Wednesday, December 24, 2008


HEMINGWAY ES PAPÁ NOEL
Como siempre sucede a esta altura del año, la gente está preocupa por hacer un balance general de su vida y se angustia por todo lo incumplido. Es común que aquellos a los durante meses no se les vio el rostro, aparezcan con una sonrisa de oreja a oreja tratando de ser más amigos que nunca. Todos se molestan si uno les dice que despedir el almanaque es una estupidez. Es más: nadie medianamente serio se somete a la aventura de levantar copas y brindar por los días felices que vendrán. Pero también es cierto que uno no vive en una isla desierta y, ante determinadas costumbres, la aceptación es casi una obligación. Claro, con ciertos límites. Otra vez la insoportable de Tessie, pretendió encolumnar a la tropa y disponer sin consulta previa cenar en el medio del Río de la Plata en una embarcación alquilada a tal efecto. Locura total. Con la negativa en el bolsillo, acudió hasta René para convercerlo que lo mejor sería una mesa en el hotel Sofitel de la calle Arroyo. No tuvo suerte. Yo fui muy claro: “este año la paso con el rockero Antonio, Daniela, Tomi, René y Lucy en La pulga beoda . No hay otro programa: Jamón crudo con ensalada rusa. Peceto al horno con papas. Budín de pan mixto. Helado de crema y café a la turca.Precio del cubierto: 45 pesos.No incluye bebida. Copa de moscato de bienvenida. Si te gusta: mejor. Todo resuelto con el tiempo necesario para que nadie este confundido.
Dejo esto tan doméstico y me sumerjo en la pileta de las vanidades. Giuseppe Recchia me azucara con un comentario que agradezco profundamente sobre el libro La pipa de Hemingway, en su página http://www.hemingwayforcuba.net/
. Me gustaría que la visiten y se mezclen en el mundo de este amigo que está con Ernest Miller más loco que yo. Desde España me llega otra caricia, Rosa María Ballesteros García me da cuenta que en la revista de Ciencias Sociales Aposta, número 37, Abril-Mayo-Junio de 2008 de la Universidad de Málaga, publicó su artículo El efecto de Cronos. Brigadistas olvidadas por la historia, donde hace referencia a Martha Gillhorn e incorpora al texto el siguiente pasaje del posteo Hemingway: Cuba era una fiesta / Primera parte/Aire de una isla: “Martha era una joven de 28 años, autosuficiente, que tenía el doble inconveniente de ser atractiva y talentosa. Hemingway lo había advertido desde un principio y por eso, tal vez, le molestaba la independencia de su amante”. Esto no se termina, Jorge Gómez Jiménez, el padre la de revista virtual Letralia, se congratula con la llegada de La pipa de Hemingway al soporte papel y aprovecha para reconfirmar que el blog sigue siendo un espacio de enorme divulgación sobre la vida del norteamericano de la Generación Perdida. Para dejarme sin aliento, Alfredo Bryce Echenique me insiste en que debo hacer una segunda edición del libro y presentarlo en Cabo Blanco, donde Hemingway hizo de las suyas. No quiero olvidarme de Juan Villoro, con quien almorcé un suculento puchero mixto en El Globo y allí charlamos sobre el hombre de Chicago. Se llevó el libro, a los pocos días me envió un mail que me llena de satisfacción. Por último, acabo de reencontrarme con Carlos Páez Vilaró a quién admiro por su talento y trayectoria. Le regalé el libro y sin pensarlo me retribuyó el gesto con una carpeta de dibujos hermosísimos.
Después de esto las fiestas son una anécdota. Los mejores regalos ya los recibí.

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