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Wednesday, August 19, 2015

ERNEST MURIÓ DE CÁNCER DE ESPÍRITU





 Una vez más volvemos al día trágico. El paso del tiempo cronológico se despega del psicológico. Los fantasmas disfrazados de recuerdos oscurecen un tiempo que ya parecía perdido. Es mentira que el olvido siempre triunfa. En la mente todo resuena, todo se esconde detrás de un manto tenue de cenizas. Entonces aparecen los testimonios, las hojas olvidadas sin destino o el eco de las palabras pronunciadas. Uno revuelve los papeles y sencillamente se detiene ante una foto, ante una frase que lo golpea. Esto me ha pasado. Estaba reorganizando mi archivo y sin pedir permiso me pega un cachetazo: “Ernest murió de cáncer de espíritu”…qué duro, además del cáncer, el espíritu doblegado. Lo expresa Mary Hemingway y ya saben ustedes mis diferencias con ella, sobre todo con aquello que sigo pensando del “abandono de persona”. Listo, lo dije. Les puede gustar o no pero es lo que pienso.
  Tal vez sea más fiel la entrevista que Ramón Sánchez Ocaña realizara a una Mary, recién llegada a Madrid, el 20 de marzo de 1977. Pasaron unos cuántos años, sin embargo, los fantasmas disfrazados siguen cruzando el cielo.

Mary Hemingway ha llegado a España con sus ojos claros y su maleta de recuerdos. Mary Hemingway, viuda del Premio Nobel, escritora ella también,corresponsal de guerra en la segunda contienda mundial, pequeñita, con un pelo blanco ensortijado y unas manos grandes que hablan solas, ha vuelto a Madrid; y ha vuelto a ocupar la habitación del hotel donde, no hace muchos  años, ella y Ernest festejaban San Isidro.






 Y cuando le hablas de  recuerdos, ella se vuelve a Cuba, a aquel barco que Ernest tenía  para pasar sus horas frente al mar. «No tenía comodidades. Era  una máquina para pescar», comenta ella. Se sitúa allí, en Cuba,  leyendo, pescando, escribiendo, con los únicos testigos del mar y  las estrellas. Ella recuerda sin gesto de dolor, pero la nostalgia se  asoma a sus ojos. Y entonces enciende un cigarrillo, y bebe una  ginebra. No se pueden desgranar recuerdos con esta mujer, que es  ella un puro recuerdo. Aquel barco, en Cuba, durmiendo en la popa,  al aire, viendo como las estrellas iluminaban la panza de las agujas,  aquellos peces largos, narigudos y brillantes. Todo es un recuerdo  en esta tarde madrileña; un recuerdo en el que flota la sombra  continua de esa especie de ídolo de periodistas que se llamó Ernest  Hemingway. Cuando le hablas de Ernest Hemingway, así, con todas las letras,  ella tiene sensación de que se está hablando de un extraño. Un  extraño que ahora define como «un niño bien educado, a veces  violento, de buen humor, a veces ángel, cambiante ... » Eterno  Hemingway, este Ernest sin barbas de chivo, recio él, varonil, al que  uno se imagino siempre junto a una bota de buen riojano, y ante  una vida llena y plena, cargada de sensibilidad y de vitalidad. Deja volar la memoria y nos cuenta cómo estando en Londres  conoció a un escritor de renombre, Hemingway, «que llegaba ahora  a escribir sobre la guerra». Para los que la llevaban viviendo y  viendo desde hace años, como era el caso de Mary, el hecho de  que llamaran después a los escritores conocidos les resultaba un  tanto molesto. Yo estaba comiendo en un restaurante con Irwin Show. Y enfrente  estaba él. Se acercó y le dijo a Irwin: «¿Por qué no me presentas a  esta mujer?». Nos presentó. Y solamente comentó: «Espero que  podamos almorzar juntos alguna vez. » Corría el mes de mayo de  1944. 






 No nos tratamos con calor, esa es la verdad. Nosotros, los  corresponsales, habíamos seguido la guerra desde el principio. Y  cuando se acercaba la noticia del final, llamaban a  los grandes. Pero bueno, la verdad es que resultó simpático.  Almorzamos dos o tres veces, y un día, que estaba yo con una  amiga, Ernest me dijo simplemente: «Mary, no conozco mucho de  tí, pero quiero casarme contigo.» El estaba casado, y yo también;  aquello me pareció un chiste, algo ridículo. Pero tenía razón Hemingway. Acaba la guerra, ella se divorcia y va  a Cuba a verle, a ver al potente Herningway jugar con sus gallos de  pelea y sus horas de mar. Y se casan. La vida entonces para ella y para él toma otro color. Allí aprende  ella el castellano, que aún hoy habla, después de dieciséis años. Y  allí vivieron juntos hasta el 2 de julio de 1961. Mary lo recuerda muy  bien. Cáncer de espíritu ¬Aquellos días estaba raro. Al revés de como había sido siempre:  silente, suspicaz, con temor a todo y de todo. Aquella alegría de  niño encantador que tenía, se había cambiado por una  preocupación constante. Lo estudiaron médicos de todos los  Estados. Pero no hubo solución. Tenía un cáncer de espíritu. Una  profunda depresión. Ninguna cura pudo salvarle. Sí, como un  cáncer del espíritu. Estábamos en la casita de Idaho. Era domingo.  Eran las ocho de la mañana. Yo sentí un ruido y me desperté. Creí  que alguien había cerrado un cajón demasiado fuerte, Bajé, y me lo  encontré tendido en el suelo, con su escopeta en las manos. Se  había disparado dos tiros. Hace una pausa. Enciende un nuevo  cigarro y comenta que nunca pudo aceptar la idea de esa muerte. Y  emprendió la huida. Allí se acababa el sosiego, la amistad («En mi  diario tengo anotado, un día que comimos solos, después de 54  días. Siempre había amigos en casa.») El viejo y el mar Y hablamos de libros.¬Es como cuando te preguntan: ¿De tus hijos,  a cuál quieres más? No se sabe, no se puede elegir. Cada uno de  los libros tiene su porqué. A mí me gusta mucho, porque creo que  comprendió perfectamente al pueblo español, Por quién doblan las  campanas. Y me gusta, porque he conocido a muchos hombres  como el viejo Santiago, El viejo y el mar. («Era un viejo que  pescaba solo en un bote en el Gulf Stream, y hacía 84 días que no  cogía un pez»). Ernest estaba muy contento cuando concluyó esta  novelita. La escribió sin parar. Yo leía cada noche los folios nuevos  que él iba escribiendo. La terminó en menos de dos meses. Y  cuando se estaba acercando al final comentamos un día: «Mi vida,  me parece que vas a dejar morir a este viejo tan simpático.  Supongo que no se te ocurrirá.» El hizo un gesto simplemente:  «Bueno, pero es que matarlo sería demasiado fácil ¬insistí¬ Matarlo  o dejarlo morir de viejo sería la solución más barata.» Por fin no lo  mató. Santiago vivió un poco gracias a mí. «Allá arriba ¬termina Hemingway la novela, junto a Camino, en su  cabaña, el viejo dormía nuevamente. Todavía dormía de bruces y el  muchacho estaba a su lado contemplándolo. El viejo soñaba con los  leones marinos.» Mary Hemingway fue la cuarta mujer en la vida de Ernest. «El fue  mi tercer marido. La vida a su lado fue muy tranquila. Sí, ¡claro que  nos peleamos! Muchas veces. Los dos éramos de carácter muy  violento. Pero le advierto una cosa: para nuestro¬ vocabulario fueron  muy buenas aquellas discusiones. Especialmente para saber cómo  podíamos decir cada uno una frase más fuerte. Discutíamos en  español. Pero si llegaba a más, empleábamos el inglés. De todas  formas, eran batallas que apenas duraban diez minutos. Bueno,  menos una vez, que duró hasta dos meses. Pero salvo eso, la vida  en común fue muy tranquila.» El testamento Dentro de un año, quizá dos, se publicará la que será posiblemente  ya la última obra de Ernest Hemingway. Mary y los editores trabajan  actualmente en ella.¬ Desde que murió se han publicado ya cuatro  libros, porque Ernest dejó escritas muchas cosas. Ahora estamos  preparando la edición de un libro de cuentos sobre la guerra  mundial. Ernest dejó mucho escrito. Entre otras cosas una novela  muy, muy larga, con partes bastante malas. 







 Dos principios dice ella que inspiran las ediciones posteriores a la  muerte del escritor. ¬En su testamento, que hizo siete años antes de matarse, Ernest  me dejó todo a mí, incluyendo su propiedad literaria. Las  condiciones que nos hemos impuesto fueron, por un lado no  publicar nada de calidad inferior a lo que se publicó en vida con su  aprobación; y por otro, que sólo esté firmado por Ernest, sin que  nadie le arregle nada. Habla de España, de los toros («Son como las películas. Cuando  una corrida es buena, es muy buena. Pero cuando es mala, no hay  quien la aguante»). Sonríe, sonríe siempre, levanta sus ojos  vivarachos, mira al techo del hotel, y después recuerda aquel San  Isidro de cualquier año.

Thursday, July 16, 2015

LA CASA RESPIRA



 Los que pasamos alguna vez por Finca Vigía, sabemos del sacrificio y la dedicación asumida por los funcionarios del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, para que el espíritu y material documental de Ernest sigan presente a pesar de los años. En ese camino lleno de dificultades, una fundación estadounidense enviará cerca de 900 mil dólares en material a Cuba para construir un gabinete que conserve los libros, cartas y fotos de Ernest Hemingway. Es la primera gran exportación de materiales de construcción a la isla desde que el presidente Barack Obama suavizó el embargo comercial con el hasta ahora enemigo cercano.. Y todo parece como el despertar de una primavera después de tantos años de oscuridad. El tiempo que siempre es el testigo de la memoria comienza a dejar en claro todos aquellos entretelones cínicos que obligaron al escritor a escaparse con lo puesto a Estados Unidos y, a partir de ese momento, comenzar a transitar su muerte lejos de sus cosas íntimas y cotidianas.




 La fundación Finca Vigía, asentada en Boston, busca desde hace años ayudar a Cuba y evitar que miles de documentos se desintegren poco a poco en la humedad y el calor abrasador del hogar en donde vivió y trabajó el escritor estadounidense, en las afueras de La Habana, entre 1939 y 1960.

 Los funcionarios del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, deseaban construir un laboratorio de conservación, pero dijeron que no tenían el financiamiento ni los materiales para hacerlo.

 “La edificación real de un taller- almacén servirá para la restauración de piezas y su almacenamiento”, dijo la directora ejecutiva de la Finca Vigía Foundation de Estados Unidos, Mary Jo Adams, citada por la Agencia de Información Nacional. Adams participó en el Coloquio Internacional Ernest Hemingway, evento que cada dos años reúne en Cuba a expertos en el estudio y conservación del patrimonio cultural y que en este 2015 contó con una amplia presencia de estadounidenses como consecuencia del deshielo entre Washington y La Habana, según los organizadores.




 La directora del museo cubano Finca Vigía, Ada Rosa Alfonso, explicó a periodistas que la construcción del taller “responde al pedido que realizó la fundación estadounidense a la alta dirección de su país” y adelantó que “pronto” comenzarán a llegar a la isla los materiales “para hacer realidad este proyecto”.

 Alfonso destacó que el taller “estará ubicado a la entrada de la propiedad”, situada en el suburbio de San Francisco de Paula, en el sur de La Habana, donada a Cuba por los herederos del escritor y convertida en un museo que es visitado cada año por miles de turistas.

 Es prácticamente imposible encontrar materiales de primera calidad en gran parte de Cuba, y los propietarios de viviendas se ven forzados a comprar pintura y bombas de agua robadas de agencias gubernamentales y a pagarle a extranjeros por traerles artículos tan grandes como lavabos y alacenas en su equipaje documentado. En ferreterías, administradas por el gobierno, solicitar un artículo tan mundano como una caja de tornillos puede provocar risas entre los vendedores.





 La propuesta de la fundación para enviar contenedores con 862 mil dólares en materiales diversos, desde tuercas y tornillos, hasta techumbre, fue aprobada por el gobierno de Estados Unidos en mayo, después de que Obama concediera una serie de excepciones al embargo comercial contra la isla. Las excepciones incluyen permisos para que los estadounidenses exporten materiales donados con el objetivo de apoyar a la gente cubana en áreas como la ciencia, la arqueología y la conservación histórica.

 Los arquitectos, ingenieros y obreros cubanos utilizarán los materiales estadounidenses y bloques de cemento y argamasa cubanos para construir un laboratorio de 223 metros cuadrados  en donde miles de fotos, aproximadamente 9.000 libros y una gran cantidad de cartas de y para Hemingway, podrán tratarse y conservarse.



 “Hará una gran diferencia”, dijo Mary-Jo Adams, directora ejecutiva de la fundación Finca Vigía, la cual opera con financiamiento privado y fue creada en 2003. “Podrán conservarse a partir de ahora todo ese material por décadas en el mejor estado”, agregó.

 El conductor de programas de bricolaje en la TV Bob Vila, un miembro del consejo directivo en Finca Vigía que es cubanoamericano y habla español fluido, ayudará a supervisar el proyecto, dijo Adams. La directora del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural de Cuba, dijo además a The Associated Press, “que no podía hacer comentarios de inmediato en relación al proyecto”, aunque todo es lo suficientemente claro en este aspecto.

 La serie de excepciones que Obama hizo en el embargo, un mes después del anuncio de la distensión de relaciones con Cuba del 17 de diciembre, están diseñadas explícitamente para ayudar a ciudadanos comunes de Cuba y al sector privado floreciente de la isla, más que a su gobierno socialista.

 Los funcionarios del gobierno de Obama reconocieron desde el principio que sería imposible evitar que la normalización de relaciones ayude al aparato estatal criticado por Estados Unidos por la falta de libertad económica y política. El turismo estadounidense en la isla aún está prohibido por la ley de Estados Unidos, y críticos del compromiso de Obama con Cuba dicen que simplemente se canalizará dinero al gobierno de Raúl Castro.





 Finca Vigía es uno de los atractivos más populares en La Habana y sus cuotas de entrada se destinan al gobierno, pero Adams dijo que el laboratorio de conservación será independiente. “No atraerá a visitantes, sino que mantendrá segura a la colección”, dijo.
 La funcionaria también expreso que  las preguntas en relación a la ética de un proyecto que trabaja con el gobierno cubano se disiparon hace mucho.“Quizá era un tema sensible hace 10 años. Ya no lo es”, sostuvo.


  Presidida por Jenny Phillips, nieta de Maxwell Perkins, editor y amigo de Hemingway, la fundación firmó en el 2002 -lo renovó en el 2014- un convenio con el Consejo Nacional del Patrimonio de Cuba para preservar los documentos y la casona de Finca Vigía.

Alfonso destacó que ese convenio “ha permitido la preservación (restauración y digitalización) de miles de documentos, entre ellos cartas, anotaciones, libros, revistas, entre otros materiales”.

 El museo guarda una valiosa colección de 23.000 piezas, entre las que se incluyen documentos originales y obras de arte, armas, trofeos de caza, muebles, equipos eléctricos y mecánicos, ropa y objetos de decoración.

 La colección también incluye el yate El Pilar, en el que Hemingway solía salir a pescar e incluso intentó detectar submarinos de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

 Paralelamente en Washington, la Sección de Intereses de Cuba en esta ciudad inauguró  un espacio de esparcimiento dedicado a Ernest Hemingway, como un homenaje a quien pasó una cuarta parte de su vida en la isla y en momentos de tensión en las relaciones con Washington.

 En el lugar  se sirvieron los tradicionales mojitos y daiquirís, como los que bebió el escritor en La Habana, con ron blanco, limón, toronja y jarabe de caña- no estará abierto al público-, pero operará en ocasiones especiales de manera gratuita.




 Ante un grupo de invitados y periodistas, el jefe de la Sección de Intereses (especie de embajador), Jorge Bolaños, destacó la 'ocasión especial' y lamentó que tan poco se haya escrito en los Estados Unidos 'de la cercana relación de esta figura trascendental y su relación con Cuba'.

Finca Vigía recibe un aire renovado y se encamina a una nueva aventura, a otro desafío donde siempre está presente el alma de Ernest Hemingway.



Friday, June 19, 2015

RUFINO ME CUENTA HISTORIAS







Todavía con la resaca a cuestas después de la presentación de mi novela policial Carne en flor, y recién despertando de los elogios de amigos; me sumerjo en las aguas del mar Pacífico y voy a la búsqueda de ese último merlín humano que sigue amarrado a su historia en Cabo Blanco. Hace un tiempo, después de saber que la mítica embarcación Miss Texas regresara a esas costas, tuve el deseo de organizar el segundo encuentro de “El mar de Hemingway”, contando con los buenos augurios de mis amigos hemingwayanos, pero todo quedó en el intento, fue una especie de deseo incumplido que alguna vez se concretará. Claro que el tiempo siempre juega una mala pasada y no siempre va a estar esperando mi decisión el gran Rufino. Cuando digo Rufino estoy nombrando a Rufino Tume, quien en su juventud fue el capitán del Miss Texas, el barco que solía elegir el autor de Por quién doblan las campanas, que todavía flota frente al malecón. Y allí está el anciano, acariciado por una nube de tiempo y acorralado por la brisa marina que llega hasta su poltrona en el porche de su casa. Y allí está, cercado por las historias que guarda en la caja china donde aparecen otras historias que se asemejan al laberinto borgiano. Como muchos lugareños, en su juventud fue pescador, pero luego se convirtió en el capitán de un barco pesquero, el único que subsiste de aquella época, ya que fue restaurado. Y entonces la acuarela pinta la ruta sinuosa que se desliza hasta llegar a Cabo Blanco donde el mar está repleto de yates y barcos pesqueros. La mayoría de las casas está pintada de color durazno o violeta, los mismos tonos en que se presenta el caracol spondylus, que abunda en la zona y fue usado como bien de prestigio en las sociedades preincaicas. Hoy se lo ve adornando los frentes de las casas, en artesanías colgantes y en joyas –en su versión pulida– que se encuentran en la feria de artesanías de Máncora.




El restaurante Black Marlin es otro punto insoslayable en Cabo Blanco. No sólo por su abundante “fuente de mariscos” sino porque Francisco Chávez Rondoy, encargado del local, sabe al detalle la historia de este pueblo de pescadores, reconocido en el mundo por la pesca del merlín negro, muy parecido al pez espada, que alcanza hasta cinco metros de largo y 700 kilos de peso. En los alrededores se pescan lenguados, róbalos, meros y corvinas, entre otras variedades, pero el merlín negro es símbolo del lugar, ya que en 1953 tuvo lugar un record: el estadounidense Alfred Glassell Jr. pescó un ejemplar de 707 kilos. La hazaña de este filántropo, deportista y aventurero se conoció en el jet set mundial, lo que atrajo a Cabo Blanco a personajes como el príncipe de Edimburgo, el comediante Bob Hope, el empresario Nelson Rockefeller y la bella Marilyn Monroe. Todos querían experimentar la emoción de la pesca de altura pero no tuvieron la misma suerte que su compatriota. La historia llegó también a oídos del escritor Ernest Hemingway, quien en 1952, un año antes, había publicado su novela El viejo y el mar.




En el malecón de la aldea, una pintura que muestra el rostro del escritor sobre el fondo de una ola recuerda su paso por allí, en 1956. Muchos dicen que Cabo Blanco inspiró la ficción que le valió los premios Pulitzer y Nobel de Literatura, aunque en realidad ya había escrito El viejo y el mar cuando llegó a la costa peruana, donde permaneció durante 33 días. Hemingway se alojó en el Club de Pescadores, que hoy está abandonado y en ruinas. Chávez Rondoy, acodado en la barra del restaurante, habla de tres pobladores que acompañaron al escritor en sus salidas de pesca y sus noches de copas. Pablo Córdoba, quien falleció el año pasado, era su barman preferido. A pesar de estar en la tierra del pisco, parece que “Ernesto” –así lo llaman por aquí– prefería el mojito. Pero camino a El Ñuro todavía se encuentra a Máximo Jacinto Fiesta, de 91 años, el encargado de prepararle las carnadas, quien logró atrapar a un merlín de 510 kilos. La prueba es una foto de Hemingway con su presa que adorna una de las paredes del local.





 “Ernesto era un gringo muy buena gente” sostiene Rufino, de 90 años, quien sueña con abandonar su bastón y volver al mar como en aquellos días en que se embarcaba en el Miss Texas y llevaba mar adentro al escritor y a su esposa, Mary Welsh. Durante 33 días, Rufino fue como Manolito, el joven que acompañaba al veterano pescador de El viejo y el mar. Cuando Hemingway dejó Perú mantuvo correspondencia con Rufino durante largos años e incluso lo invitó a Cuba para eventos de pesca deportiva. El recuerdo de aquellos días de aventuras está plasmado en una foto, que muestra a Hemingway sobre la cubierta del yate rodeado por un grupo de jóvenes entre los que se destacan los sonrientes Fiesta y Rufino. El anciano sonríe y aferra la foto contra el pecho en un gesto de nostalgia, un sentimiento que lo hace despertar cada día a las 3 de la madrugada para ver desde el porche de su casa cómo parten los pescadores. Luego duerme un poco y vuelve a sentarse en su sillón de mimbre antes de las 13, para verlos regresar, replegar las redes y bajar los canastos de pescado. Y cada atardecer lo encuentra en el mismo lugar, escuchando el sonido de las olas y con la mirada fija en el incierto horizonte del mar.




La mirada con esos ojos acuosos casi mimetizados a los de un merlín en vuelo, giran repentinamente hacia una nube y como destino señalado ese lugar de pescadores casi olvidado vuelve a renacer cuando a través de la fundación peruana Inkaterra  la vida del pueblo se agiganta. Es porque la Miss Texas nuevamente está en su casa llamando a los pescadores. Y la noticia no es que algo ha cambiado, sino que todo sigue igual gracias a los buenos emprendedores que decidieron cerrar la aventura con el pasado. Así entonces, el fundador de Inkaterra, José Koechlin, y el capitán de la Miss Texas, Norm Isaacs, estuvieron presentes en el Miami International Boat Show (13-17 de febrero, Miami Beach Convention Center), una de las convenciones más famosas en el mundo de la navegación. Era ocasión propicia para presentar a la icónica embarcación Miss Texas – reconocida por tener a Ernest Hemingway y Alfred Glassell Jr. a bordo–, luego de haber sido restaurada por Inkaterra, como también el resurgimiento de Cabo Blanco como un hotspot para la pesca recreativa. Según Norm Isaacs, el Miami Boat Show es uno de los eventos más influyentes para relanzar el destino Cabo Blanco. Autoridad de la pesca deportiva que condujera un show en ESPN, el capitán Isaacs fue capaz de reconocer entre los amantes de la pesca una gran expectativa por los proyectos de Inkaterra al norte del Perú.




“El mundo de la pesca, sobre todo aquellos con un interés en la pesca de altura, están muy informados de la historia de Cabo Blanco. Pescar allá está en los planes de casi todos los pescadores deportivos”, dijo. También le llamó la atención la enorme respuesta que generó la noticia del merlín negro (Makaira indica) de 250 libras, avistado en enero pasado durante la segunda excursión de la Miss Texas. “Casi todos sabían sobre ello, la noticia se esparció como pólvora. Me preguntaron unas cien veces sobre el merlín que vimos saltar. Todo lo que necesitamos es pescar un par, tomarles buenas fotos, y el interés se disparará por los cielos. No puedo imaginarme qué ocurriría si logramos pescar uno grande”, declaró el capitán.

Hemingway seguramente andará rondando por esas callecitas y Rufino ya no estará tranquilo.








Wednesday, May 20, 2015

RICARDO KOON: EL ÚLTIMO LEÓN

  


 Hace unos días finalizó la 41 Feria Internacional del Libro en Argentina. Más de un millón de personas visitaron sus stands y participaron de las actividades programadas. En ese marco donde los libros fueron los protagonistas, un hemingwayano se atrevió a presentar su obra; un libro escrito paso a paso, sin apuro, sin presiones de los editores, un texto elaborado durante 40 años. En verdad este no es un hecho para dejarlo de lado. Koon le dedicó a la obra los mejores momentos de su vida. Sabía que su trabajo terminado era inacabado; siempre aparece un dato más, un indicio, un comentario que debe ser chequeado. Sin embargo, tomo la decisión. Como decía Borges, "uno publica para no seguir corrigiendo" y de eso se trata este maravilloso ensayo. 

 


Acompañé a Koon en la  presentación el 1ro de mayo. Estaba emocionado, no era para menos. Hoy su sueño está cumplido.

  El autor confiesa: Me propuse investigar la vida de Hemingway, y no me rendí hasta lograr mi objetivo

 Días previos al lanzamiento, la investigadora cubana Gladys Rodríguez Ferrero entrevistó a Koon. De ese reportaje rescatamos esta síntesis que publicamos gracias a la autorización del portal de noticias Cubarte. 


El viejo y el mar fue la primera lectura, el primer contacto que tuviste en tu vida con Ernest Hemingway. Sé que tenías apenas seis años. ¿Tanto te impresionó la historia que te ha llevado a la concepción de esta obra, vital para tu vida?
No creo que a mis seis años pudiese entender mucho de la historia del viejo pescador y el pez (era el año 1959). Recuerdo que el libro tenía muchas imágenes y era un cuento con dibujos secuenciales. En la contratapa estaba la foto de Ernest Hemingway. Probablemente en mi infancia habré asociado su rostro con la figura del pescador o de un abuelo. Yo no recuerdo esos detalles. Pero a los pocos años llegué a ver la película sobre ese libro. Protagonizada por el actor Spencer Tracy. Recuerdo nuestro viejo televisor de caja de madera con imágenes en blanco y negro, pasando el filme.
Durante mi juventud, pude leer el libro completo, pero tal vez sin llegar a entender el contenido de la historia. Detalles que pude comprender ya adulto: Sobre la determinación de las personas a lograr unos objetivos, sin importar el esfuerzo que se tenga que hacer para conseguir lo que uno se propone. En este caso, el pescador no se rindió hasta ver realizado su propósito de pescar el gran pez.
Tal vez, por analogía, la historia tuvo que ver con mi propia vida. Me propuse investigar la vida de Hemingway, y no me rendí hasta lograr mi objetivo: rescatarlo como persona, hijo, esposo, padre, tío y abuelo. Por así decirlo, El último león es mi gran pez.
Justo hace seis años te pregunté si no era hora ya de publicar aunque fuera un primer tomo de tu investigación histórica sobre Papa. La respuesta fue que preferías tenerlo todo completo antes de publicarlo. ¿Ya lo consideras completo?
Yo creo que la vida de Ernest Hemingway nunca va a estar completa, siempre surgirá documentación, fotografías y/o información, que en muchos casos se encuentran en distintas instituciones, que acaparan el material. A cargo de personas que, a veces,  no tienen ninguna relación con Hemingway, y que son sólo simples administradores. Otras ocasiones, son inaccesibles a los investigadores. Solo podemos acceder a información superficial de uso público, a veces sin un valor añadido, que no aportan casi nada a lo que ya sabemos. Como asimismo archivos clasificados que aún no han visto la luz en forma completa. Por ejemplo: archivos familiares, dossier de la Clínica Mayo, y/o del FBI (desclasificado parcialmente), bitácoras de viajes, registros de pasajeros de hoteles y fotografías, entre otros. Como asimismo documentación que acaparan Instituciones, Fundaciones, Museos y/o Bibliotecas. Esos administradores no entienden que hasta un simple recibo, un cheque, una factura, una dedicatoria, una fotografía, un registro de hotel, etc. sirven para seguir los pasos de Hemingway, ya sea por fechas, lugares y/o nombres de otras personas que lo trataron, como asimismo identificar a distintas personas en fotos. Tema este último, que aún resulta difícil por cuanto ya casi no quedan sobrevivientes que hayan tratado a Hemingway, a excepción de su hijo Patrick, Aarón Hotchner, Valerie Danby-Smith, entre otros.



Recuerdo que aún quedaba mucha información imposible de verificar hoy. ¿Tuvo el Prof. Koon la posibilidad de concretar algunas de esas verificaciones casi imposibles?
Me remito a la respuesta de la pregunta anterior. Contestada ampliamente. Además por razones de distancia y tiempo, resulta difícil ya que la mayor parte de la documentación está en instituciones de otros países. Ello implica desatender nuestra vida personal y laboral para dedicarse a ello, además de costear estadías y viajes, permaneciendo un largo tiempo buscando y/o revisando documentación. A veces inaccesible por cuestiones burocráticas, de idioma, o de no colaboración de las personas a cargo de las mismas.
Lo de burocrático se puede entender razonablemente, ya que apunta a preservar estos documentos; si es que se aplica a cualquier persona, pero debería facilitarse el acceso libre a esta documentación y sin costo, a los investigadores de la vida de Hemingway. Nosotros, seguramente seremos mejores y recelosos guardianes de este preciado tesoro, mucho mejor que unos meros administradores.
A ello debemos sumarle mi limitación auditiva, ya que fui perdiendo la audición a los tres años de edad, lo cual me limitaba mucho cuando se involucraba otros idiomas.
Toda la información que pude reunir fue en base a otros escritos y testimonios orales de personas que conocieron a Hemingway y a los que tuve el privilegio de conocer, entre ellos la actriz Ava Gardner y la bailaora flamenca Pastora Imperio; periodistas como José Luis Castillo-Puche y Fernanda Pivano; el guionista Peter Viertel y su esposa Deborah Kerr; el inolvidable boxeador cubano Kid Tunero; Pablo Córdova (que fue confidente de Ernest en Perú); las familias Ivancich, Kechler, Menocal, Cipriani, Mason,  Guggenheim, Villarreal y Steinhart; los pintores Joan Miró y Salvador Dalí; los toreros Antonio Ordóñez y Dominguín; escritores como Rafael Alberti, Robert Graves, Julián Marías y Pablo Neruda. Fernando G. Campoamor, y el inolvidable Capitán Gregorio Fuentes, con quien durante cinco años he compartido muchas charlas de sus vivencias con Hemingway. Sin olvidar también al escritor Horacio Vázquez-Rial, con quien compartimos la lectura de muchos archivos sobre la guerra civil española y a Gherardo Scapinelli, el sobrino de Adriana Ivancich, a quien me une una profunda amistad. Como también tuve oportunidad de tratar con los algunos familiares de Hemingway; su hijo John (Jack), sus nietos Margot y John, sus sobrinos Hilary y Ernest Mainland, y Valerie Danby-Smith; entre otros.



¿De cuántos años de investigación estamos hablando?
Empecé a buscar información desde 1975 cuando viajé a varios países de América y Europa, y que fui ampliando en años sucesivos. Comenzando a escribir formalmente alrededor de 1986.  ¡Son casi cuarenta años de mi vida dedicados a Hemingway!
Tú señalabas, en 2009, que “nunca se va a terminar de investigar sobre la vida de Hemingway. Así que voy a cerrar la investigación hasta donde pude ir avanzando en estos 26 años y después se verá”. Dónde logró el autor “cerrar”, por denominarlo de algún modo, esta gigantesca pesquisa.
En realidad, nunca se va a poder cerrar esta investigación. Todos los días va surgiendo nueva información, lo que me llevaba a verificar la información, y en su caso, modificar y/o readaptar mis escritos, con los consiguientes cambios en el libro, la paginación, la ubicación de las fotos, etc. Lo cual implica cambios importantes que retrasaban la edición del libro. Y esta tendencia va a continuar a medida que se permita la reapertura y revisión de nuevos archivos.
Por otra parte conversábamos, en aquella oportunidad acerca de que “no es cuándo va a salir sino es más bien una cuestión económica…” Señalabas que no eras un escritor conocido por lo que “los escritores estamos obligados a poner de nuestro bolsillo para poder publicar un libro”. ¿Se ha comportado así esta edición?
Efectivamente, además de la cuestión económica. Un editor, naturalmente, busca su propio beneficio económico y al momento de contactarlos, sus propios redactores literarios como los llaman, hacen revisiones y cortes que literalmente mutilan el libro, reduciendo la cantidad de páginas y textos para adecuarlo a su propio costo, con papel económico, y comercializarlo. Prácticamente el libro queda mutilado y sin un contenido importante.
Los editores argentinos, literalmente, no tienen interés en editar un libro biográfico sobre Hemingway. Menos si tiene más de mil páginas y el autor del libro no es una figura reconocida.
Rebelándome a que mutilen mi libro. Con mucho esfuerzo personal y económico, me decidí a costear esta obra en una edición limitada y de mi propio bolsillo. Lo cual fue una satisfacción personal para mí. Y seguramente para muchos hemingwayanos que, espero disfrutarán su lectura.
¿Crees que tu obra hará al lector argentino más partidario de Hemingway, al lograrse una mayor difusión?
Creo que los lectores argentinos interesados en la vida de Hemingway podrían aumentar, si El último león llegase a todo el público de habla hispana en forma masiva. Es una forma de que se conozca más sobre él, en un idioma que tiene más adeptos que el inglés. A partir de allí, es más seguro que el público empiece a pedir las obras que Hemingway escribió.
Las generaciones actuales no saben casi nada sobre él, a excepción de aquellos que sólo encuentran algunas de sus obras en librerías, como El viejo y el mar; Adiós a las armas ó Por quién doblan las campanas. Las demás obras prácticamente no se consiguen en Argentina. A excepción de las que poseo en mi biblioteca personal. Pero solo las adquieren como lectura, sin saber casi nada del autor. Y las profesoras de Literatura de Escuelas y Universidades de habla hispana, tampoco proponen la lectura de sus cuentos y libros a sus alumnos. Y debería ser importante que lo hagan, pues Hemingway fue, en su época,  uno de los mejores narradores de todos los tiempos. Y aún sigue vigente.
Los que sí recuerdan a Hemingway son aquellos de mi generación, los de las décadas del cincuenta y sesenta. Aquellos que disfrutaron los filmes sobre sus obras y recuerdan también a actores como Ingrid Bergman, a Marlene Dietrich, a Ava Gardner, Laureen Bacall, Humphrey Bogart, John Huston, y otros, que también fueron amigos de Hemingway.
También espero que mis amigos, mi familia y mis seis hijos puedan leer esta obra, y comprender el porqué de mi entusiasmo por Papa Hemingway, que prácticamente, formó parte de sus vidas desde que nacieron.
Los días 1º y el 2 de mayo de este año, tendrá lugar la presentación de El último león. Tu libro, en la Feria Internacional del Libro en el stand de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), en Buenos Aires. ¿Qué espera Ricardo de este acontecimiento?
Espero que el libro esté al alcance del público argentino y latinoamericano, que visitarán la feria. Habrá también editores de España, Chile, Colombia, México, Cuba, y muchos otros países. Y también estarán presentes funcionarios de la Embajada de Cuba en Argentina. 
Si alguno de ellos se interesa en multiplicar esta obra, para que el legado sobre la vida y obra de Ernest Hemingway se mantenga vivo, me doy por satisfecho.
¿Han mostrado interés editoras de otros países por el título?
Hubo importantes editores italianos interesados, pero además de la traducción a ese idioma, está la dificultad de que los redactores literarios mutilasen la obra y dado mi desconocimiento del idioma, me sería imposible chequear que mi libro sea literalmente traducido. ¡Ni siquiera yo sería capaz de revisar las pruebas de galeras de mi propio libro en otro idioma!  Por otro lado, la persona que realizase la traducción, debería tener amplios conocimientos sobre Hemingway y tener, por así decirlo, un espíritu hemingwayano. De lo contrario sería un libro aburrido.  Lo mismo sucede con el inglés. La comprensión cultural e idiomática en otros idiomas, no es igual que en español. Por esto me decidí a realizar esta obra en español, ya que casi todo lo que hay sobre la vida de Hemingway, está en otros idiomas, mayormente en inglés, luego en italiano, francés y ruso.
Quisiera abordaras el estilo en el que has escrito esta obra monumental porque cuenta con 1 044 páginas. Es una biografía, una investigación. ¿En qué género ubica Ricardo Koon su obra?
Es una autobiografía de estilo muy personalizado. Tuve que ponerme en la piel de Ernest Hemingway, por así decirlo. Ubicaría mi libro como un ensayo, por especificar un género.







Tengo entendido que participarás en el próximo Coloquio Internacional Hemingway que tendrá lugar en La Habana del 18 al 21 de junio. ¿Alguna ponencia en especial?
Realmente es un placer participar en la nueva edición de este evento al que fui invitado en varias ocasiones, el cual disfruto, compartiendo con otros colegas de todo el mundo, sobre la vida y obra de Hemingway. Y es un ambiente en cual me siento muy cómodo. Ya que todos hablamos el mismo idioma hemingwayano, por así decirlo.
De este evento, realizado en años anteriores, han surgido amistades con colegas cubanos y de otros países, que realmente han sido un bálsamo para mí, ya que todos podían comprender el por qué y cómo de mi interés por Papa Hemingway. Lo cual no sucede en Argentina.
En los Coloquios anteriores, ya se ha hablado mucho (y poco) de distintos temas sobre la vida y obra de Hemingway. Si bien surgen nuevas propuestas de temas, a veces las mismas no llegan a ser consistentes, otras son redundantes o reiterativas. Y muchos se autotitulan especialistas en Hemingway, solo por el hecho de presentar un trabajo sobre determinado tópico. El trabajo sobre un tema, no hace al especialista. Lleva toda una vida y años aprender sobre Papa Hemingway.
De mis experiencias puedo aportar algo más sobre algunos temas y/o personas, pero ello requiere de tiempos de conferencia que son difíciles de exponer durante el Coloquio, ya que son varios los conferencistas y los tiempos están acotados.
Muchos lectores e investigadores han leído y aportado sus experiencias sobre Hemingway, pero muy pocos llegan a conocer los rostros de casi toda la gente que ha formado parte (familiares, amigos, inspiradores, conocidos, etc.) directa o indirectamente, de la vida del escritor.
Así que esta vez me limitaré a mostrar esos rostros en imágenes a través de mi presentación: Mil rostros en la vida de Papa Hemingway. Considero que una imagen vale por mil palabras.
También, gracias a la gentileza de las autoridades de este Coloquio y de la Directora del Museo Finca Vigía; Lic. Ada Rosa Alfonso. Podré realizar la presentación de mi libro, El último león, prologado por Guido Guerrera y precisamente por Ud. (Gladys Rodríguez Ferrero), acompañado de esta última como presentadora y de Raúl Villarreal, hijo de René. Quien fuera el mayordomo de Hemingway, y autor del óleo de Hemingway, que ilustra la tapa del mismo.




¿Qué actividades tienes planificadas durante tu estancia en La Habana?
Me resulta siempre, un poco triste regresar a La Habana, Finca Vigía y Cojímar y ver que muchos ya no están… se fue Campoamor, se fue Gregorio, se fueron los hermanos Herrera, se fueron los Ivancich, se fue René Villarreal, se fueron muchos…. Si bien, los lugares quedaron, y otros aún permanecen. Las ausencias aún se sienten. Y agradezco a mis amigos cubanos por mantener vivos estos lugares y recuerdos.
Por supuesto regresar a Finca Vigía y San Francisco de Paula es siempre lo más agradable, ya que es un excelente y hermoso lugar, que se ha logrado mantener intacto gracias a la voluntad y esfuerzo de las autoridades, de sus directores y del pueblo cubano.
Además de mi participación en el Coloquio, tal vez pueda aportar alguna conferencia extra fuera del mismo en alguna institución o Universidad.
También me gustaría se considerara la posibilidad de poder entregar personalmente ejemplares de mi libro a los compañeros Fidel y Raúl Castro Ruz, considerando que Fidel también es un admirador de la obra de Ernest Hemingway.
Bueno ya lo que Ricardo denominaba como “la obra de la vida” está impresa, acabadita de salir de la imprenta, esperando por los lectores… ¿qué se propone a partir de ahora escribir el investigador insaciable que eres?





Como decía Papa Hemingway, los tiempos entre libros, son tiempos muertos, el vacío, la nada… seguramente iré al Floridita, me tomaré un daiquirí Papa Special y junto a la estatua de Ernest, este me susurrará al oído:
“La cosa más espantosa, es una hoja de papel en blanco.”
“Ahora no es momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay.”

“Para un auténtico escritor, cada libro debería ser un nuevo comienzo en el que él intenta algo que está más allá de su alcance.”




JOSE MARIA GATTI presenta su primera novela policial en la BIBLIOTECA NACIONAL MARIANO MORENO de ARGENTINA.
CARNE EN FLOR es un policial atrapante que te dejará sin aliento. Hablarán sobre la obra: HORACIO CONVERTINI, TATIANA GORANSKY y CLARIBEL TERRE MORELL.
El lanzamiento será el 12 de junio a las 19.30 en la sala Augusto Raúl Cortazar de la Escuela de Bibliotecarios.
BIBLIOTECA NACIONAL MARIANO MORENO
Agüero 2502 - CABA - ARGENTINA


Tuesday, April 14, 2015

LA HAMBURGUESA HEMINGWAY


 Habiendo conocido la buena mesa de Ernest, a uno se le hace imposible pensar que Hemingway, alguna vez, soportara llevarse a la boca una hamburguesa. Quizás, en su temprana juventud, cuando los dólares no le llenaban los bolsillos, tuvo el deseo irrefrenable de consumir ese alimento que se popularizó como “comida chatarra”. Pero solo como tentación, por necesidad, no por placer No me olvido de aquella historia de las palomas doblegadas por su manos y escondidas en el cochecito del bebé, para luego consumirlas en el frío departamento de París, cuando todavía la vida le mostraba una cara romántica en el París era una fiesta que tanto recordaba.




 ¿Acaso ese hombre acostumbrado a la buena mesa y al alcohol exagerado no pudo permitirse el pecado de ser un norteamericano más? ¿Por qué no? ¿Quien en un acto de sabotaje alimenticio no se sentó en una de esas cadenas comerciales tan popularizadas y decidió incorporar sin ninguna culpa calorías y grasa pesada a su cuerpo?. Claro, después vino la educación médica alimentaria y nos llenó la cabeza con las prohibiciones, y cuanto más nos golpeaban con los peligros, más se consumía hamburguesas en todo el mundo.

 Sobre esta variedad de aglutinar carne molida con otros elementos, existen cientos de manuales y formar de elaboración. Desde sabores prohibidos a aromas tentadores, la literatura del medallón de carne desborda de datos, antecedentes y beneficios. A nadie se le ocurre que una hamburguesa te va a matar. Sin embargo, como un proyectil silencioso esa porción de veneno con el tiempo te pasa la factura y el hígado, ya cansado, te despide sin indemnización.




 En cualquier hogar una hamburguesa no debe faltar nunca en el freezer, porque como diría una experta en soluciones mágicas: “te saca del apuro”. Siempre me pregunté… ¿cuál es el apuro? Respuesta: mi tiempo. Bien, y así llegamos a la hamburguesa Hemingway según la receta del maestro, dato debidamente documentado por el maestro para que no queden dudas que el novelista también sabía tutearse con los platos económicos. Este cronista empecinado resolvió preparar ese plato con sus propias manos y lamentablemente debo confesar que la hamburguesa me cayó pesada. Sepan disculpar, nací en el país de la carne vacuna y nada suplanta a un bife de chorizo, que traducido al lenguaje universal se trata de una porción de carne tierna y sin grasa de unos 400 gramos aproximadamente, cocinada a la parrilla o el asador. La denominación de bistec es más universal, más de gastronomía extranjera; para los argentinos en cambio, el bife de chorizo es un clásico que se añora cuando dejamos estás tierras del fin del mundo. Volvamos a la hamburguesa, Hemingway tenía su receta y fue conocida como la “Papa’s Favorite Hamburger”. Aclara su autor: no hay razón por la una hamburguesa tenga que ser gris, grasienta, fina como el papel y sin gusto. A como están las cosas en la gastronomía, este especie de plato complementario no es otra cosa que un rejunte de carne picada de ternera, ajo en cantidad suficiente, cebollitas de verdeo finamente cortadas, huevo, salsa de soja y pimienta de cayena.




 La receta de la hamburguesa es uno de los papeles que la  John F. Kennedy Presidential Library and Museum  acaba de hacer públicos y que por vez primera se pueden ver fuera de Cuba. Hemingway vivió una gran parte de su vida en la isla, aunque murió en Estados Unidos. Tras el deceso de Hemingway en 1961 y aunque la prohibición a los estadounidenses de viajar a Cuba estaba ya activa, Mary Hemingway, consiguió un permiso especial para entrar en la isla y recuperar el archivo personal del escritor. El acuerdo cerrado con las autoridades cubanas fue que aquello que Mary no consiguiese sacar del país y de la casa pasaría a ser parte del patrimonio cubano. Entre las cosas que quedaron en Finca Vigía se encontraban numerosos papeles y objetos de la vida cotidiana del escritor, como la receta en cuestión.




 Mary Hemingway donó a la John F. Kennedy Presidential Library and Museum su archivo personal con todos los papeles que poseía del escritor y, en los últimos años, la biblioteca ha cerrado un acuerdo con las autoridades cubanas para la preservación y digitalización de la colección cubana. Es por ello que han publicado ahora en formato digital la receta de la hamburguesa y otros papeles asociados a la vida cotidiana del escritor.

 En la receta de “Papa’s Favorite Hamburger”  aparecen anotaciones de la propia Mary. Lo que no sabemos si ésta, alguna vez, se hizo cargo de la preparación o si degustó la famosa hamburguesa.




Tuesday, March 17, 2015

MINIRRELATOS HEMINGWAYANOS



  Para recordar a Hemingway no se necesita un mamotreto de 5000 páginas.  Si nos atenemos al código de la frase corta y directa, nada mejor que incursionar en el microrrelato. En rigor, hoy la literatura que cada vez más avanza hacia esos insoportables 140 caracteres, nos obliga al desafío de ser expertos en pocas palabras. David Lagmanovich sostiene: “La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre minificción. Aunque la brevedad no sea, no con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración.”
 
  “Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar “breve” un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente –y con mayor razón- algún texto de extensión aun menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos.”



  Desde esta perspectiva, la idea de homenajear a Hemingway a través del microtexto, es una idea sumamente valorable y, en ese aspecto, reunir 150 relatos hiperbreves una aventura que a los hemingwayanos nos llena de placer. Recibir entonces la expresión de 150 microrrelatos, agrupados en el Concurso de Narrativa. Homenaje a Ernest Hemingway, con motivo del 75 aniversario de la publicación “Por quién doblan las campanas”, organizado por www.artgerust.com, es una pincelada de felicidad emocional que deseamos compartir con todos nuestros amigos. El libro saldrá a la venta en los próximos días y nada mejor que contactarse con la editora a través de su página web. Como adelanto y para no quebrar el hechizo damos a conocer los ganadores del certamen y la nómina de todos los participantes.




Primer puesto: microrrelato ganador, premiado con 1 ejemplar de “Por quién doblan las campanas”, 1 ejemplar de la antología del propio certamen y un lector de libros electrónicos de última generación.

ESA TARDE

En el bar había únicamente una persona sentada en un rincón, con una botella de vino. Tom mencionó a Faulkner y a Steinbeck, y yo le hablé de Hemingway y su relato “Los asesinos”.
—El mejor —dije.
Al escucharlo, el hombre se acercó tambaleándose.
—¡Pero si es Andreson!, ¡Olé, Andreson! —exclamó Tom.
—¡Shhhhiiiiiii! ¡Callaos! ¡Qué sabréis vosotros!
—Hace mucho que no te vemos en el ring —continuó John.
—¡Shhhiiiiiiiii! Silennnnnciiiiiiiio. Ahora me llamo Joe. ¡Shhhiiiii! ¡Solo Joe! Me persiguen. Lo supe antes de que Nick me avisase. Y todo por ese asunto del combate amañado. Conocía a esos tipos. Su forma de vestir, su mirada. Los estuve observando antes de entrar. ¡Hip! ¡Valientes matones! Vi también cómo trataban a George y al negro. Eran unos estúpidos. Estaban allí hablando y hablando. Como fanfarrones. ¡Malditos! —dijo.
Después, hizo un gesto con la mano y lo vimos desaparecer en la oscuridad de la calle mal iluminada.

Autoría: alejandroseneca




Segundo puesto: premiado con 5 libros del propio certamen.

HEMINGWAY CLÓNICO. ESTANCIA EN EL MADRID DE FINALES DEL SIGLO XXI.

Mediodía. Intento editar un vídeo en la habitación del hotel. No cesan los gemidos de mujer procedentes de la estancia contigua.
Incapaz de terminar mi tarea, salgo al balcón. Afuera tiene lugar la enésima manifestación. Otras muchas se suceden. Las temáticas son variadas y diversas.
Enciendo el holovisor, asumiendo que hoy no subiré nada a mi Cuenta Social. El Presidente de la República da un discurso. Carente de ideas y vacío de contenido, como siempre. La comparecencia de la oposición no es más halagadora. Prosigue el noticiario con las declaraciones de un actor venido a menos. Duda de la veracidad de las imágenes del atentado yihadista de ayer y acusa al Real Madrid de estar detrás del montaje.
Apago en cuanto se produce el acalorado debate de “Generación Viceversa”. No estoy de humor para escuchar estupideces sobre tangas.
Sinceramente, no sé qué le vio mi antecesor a este país.
Nación cainita donde las haya, siempre abocada a la autodestrucción.

Autoría: javierzamora






Tercer puesto: premiado con 3 libros del propio certamen.

BALAS

—¿No os dan miedo las balas? —preguntó el periodista ruso.
—Qué va —contestó tomando una bala entre sus dedos y golpeándola contra su pecho varias veces—, nos da miedo la velocidad a la que vienen las balas.
Las risas resonaron en la cueva donde estaban apostados. Uno de los brigadistas tuvo que levantarse para aliviar la tos hasta la boca de entrada, aspiró una calada de su cigarrillo y lo arrojó entre los árboles, que permanecían húmedos después de la llovizna. Desde allí pudo contemplar el puesto fascista junto al puente.
—Es cierto, me han dicho que lo que da miedo es el sonido de las balas cuanto llegan —dijo el periodista, tal vez para demostrar que no se había enfadado.
—Si oyes el silbido de una bala es que ha pasado de largo y sigues vivo. Procura escuchar las balas.
Los rostros de los brigadistas tomaron un aire solemne. Quedaron en silencio contemplando el suelo.





Autoría: juanillo




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Las características del libro homenaje a Ernest Hemingway son:

Antología de Varios Autores
Ilustrador: www.artgerust.com
Corrector: www.artgerust.com
Editor: www.artgerust.com
Referencia: Artgerust
Género: Literatura
Temática: Narrativa hispanoamericana contemporánea
Idioma/s: Español
Formato e ISBN: Rústica con solapas // 9788416371976
Editorial: www.artgerust.com
Prólogo de Ana Belén F. Peña, Editora de ArtGerust