Thursday, September 11, 2008

HURACANES EN EL FLORIDITA
Mi amigo, el norteamericano colorado Brian Fuster, quien vive despotricando con McCain y la dama del rifle Palin, me envía un correo donde critica con palabras repugnantes a Condoleezza Rice por sacarse la foto con Muamar Kadafi. “¿No era que Libia comandaba el terrorismo internacional?”, me pregunta. “¿ Qué mierda está pasando con Bush?. ¿ Puede ser que este arruinado después de siete años del 11-S todavía no haya encontrado a los verdaderos responsables del atentado a las Torres gemelas”. “Amigo sudaca, es que George vive borracho”, sentencia. Brian que no es ningún asténico, me comenta que en el sitio Gawker.com y en Voltairenet.org se puede ver al presidente norteamericano totalmente ebrio, durante el partido de vóleibol de playa diputado en el estadio olímpico de Beijing. “Claro, esto se tapa, se silencia-agrega. Como el caso de Cliff Richard que a los 67 años ha reconocido que desde hace 7 convive con su novio, el ex-sacerdote misionero Jon MacElynn, o la declaración de Fidel Castro quien afirmó: “Al mundo apenas se le habla de los méritos cubanos. De once cables de prensa internacional referidos a Cuba, ninguno hablaba sobre los efectos dejados por los huracanes Gustav e Ike, que son comparables a los de la bomba atómica lanzada en 1945 en Hiroshima”.
Hago un alto y medito: el comandante – no el coma…andante- tiene razón. Victoria que está con el trasero entre las manos me confirmó que las ráfagas de viento en la isla eran de 261 kilómetros por hora, que la electricidad estuvo suspendida 3 días, que se evacuaron en La Habana a más de un millón de personas, que las cosechas no existen más y que hasta el mismísimo pronosticador del tiempo, José Rubiera fue lapidario: “la isla está partida de este a oeste”.
Vuelvo a Fuster: “Ahora el ciclón se metió en los cayos de Florida, Bush declaró el alerta pero la Condoleezza más fría que una tumba dijo que “no está dispuesta” a levantar el embargo para facilitar la ayuda de familiares de las víctimas que viven a 90 millas de Cuba.
Trato de cambiar y observo de reojo la invitación que me llegó de la firma cubana Palmares y la empresa británica Havana Holding, para conocer el nuevo Floridita de Moscú. Rusia en estos momentos es el país más caro del planeta. Me digo: “que loco todo esto, mientras unos están tratando de salir de desastre otros están pendientes de los daiquiris”. Demente sería si me subiera a un avión, pero ¡atención! si uno forma parte de la comitiva internacional hay un vuelo directo desde La Habana. Ya me veo en el boulevard Viejo Arbet tratando de hacerme entender y mostrando La pipa de Hemingway.
Le respondo a Fuster que no se irrite con Mac Cain. A mí me gusta Obama, pero me parece que esta elección se define 48 horas antes. Le cuento lo de El Floridita y si el colorado no está borracho como Bush, seguramente se prenderá como sanguijuela.
Por ahora que siga con el Jack Daniels y sus huevos revueltos.

1 comment:

Anonymous said...

Tomas Hudson se hubiera anticipado a los huracanes observando simplemente las nubes. Y siempre pensaba que si un huracan arrasara su isla, el se quedaría en la casa y volaria con ella por los cielos, feliz. Que groso jajaaj