LOS CUARENTA Y NUEVE PRIMEROS CUENTOS
Sergio Mescal está en Buenos Aires. Llegó de la mano de María Grazia,quien viene invitada a la presentación del ciclo "The Littéraire", en el Sofitel Hotel de Arroyo.Lo sé, porque nuestro común amigo, el poeta Esteban Moore, me lo hace saber via mail.
Desde aquel doloroso momento que pasamos en Río, con el suicidio de Lorenza, no volvímos a vernos.María Grazia está a su lado con una actitud solidaria que no sé si Sergio la valora.Mescal es una persona poco sociable,se autoexcluye,se atomiza,se encierra.Uno nunca termina de entenderlo.Puede que pase por aquí sin dejar una señal.Lo conozco,no siempre desea enfrentarse porque no soporta las despedidas. Tal vez deje un mensaje corto,patético,telegráfico: "¡Hola,me estoy alejando. Sergio!". Son llamadas de atención.De nada sirve apurarlo,sentirse ofendido;el tiene un tiempo poético.
En el mismo mensaje,Moore me cuenta que no volvió a escribir desde la tragedia.Dice que prefiere leer,que ya no tiene encanto el verso y esa angustia placentera que le cerraba el estómago y le golpeaba las sienes.
Llegan Manolo y Amparo de la calle.Se quejan del calor y la humedad.Me traen las boletas de impuestos y un sobre amarillo y verde.En letra de imprenta alguien escribió:"Al amigo".Despego la solapa."Puede que no te vea.Mi paso es corto.Viajo sin ganas,por voluntad de Maria Grazia.No estoy con deseo de hablar y recordar.Me pesa la ausencia.Todo tiene color a sombra,a tierra prieta.Leo.Necesariamente leo.Me doy cuenta que ya no puedo tomar el lápiz y volcar en el cuaderno la belleza del verbo. Leo.Acabo de terminar un volumen que recoge la edición que el propio Hemingway preparó en 1938 y que tituló The forty nine first stories.Son cuentos secos,contundentes,huidizos y resplandecientes, que abordan temas como el deseo,la violencia,la guerra,el honor y la humillación.El prólogo es de García Márquez y la traducción de Damiá Alou.Me hacen muy bien.Me dejan respirar.
Todo esta empezando.Todo puede ser el comienzo.Un abrazo.Sergio".
Son la cuatro de la tarde. Sergio no dejó dirección, teléfono, mensaje, señal.Dejo su vuelo. Su ala quebrada. Su recorrido de caminante perdido. Su lenta soledad.
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