CUBA LIBRE Y PIZZA DE CEBOLLA COLORADA
Cuando Aurelio García se enteró que viajaba a Cuba,inmediatamente pidió una reunión de urgencia a los congresales de La Rosa Peregrina de Almagro.Estaba seguro que me correspondía una sanción por no haber comunicado a los miembros académicos del café, sobre mi invitación a la isla."Aquí se perdieron los códigos.¡¡¡Cómo es posible que un camarada llegará hasta la tierra caribeña y nosotros no conocemos su itinerario", recitó AmérIco Massetti.Calmó los ánimos el doctor Sierra,argumentando que "el hombre es una persona ocupada...".Pero,a pesar de mis disculpas, la reunión de despedida no tenía escapatoria.Por la característica del evento,el trago de rigor fue Cuba Libre y la sorpresa gastronómica:pizza de cebolla colorada.Para animar la fiesta se los convocó al dúo Cachaza,dos cordobeses que tienen un repertorio de boleros,merengues y salsa.No me pude negar.Sabía que alguno leería los poemas de Nicolás Guillén y no faltaría el comentario sobre la buena salud del comandante. Hubo pedidos:habanos,un libro sobre el cine documental y una imagen de la Virgen del Cobre.
Dejé el café a las 2 de la madrugada.Había niebla y poca gente.Me subí a un taxi y le indiqué el recorrido.En la radio del automóvil sonaba "Cuando salí de Cuba".Un presagio,un llamado,un saludo.
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