PERSONAS INFLUYENTES CON PIPA
Como dice el “Nano” Serrat… “Mis amigos son unos atorrantes…” El colorado Brian Fuster me manda por correo electrónico una bomba de tiempo: la fotografía donde su adiposo abdomen se tutea con las caderas de Gloria y Emilio Estefan. En otra placa, ya con cara de borracho, aparece abrazado a Barack Obama. Las instantáneas son el recuerdo de una cena imperial que el productor musical ofreció a unas 100 personas en su residencia de Star Island, Miami Beach; donde el sushi fue el plato principal. Claro, esto no fue gratuito. Lejos los esposos dejaron sobre la mesa los moros y cristianos, ese plato proletario hecho de arroz y porotos negros.
Fuster pagó 15.000 dólares por pisar el césped de la casa ¿15.000 verdes? Una locura, un cachetazo para los amigos de la isla. Entonces, lo primero que me pregunto es ¿para qué tantos dólares en juego? Inocente amigo Gatti, para recaudar fondos con motivo de la campaña electoral que se avecina y que tiene como estrella al mismísimo Emilio Estefan. El matrimonio siempre fue amigo de los Bush (perdón no encuentro otro palabra); incluso el viejo Bush en el 2002 lo nombró a Estefan miembro del Comité de las Artes y las Humanidades y del Comité de Asesores Artísticos del presidente. Con ese pergamino se paseó por la Pequeña Habana y saludó en la calle Ocho a más de un cubano disidente ¿Qué hay detrás de todo esto? El voto demócrata en el sur de Florida.
Brian Fuster a quien la política no le importa y de sus compatriotas se ríe muchísimo, me dice que a este altura de su vida se caga en todo y con su plata hace un florero. “Me gusta pasarla bien y aquí vi muchas caras de hijos de puta”, agrega.
Lo más grave es que llevó a la fiesta seis ejemplares de La pipa de Hemingway y los regaló a “personas influyentes”. Pienso…personas influyentes…personas que leen….personas que saben sobre Hemingway. No me voy a enloquecer. Hace unos días recibí un mail de un italiano quien me criticaba porque hablaba demasiado sobre ese espía maricón y drogadicto. Brian es tan despistado que bien pudo meter en el bolsillo de un “enemigo” algún libro. Lo lamento, la pipa se defiende sola y yo soy un humilde escritor de historias mal contadas.
No comments:
Post a Comment