MARIANELA
Manolo organizó la fabada. Arregló todo con los amigos de La Rosa Peregrina de Almagro y decidió que hoy, a las 13,30, nos sentáramos a la mesa asturiana.Para los que no conocen, una fabada es un guiso(potaje, dice Manolo)de lentejas (judías,agrega Amparo)con panceta(tocino, señala Manolo) y morcilla.Un plato fuerte, grueso en calorías, propicio para los días fríos. Manolo aconseja degustarlo sin estar pendiente del termómetro.La mesa será ocupada por Rosendo Castillo,recuperado de la operación de próstata.Aurelio García,ya más animado después de escuchar hablar a Fidel Castro con Hugo Chávez. Romeo Matarazzi, desvinculado de su comercio y dedicado de lleno al ajedrez.El Doctor Sierra,quien recientemente enviudó.Oreste(mosquito)Barrientos.Pedro, que se negó a ocuparse del servicio por ser su día franco. Amparo, asistiendo a Manolo en todo y Marianela Gutierrez,sobrina directa de Rosa Portillo,la esposa de Nicolás Guillén.
Marianela es una mujer distante. Advierto que no está a gusto con nosotros.Amparo le habla aunque también recibe la foto del rechazo.Aurelio García,quien insistió en sentarla a la mesa argumentando que la señora era "importante",me hace un ademán para que dialogue con ella.Lo miro sin responder."Marianela...él es el compañero que sabe un montón sobre Hemingway...",dice Aurelio.Marianela,escondida detrás de sus anteojos de marco oscuro, permanece indiferente."¡¡¡Marianela,éste tipo escribe,es periodista...es un gusto charlar con él!!!".Nada.Llega el potaje.Boris olfatea los pies de Matarazzi.El Doctor Silva pide un aplauso por Manolo y Amparo.Al volver la mirada hacia el lugar donde estaba sentada Marianela,veo la silla vacía.Cosme se acerca y me entrega una tarjeta telefónica usada.Leo un texto manuscrito:¡Hemingway fue un reverendo hijo de puta!.Un escritor de mierda y un pedante.¿Usted cree que podemos hablar de un sujeto que se inventó a sí mismo?.
Vuelvo la mirada al grupo.Se levantan las copas.Un dedo índice me golpetea el hombro.Es la mano de Aurelio García quien mueve su cabeza indicándome que observe el ventanal.En la vereda, detrás del cristal, escudriña Mariela.Adentro, en la mesa, nadie notó su ausencia.
No comments:
Post a Comment