PERDIDOS EN LA ISLA ENTRE PESCADORES Y DESERCIONES
Sabía que el asunto de Daniela en Cuba se complicaría. Dudaba de Tessie y no me equivoqué. En cuanto se le acercó un seductor caribeño la muy traviesa dejó el arado y se fue amotinada a maridar a las playas de Varadero. Siempre lo mismo. Siempre el engaño. Siempre el desplante. ¿Cómo se le dice al hermano de la víctima que su acompañante terapéutico se hizo humo?. Victoria y Pierette, de buenas a primeras, se quedaron con la responsabilidad de asistir a una enferma que ya comenzaba a recuperarse y volvía a caminar ayudada por bastones. Pero este no era el trato. Se había acordado estar dispuesto al sacrificio solidario, no a la aventura y, ante ésta situación inesperada (?), René me suplicó que lo acompañara a Cuba para reorganizar la cuestión.
Pactamos estar una semana, tiempo suficiente para depurar las cosas y volver lo antes posible porque el lanzamiento del libro me apremia. Viajamos con la noticia a cuestas sobre lo vivido por dos pescadores, los hermanos de 35 y 37 años respectivamente, que lograron atrapar un tiburón de 370 kilos y cuatro metros de longitud. Como su barquita sólo mide tres metros, tuvieron que pedir ayuda a un barco. “El bicho era demasiado grande para el batallita. Seguro antes de morir- dijeron los pescadores- soltó al mar varias de sus crías. Es curioso porque tenía muchos dientes fuera de la boca, de pulgada y media de largo. Para subirlo a un camión fue tremendo y hubo que doblarlo. Nos hizo recordar esta experiencia a la historia de Santiago en El viejo y el mar.
Debo anticiparles que durante este período no colgaré ningún posteo en la bitácora porque es sumamente costoso el acceso a internet en la isla. A la vuelta les contaré como terminó el culebrón. Mientras tanto y si tienen ganas, los invito a entrar en www.abanico.org.ar para leer tres cuentos míos que publicó la revista virtual de la Biblioteca Nacional. Espero que los disfruten.
Sabía que el asunto de Daniela en Cuba se complicaría. Dudaba de Tessie y no me equivoqué. En cuanto se le acercó un seductor caribeño la muy traviesa dejó el arado y se fue amotinada a maridar a las playas de Varadero. Siempre lo mismo. Siempre el engaño. Siempre el desplante. ¿Cómo se le dice al hermano de la víctima que su acompañante terapéutico se hizo humo?. Victoria y Pierette, de buenas a primeras, se quedaron con la responsabilidad de asistir a una enferma que ya comenzaba a recuperarse y volvía a caminar ayudada por bastones. Pero este no era el trato. Se había acordado estar dispuesto al sacrificio solidario, no a la aventura y, ante ésta situación inesperada (?), René me suplicó que lo acompañara a Cuba para reorganizar la cuestión.
Pactamos estar una semana, tiempo suficiente para depurar las cosas y volver lo antes posible porque el lanzamiento del libro me apremia. Viajamos con la noticia a cuestas sobre lo vivido por dos pescadores, los hermanos de 35 y 37 años respectivamente, que lograron atrapar un tiburón de 370 kilos y cuatro metros de longitud. Como su barquita sólo mide tres metros, tuvieron que pedir ayuda a un barco. “El bicho era demasiado grande para el batallita. Seguro antes de morir- dijeron los pescadores- soltó al mar varias de sus crías. Es curioso porque tenía muchos dientes fuera de la boca, de pulgada y media de largo. Para subirlo a un camión fue tremendo y hubo que doblarlo. Nos hizo recordar esta experiencia a la historia de Santiago en El viejo y el mar.
Debo anticiparles que durante este período no colgaré ningún posteo en la bitácora porque es sumamente costoso el acceso a internet en la isla. A la vuelta les contaré como terminó el culebrón. Mientras tanto y si tienen ganas, los invito a entrar en www.abanico.org.ar para leer tres cuentos míos que publicó la revista virtual de la Biblioteca Nacional. Espero que los disfruten.
SE VIENE LA PIPA DE HEMINGWAY EN FORMATO DE LIBRO. EN AGOSTO YA ESTÁ A LA VENTA. LA EDITORIAL REGALARÁ UN LIBRO SIN CARGO A LOS LOS 10 PRIMEROS QUE ENVÍAN UN E-MAIL A MI CASIILA. LA PIPA DE HEMINGWAY- UN BLOG HECHO LIBRO-
1 comment:
Hemingway dijo que la literatura y el arte de torear son muy similares; asi también dijo, que habria que depurar el arte del toreo, empezando por los especialistas.
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