Tuesday, April 14, 2009


LAS MONEDAS DE HEMINGWAY

Con René estábamos charlando tranquilamente en el café Tortoni sobre el levantamiento de las restricciones a Cuba. Ambos coincidíamos en que la cercanía del inicio de la Cumbre de las Américas en Trinidad Tobago, había precipitado la decisión de Obama. Era obvio que Barack buscara diferenciarse de Bush-no le demandaría mucho esfuerzo-, pero aún faltaba ponerle la firma al fin del bloqueo impuesto en 1962, por el entonces presidente John Fitzgerald Kennedy quien, un año después- febrero de 1963-, profundizó las limitaciones para viajar a la isla por la crisis de los misiles. "Los famosos 13 días. Me acuerdo - dice René - que los rusos saltaban de contentos cuando los barcos de los norteamericanos volvían al territorio". Habíamos pedido nuestro primer café cortado y ya estábamos por solicitar el segundo cuando se aparece Tessie acompañada de un señor y se nos planta al límite de la mesa. Éstas cosas que sacan de las casillas, me provocan el deseo irrefrenable de insultarla, mandarla a la mierda, en fin: destruírla. Me dominé. Con total desparpajo se sentaron a la mesa antes que René o yo les comunicáramos no tener interés alguno en compartir un instante con ellos. El personaje - rubio pelilargo, con patillas hasta las comisuras de sus labios, anteojos de marco oscuro- que se presentó como Fisberto, extrajo del bolsillo interior de su saco marrón, un estuche de cuero. "Amigo, esto es único - abre la caja - las monedas de Hemingway. Son las monedas de oro 24 k que Ebayclassic ofrece por Internet con el número de artículo 17316467304. Yo se las estoy ofertando a precio acomodado". No sabía si echarlo, pegarle una trompada o en su defecto ahorcar a Tessie. René, mas sereno, preguntó: ¿Valor de las monedas?. El guanaco Fisberto respondió: "2.500 dólares". Nos levantamos al unísono y desfilamos hacia la puerta de Avenida de Mayo. La tarde estaba caliente, con un sol que azafranaba a la gente. René me preguntó: ¿ Conoce los mercatinos de Italia?¡Si, claro!, respondí. Allí las monedas de Hemingway las regalan para llaveros.

Alguna vez Tessie será un recuerdo. Espero que pronto.

1 comment:

mike said...

che lo de Tesie ha sido buena voluntad...quiso tener el gesto de acercarte al "mercenario"...
En el fondo, muy en el fondo ella sigue pendiente de vos...
Abrazo!