Wednesday, June 24, 2009


MÁS BORRACHO QUE PAPA

Acaba de finalizar en La Habana el XII Coloquio Internacional Ernest Hemingway que se desarrolló en el Hotel Ambos Mundos del 18 al 21 de junio. Es notable que la vigencia del viejo barbudo siga intacta a pesar de los años. No tan solo por esta convocatoria bienal que ya es un clásico de la isla, basta con mirar un poco hacia Europa o rumbear a los Estados Unidos, para detectar que las luces con el nombre del norteamericano aún siguen encendidas. Veamos: en Málaga - precisamente en la mansión La Cónsula-,hace muy poco, un grupo de investigadores se reunió aprovechando el recuerdo del último viaje de Hemingway a España. No faltó ni Valerie Hemingway. Sin dar respiro a los hemingwayanos, en la ciudad de Nichelino, otro acontecimiento volvió sobre los pasos del autor de El viejo y el mar. En ese municipio de Torino, la presentación del libro Hemingway for Cuba de Giuseppe Recchia, editado por Shakespeare and Company, convocó a 600 personas. Ya, en este mismo instante, estamos hablando de los sanfermines y ésta vez la fiesta será con mayor cartel. Sobresale la muestra fotográfica "Sanfermines 1959: Ernest Hemingway en el objetivo de Julio Ubiñá", ese catalán de ojo audaz que dejó reflejado al mejor Hemingway de los encierros. Pocos días después, Lilliam Ross disertará sobre el Hemingway que conoció siendo una periodista que todavía no sabía de notas célebres. Mientras tanto y para seguir dándole letra a los descreídos, nuevos datos hasta ahora ocultos sobre el escritor van siendo dados a conocer. El investigador y amigo cubano Enrique Cirules acaba de socializar un trabajo donde expresa que el último embajador de Estados Unidos en Cuba, Philip Wilson Bonsal, presionó a Ernest Hemingway para que no regresara a Cuba. Su argumento más fuerte fue contar con datos precisos de que el novelista colaboró económicamente con el partido comunista para el triunfo de la revolución. Dicho en otras palabras: apoyó con dinero a Fidel Castro para que triunfara el proyecto socialista. Finalmente un grato acontecimiento. René Villarreal y su hijo Raúl, acaban de presentar en sociedad su libro Hemingway's Cuban Son Reflections on the writer by his longtime majordomo editado por The Kent State Universsity Press. La publicación que gentilmente me hicieron llegar, es una obra de especial significado por tratarse de un texto escrito por quien compartió los mejores y peores momentos en Finca Vigía.

Si con todo esto Hemingway no sigue vivo yo estoy más borracho que Papa.

2 comments:

Vasquito said...

Magnífico.

Vasquito24RecíenCumplidos said...

Re-groso. Esa foto es invaluable. La posición de las manos le recuerdan a uno la imagen de Cristo... ¿Porqué no?
Aunque a veces resulte paradójica la traición escatológica con la que se despidió de su amigo Francis Scott Fitzgerald en sus ultimas páginas.
A veces pienso en Hemingway como en una interpolación entre Cristo y Judas. ¿Usted que opina, Maestro?
Si le parece José, tengo un libro de correspondencias de Raymond Chandler, en los que menciona a Hemingway en un par de epistolas. No tengo ningún problema en transcribirlas para usted, si es necesario.
Un fuerte abrazo