“Siempre he odiado a Hemingway. Me causaba vergüenza como escritor y como hombre. Y su manera de representar la masculinidad me parece un chiste. Él no era boxeador, era un alcohólico sobrevalorado que, además, es responsable de la ola literaria de todos sus imitadores. A mí me gustan las frases largas y los personajes complejos, y la mayor profundidad que consiguió Hemingway fue crear un personaje que era incapaz de tener una erección. Así que Hemingway es el mayor fraude de la historia. Como hombre y como escritor”. Jonh Irving
Nunca estuve de acuerdo con los dobles, con la imagen de fotocopia, con el espejo invertido, con los imitadores que gozan de un minuto de gloria. Reconozco que es un problema personal. Para mucho, en cambio, ese modelo que se acerca a la figura original suele tener cierto atractivo. Incluso el que asume el rol de imitador llega a creer que efectivamente es el dueño de esa magia que no le es propia y aprovecha para gozar de una fama que no le pertenece. Cuando alguna vez me ofrecieron ser jurado de esos certámenes, siempre me negué. En mi obsesión le pregunté a quien había pasado por esa experiencia, cómo se sintió y la respuesta fue vacía o intrascendente. Recuerdo que un norteamericano muy dispuesto me dijo: son simpáticos, como monitos del zoológico. Pero las competencias se multiplican por doquier y los Hemingway reencarnados parecen no tener fin. Ahora estos clones están en La Habana, provocando vaya a saber que tipo de sensaciones en un pueblo que tiene sobrevaloración por la figura de Hemingway. Para los isleños, Papa en un cubano más, y verlo repetido como una postal ordinaria no debe ser grato. Pero allí están, jugando a la memoria y haciendo travesuras que nada tienen que ver con el norteamericano. La Agencia EFE como nota de color levanta la noticia y sin mucho esfuerzo transmite:
La imponente figura de Ernest Hemingway multiplicada por seis “dobles” que por su parecido con el novelista ganaron un concurso en Estados Unidos provocan la curiosidad de cubanos y turistas mientras se pasean por las calles más antiguas de La Habana y los sitios que recuerdan al escritor estadounidense.
Esta es una de las novedades del 14 Coloquio Internacional dedicado al autor de “El Viejo y el Mar” que abrió esta semana en el hotel Palacio de O’Farrill, del centro histórico de La Habana, donde más de un centenar de estudiosos, académicos y admiradores de Hemingway (1899-1961) de Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia e Irlanda, debaten sobre su vida y obra.
Entre ellos se encuentran los estadounidenses Wally Collins, Stephen Terry, Gregory Fawcet, Thomas Mitchell, Edward Barry y Far Torrell, quienes muestran orgullosos su singular semejanza con el célebre novelista y periodista en los últimos años de su existencia que bien podrían encarnarlo en un filme.
“Realmente estoy aquí solo para asistir a los cuatro días del Coloquio en La Habana que me parece una excelente oportunidad”, dijo a Efe Gregory Fawcet durante el paseo que los llevó hasta los bares de los restaurantes “La Bodeguita del Medio” y “El Floridita”, dos lugares donde está presente la huella del paso de Hemingway por La Habana.
En “La Bodeguita”, Fawcet y sus compañeros degustaron uno de los tragos emblemáticos de la isla, el “mojito”, un popular trago preparado con ron, azúcar, limón, menta o hierba buena, agua mineralizada y hielo, que les resultó altamente “refrescante” con el aderezo de un grupo musical que les ofreció melodías tradicionales cubanas.
El recorrido continuó en el famoso “Floridita”, donde Hemingway acudía casi a diario durante sus estancias en la isla para beber su cóctel favorito- el daiquiri, hecho a partir de ron blanco, batido con zumo de limón y hielo frappé.
En ese local, los “dobles” probaron el auténtico daiquirí y se tomaron fotos con la escultura de bronce a tamaño natural de Hemingway instalada en el extremo izquierdo de la barra donde acostumbraba a recostarse el novelista.
“Mi daiquiri, en el Floridita”, solía decir Hemingway.
A él se le atribuye una de las variantes más famosas del daiquiri que ofrece este local- el “Papa Hemingway”, que a diferencia de la receta original, prescinde del azúcar y lleva jugo de toronja, licor marrasquino y una porción doble de ron, además del zumo de limón.
El “doble” Fawcet fue el ganador en 2012 del tradicional concurso de dobles de Hemingway en Cayo Hueso (Florida, EE.UU.) y ahora ha viajado por primera vez a la isla para participar en el programa de actividades teóricas y culturales del Coloquio que concluirá el próximo domingo.
Para él Cuba es un lugar con el que el escritor tuvo “una gran relación. Aquí escribió algunas de sus novelas y es muy interesante poder conocer esa parte de su vida”.
Por eso aguardaba con especial expectativa la visita a “Finca Vigía”, la casa cubana de Hemingway, ahora museo, donde el escritor pasó largas temporadas durante más de veinte años hasta poco antes de su trágica muerte al pegarse un tiro a los 61 años de edad en Ketchum (Idaho) el 2 de julio de 1961.
La presidenta del Comité Organizador del Coloquio y directora de la Casa-Museo, Ada Rosa Alfonso, dijo a Efe que la presencia de los “dobles” le han concedido un “encanto especial y un atractivo” al evento que según explicó este año ha contado con la mayor participación de estadounidenses, más de 40, entre los que figuran conocidos expertos.
Entre ellos citó a Douglas La Prade, profesor de la Universidad de Texas, Susan Wrynn, conservadora de la colección Hemingway de la Biblioteca John F.Kennedy, Sandra Spanier, Walter Newman, exdirector de restauración y conservación de documentos del Centro Andover, Massachusetts, y Steve Paul, editor del Kansas City Star, quien hablará en el encuentro de los inicios del escritor.
Alfonso valoró los trabajos de la primera jornada como “altamente interesantes y aportadores”, al tiempo que resaltó como novedosas actividades del programa como el II encuentro de organizaciones Hemingway del mundo en el que participan el proyecto “Cartas” y el de “Hemingway en escena”.- (Por Raquel Martori)
Resulta que aparecen clones por todos lados: en Cayo Hueso, en Pamplona, en Roma, en Barcelona y uno no sabe si Hemingway está vivo, dando vueltas o esa suerte de magia literaria hace que el barbudo se presente sin pasaporte en cualquier lugar. Claro que no siempre ese responsable lo hace de la mejor manera. He visto imitadores excedidos de peso, notablemente diminutos en relación con la altura del protagonista, groseros de rostro que con el solo efecto de lucir una barba canosa y una camisa safari se arrogan el derecho a ser el mítico Papa.
No me voy a pelear con todos ellos, son parte de la escenografía y del espectáculo hemingwayano. El negocio de la fama no es para tibios. Raro destino si lo hay, son muy pocos los escritores que cuentan con imitadores, con personas dispuestas a transformarse en un doble que tiene una vida paralela.
Recuerdo que Enrique Vilas-Matas cierta vez compartió con Paul Auster una conversación pública y surgió el tema de Hemingway. Vilas-Matas le decía que en Key West, desde hacía 20 años, se realizaba un concurso de dobles y Paul Auster no le creyó; pero al insistir el escritor catalán de que era cierto su afirmación, el norteamericano respondió: Con un Hemingway no alcanza.
2 comments:
Dice una conocida canción que la vida te da sorpresas, sorpresas te a la vida" y en verdad, hoy la vida me ha deparado una sorpresa. He entrado a navegar y he
encontrado este blog que se llama la Pipa de Hemingway. El autor utilza una caricatura del conocido artista plastico Jorge Fernandez-Trevejo, sin darle ningún credito
a la autoría de la caricatura; pero además, con total irreverencia, a deforma al adicionarle una pipa y unas nubecitas de humo. Estimado blogero, Hemingway hasta donde conocemos, no fumaba. Al menos no era una adicción de consideración en él. Las pipas que aparecen en el escritorio de Finca Vigia, eran más bien, regalos que le habían hecho. Volviendo a la imagen utilizada por usted. Esta forma parte de una colección que abarca más de medio centenar de caricaturas que el artista, por demás estudioso de la vida del relevante escritor norteamericano, ha expuesto en distintos lugares que van desde Cuba, su país de origen, hasta Alemania y Argentina entre otros; pero que además son recogidas en un libro publicado por el pintor, al comienzo de los años noventa del pasado siglo y que tituló: "Desde Cuba Hemingway".
Es que acaso usted piensa que el copyright que aparece en los libros es un simple adorno? Pues no, está para ser respetado el derecho intelectual.
No cree usted que ya que inicialmente no le pidio autorizacion al artista, al menos debería aprovechar ahora para disculparse con Fernandez-Trevejo?
Ese tipo de cosas no está nada bien.Abogamos por la etica en todo momento.
Admriradora de Hemingway, y de Fernandez Trevejo.
La Plata, Argentina, 9 de septiembre del 2013
yolacristobal@cubarte.cult.cu
Que pena que usted tenga tan poco sentido del humor y de la ironía. Obviamente se quién es Jorge Fernández-Trevejo y esta adaptación con pipa y nubecitas de humo de su excelente caricatura es precisamente para demostrar las cosas que muchos hacen para parecerse al escritor norteamericano ¿Se lo explico por correo privado o no hace falta?. Reciba mi cordial y respetuoso saludo.Firmado: el bloguero usurpador.
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