBERTO ECO, EL FRIGOBAR Y HEMINGWAY
Estoy tratando de guardar una brótola congelada de tres kilos en el frigobar de mi habitación. Antes de iniciar esta verdadera hazaña intenté convencer al jefe de cocina del hotel para que me hiciera el favor de conservarla en el freezer hasta mi partida. “Imposible señor, todos los días se supervisa la mercadería en depósito y no puedo decir que el pescado es de un pasajero”, me recita con serenidad. Mientras cumplo con la tarea, insulto a Brian Fuster por haber sido el causante de esta maniobra. El muy tonto aceptó el regalo de tres brótolas que su amiga Danna le obsequió con verdadero placer, porque habían sido pescadas por ella misma. Después de retirar de la heladera las botellas y latas de gaseosas, empecé a recordar aquella historia contada con envidiable humor por Umberto Eco, sobre cómo viajar con un salmón. El escritor aprovechando el buen precio de un salmón ahumado, compró en Estocolmo una pieza congelada envuelta en plástico y lo cargó hasta su hotel en Londres. Allí se encontraría frente a un grave dilema. Eco vació la heladera y colocó el pescado al fresco. Claro, las bebidas, galletitas, almendras, chocolates y maníes quedaron sobre la mesa. Al día siguiente cuando regresó de su conferencia se enfrentó con el salmón sobre la mesa y el frigobar lleno. Volvió a repetir la operación y a la vuelta de su charla nuevamente la heladera estaba repleta y el salmón lo miraba sereno desde la silla. A las pocas horas debía dejar el hotel y al solicitar la cuenta casi se desmaya, le habían facturado todo lo que salió de la heladera en las dos oportunidades. Obviamente se quejó pero la respuesta fue terminante: “El solo hecho de sacar del frigobar un producto, para nosotros es sinónimo de consumo”. Desesperado lo llamo a Fuster y el maldito se ríe. Me quiere sosegar con el argumento pueril de que esa historia es un cuento de Eco. Dejo todo y bajo a la recepción. Le explico mi situación al atildado joven. Me escucha pero no me quedo conforme. “Tengo una brótola y por motivo de espacio debí sacar de la heladera las botellas de vino, champagne y las latas de gaseosas. No voy a consumir ninguna. Le aviso para que no me carguen nada en mi cuenta”. El muchacho me pregunta:¿Se siente bien señor?. “Sí, claro, estoy perfecto”, le respondo. En el salón dentro de unos minutos comienza un ciclo dedicado a Gregory Peck con un documental titulado Gregory Peck: His Own Man y Las nieves del Kilimanjaro. “¿Y eso qué tiene que ver con la brótola y el frigobar?”. Nada señor. “¿Las nieves del Kilimanjaro…1952…Ava Gardner y Susan Hayward…?. No está mal...no esta mal.
Me siento en el auditorio y un video con imágenes de Cuba me golpea. Se trata del clip del grupo holandés Blof interpretando el tema Hemingway. Son 3.30 minutos, el tiempo suficiente para no pensar en la brótola congelada y el frigobar de Umberto Eco.
LA PIPA DE HEMINGWAY - UN BLOG HECHO LIBRO -

Wednesday, June 18, 2008


LIBRO POR ENCARGO( HEMINGWAY AUSENTE)
Sigo en Montevideo. Brian Fuster pretende que me queda una semana más para que lo acompañe en su recorrido. Necesita saludar a su amiga Danna, casada con su primo Robert, y después terminar con una pareja de franceses que los conocí cuando estuve en el festival de jazz de Lapataia. Le digo que yo también tengo algunos compromisos. El rockero Antonio está nuevamente internado y mis amigos los socialistas me critican porque hice abandono de persona. Daniela posiblemente sea trasladada a un centro de alta complejidad porque Tessie comenzó a darse cuenta que la tarea no era fácil. Mi editor me está llenando la casilla de mensajes con textos de marcada reclamo al no recibir respuesta de mi parte sobre cuando será la presentación del libro. Obviamente aquí estoy y todo indica que con el colorado Fuster terminaré la rutina. Dentro de unos minutos dejaré mi habitación y arreglaremos el itinerario. Brian me dijo que estaba con una mujer mayor que había formado parte del círculo cercano al dictador venezolano Pérez Jiménez. Cuando me la presentó en la cafetería del hotel me pareció una dama de película de época y, en rigor sin temor a equivocarme, pisaba los 85 años. Brian me anunció como “un especialista en la vida de Hemingway”. Me dije: “a esta vieja de mierda que le importa mi especialidad”. La dama aristocrática me miró con cierto aire de nobleza y sin dejar de apoyar su taza de té sobre el plato, habló: “Mi amigo Pérez Jiménez era un enamorado de su país, en los años 50 cuando gobernaba, le recomendó a su ministro del Interior Laureano Vallenilla Lanz, que se conectara con los mejores intelectuales de esa momento para ofrecerles la realización de una novela histórica cuya única condición sería que versara sobre el país. Vallenilla Lanz se inclinó por Albert Camus, Camilo José Cela y Ernest Hemingway”. Esta mujer no parecía ser una mentirosa así que la dejé seguir. “Camus nunca le respondió, Hemingway se hizo el distraído y Camilo José Cela aceptó. El español viajó a Venezuela y se vino con un contrato espectacular. Después supe que la novela propagandística se llamó La Catira ¿Usted conocía esta historia?”, me punza la vieja. No señora, es más, me parece un poco fantasiosa, Hemingway y Camus no tenían necesidad de un trabajo a pedido. “¿Y Cela?”, me dispara. Me guardo la opinión, le respondo.
La despedimos a la dama que viste un tapado de piel hasta los tobillos. Brian me guiña un ojo y eso en nuestro código quiere decir “almuerzo o cena”. Buen Provecho.
UN BLOG HECHO LIBRO - LA PIPA DE HEMINGWAY -

Thursday, June 12, 2008

DE ESO SE TRATA ( DE VIVIR )
“El primer signo extremo de un país mal gobernado es la inflación y el segundo la guerra. Ambos producen el mismo efecto: la ruina permanente del país que lo produce”, recita Brian Fuster sentado a la mesa del restorán “El viejo y el mar” de Montevideo, donde compartimos una brótola a la gallega. “Esto lo digo por Estados Unidos y Argentina. Bush, el peor presidente que conocí, nos metió en la caldera y a ustedes les falta poco para quemarse”, machaca.
Son las cuatro de la tarde del sábado con sol radiante. Nos prometemos caminar por la rambla hasta Carrasco y después regresar al Hotel Meliá de Punta Carretas. “¿Notaste José que aquí en Montevideo hay pocos cafés?”, anuncia Brian. Le respondo que estamos en la catedral del mate, esa infusión milagrosa rioplatense que cada día es más requerida por los extranjeros. Mientras circulamos unos diez ciclistas pasan a nuestro lado y varias parejas de adultos mayores caminan a paso rítmico. “¿Sabes que no me veo hecho un viejo de mierda con una abuela a mi lado?”, confiesa el colorado norteamericano. “Me cansé de las mujeres rutinarias, ahora estoy con una tailandesa que vive en la isla de Olango, denunciando a los traficantes de acuarios que pescan con cianuro a los peces que se esconden en las grietas de los corales y matando a la mitad de las especies que capturan. Los mercenarios venden anualmente en el mundo 200 millones de dólares de mercadería capturada ilegalmente. Omma, es una hermosa mujer que vive de eso, es bióloga marina y esta metida con el medio ambiente”. Hace un año-le recuerdo-estabas en Chile hablando en una reunión de borrachos sobre libros y me decías que nos teníamos que encontrar en Uruguay o Venezuela. Bueno…aquí estamos, sobreviviendo a tanto despelote. “Me gustó eso de Harold Pinter de hacer una protesta contra Bush en Londres cuando el tejano borracho se reúna con Gordon Brown. Por allí también la democracia es una mierda, no lo dejaron protestar en la puerta de Downing Street, donde vive el premier, porque no están vigentes las “normas de seguridad”. Yo pensaba en los escraches, en los aprietes patoteriles y me reía para adentro. Fuster no conoce Buenos Aires y el encanto de las manifestaciones espontáneas le resultaría como una manifestación de los gay en San Pablo. “Te traje el último libro de Juan Villoro De eso se trata que es una obra maravillosa y destila Hemingway a cada página”.
Ya la tarde va cambiando, no hay mucho aliento para el regreso en caravana y un taxi es la salvación hasta la puerta del hotel. Coincidimos en encontrarnos a las 21.30 para cenar en el restorán. Subo hasta mi habitación y me desplomo sobre la cama para hojear De eso se trata. Me sobresalta la música del celular. Es Victoria. Me comunica que Simoneta se marchó a París y que Tessie será la nueva tutora de Daniela. “Mamá, alguna vez tenía que dejar de ser Tessie”, gimotea. No quiero herirla, pero ya estoy destemplado para apiadarme con este pasatiempo que su madre se empeña en demostrar a todos nosotros.Perdón, a ella misma.

Tuesday, June 03, 2008

HEMINGWAY DELIRA
Simoneta me invita a tomar un café. Nos detenemos en el Florida Garden. Son las seis de la tarde y anochece. Tessie y René se quedaron al cuidado de Daniela. Presiento que esta reunión es tramposa. Reconozco que al principio se cruzó por mi mente la fantasía de una declaración amorosa. ¿Por qué no? A poco de sentarnos y ordenar nuestro pedido, el pensamiento mágico quedó sepultado: “Le quiero pedir el enorme favor de que se case con Daniela. Yo no podré seguir demasiado tiempo aquí. Mi hijo y yo le garantizamos la cuota económica necesaria o el valor que indique por esta acción solidaria”. A medida que Simoneta hablaba se me mezclaban las imágenes y el recuerdo del abandono de Tessie. No sería loco afirmar que esta hija de puta hubiera recibido el aval de la otra mal parida.¡¡Qué mierda les pasa a estas mujeres por la cabeza para dejar a sus hijas!! ¡¡Le entrego a la perrita con el collar de oro y usted la pasea por el parque!! No tienen perdón. Son porciones de miseria, restos de carroña, migas de pan envenenado. Simoneta se dio cuenta que había caído en el peor de los pecados: la indiferencia. Lo único que quería era sacarse un peso de encima. Al diablo con la historia, la niñez, las aventuras adolescentes. Daniela era ahora una bolsa de huesos con una mirada perdida que tal vez pasara el resto de sus días en una silla de ruedas, mientras su madre alegremente levanta trufas en el bosque y bebe champagne en los hoteles. Tenía ganas de marcharme, de irme, de mandarla al carajo. No deseaba verla más. Nos despedimos secamente. Ese sería un adiós definitivo. Caminé por Florida rumbo al sur. Todavía estaba expirante. Quería llegar al departamento, al silencio tembloroso de mi cuarto para tirarme en la cama y escuchar en la voz de Luis Eduardo Aute ese tema que me lleva volando a Cuba, que me traslada al café Dos hermanos, que me hace caminar por las calles de La Habana. Ese son llamado Hemingway delira que no parece terminar nunca.