Sunday, May 06, 2007

LA PALETA DEL VENTILADOR Y EL VUELO EN PARAPENTE
Regresé.A pesar de las dificultades del vuelo y las demoras en los aeropuertos.Regresé.Perú se quedó en mis espaldas.Piura se encerró en mi pecho.Todo resultó maravilloso.Hugo Patiño terminó saldando su deuda conmigo con un regalo inesperado,insólito,único:una paleta del ventilador de techo que durante años giró sin descanso en el Fishing Club.Los memoriosos recordaron que había seis unidades.El tercer aparato,de acuerdo a la línea de ingreso al comedor,correspondía al sector de mesas 7,14,16.Hemingway ocupaba la catorce.Los testigos aseguran que siempre tenía un cartel:RESERVADA.¿Cómo se reconocen las cuatro paletas de ese ventilador?Por las iniciales que Ernest hizo pintar en cada una de las aletas.¿Quién guardó el artefacto?.Dos pescadores que compartían buenas copas de alcohol y borracheras con el norteamericano.
Cuentan que el hijo de uno de ellos,desarmó el aparato y guardó las paletas.Varios años después las vendió a un coleccionista y éste le regaló una de las piezas a Hugo Patiño.El amigo,en un gesto de desprendimiento,me la entregó y,aunque parezca mentira,a partir de ese momento comenzaron una serie de dificultades que todavía no terminaron.¿Cómo explicarle a las autoridades aduaneras qué era ese objeto?¡Sí,claro,una paleta de ventilador...pero..¿de dónde?!.Tres personajes me acosaban con preguntas:¿qué significan esas letras?¿Por qué usted hurto este objeto que es patrimonio histórico?¿Su idea es venderla?¿Cómo la obtuvo ese señor Patiño?¿Patiño la declaró?.Después de cuatro horas de demora,de interminables trámites,de desdichadas declaraciones juradas,de molestos formularios,de un pago de 150 dólares, pude salir del recinto donde me trataban como un ladrón, envuelto en un manto de sospecha,convertido en una especie de terrorista,en un mercader clandestino.Perdí mi vuelo,la paleta quedó secuestrada para ser estudiada por especialistas y,en medio de tanta angustia,solo y desesperado,decidí permanecer en Lima un día más.Decisión de la que no me arrepiento, porque viví una experiencia inolvidable:volar en parapente por la costa de Lima y observar desde el aire el acantilado rocoso de la Costa Verde de Lima y los distritos de Miraflores,Barranco y Chorrillos.Al saltar la vacío desde la ladera se siente el milagro del silencio y la voz del viento.Todo se transforma,todo parece cercano,todo es aventura.Sin adrenalina y superado el miedo,volví al hotel,pedí un pisco y descansé.Después el viaje de regreso y de nuevo el aeropuerto con sus tediosas dificultades.
Regresé.Ya estoy aquí,en medio de la correspondencia,los mensajes del contestador telefónico y esa suerte de vacío que queda cuando uno no sabe bien si lo vivido fue un sueño o una malograda experiencia.

1 comment:

Anonymous said...

Y... convengamos que es algo insólito el souvenir... seguramente hay quienes han sacado una momia incaica, un trozo de piedra de Machu Pichu, una vasija de miles de años... pero que alguien pretenda llevarse una paleta de ventilador de un viejo hotel... es sospechoso José, es llamativamente sospechoso...