EL HEMINGWAY DE CABO BLANCO

Hugo Patiño es ése peruano maldito que yo lo consideraba un amigo hasta que se bebió por completo el ron Gran Añejo Vigía que guardaba como reliquia.No puedo perdonarlo.Jamás volveré a tener una botella de ese licor.Pero él no se da por enterado de mi enojo y como si no hubiera pasado nada, me avisa que llega en una hora a mi casa.Le anticipo que tengo visitas y poco tiempo.Me dice:"Ya hablaremos".Advierto a Manolo que se quede y a Amparo que lo desconozca."¡Quédate tranquilo,se marchará en un suspiro!",pontifica Manolo.Suena el portero eléctrico.Es él.Baja del ascensor con otro que debe ser igual de maleducado.Lo presenta:Walter Carranza Ojeda."Estámos de paso.Nos esperan en Lima para una conferencia sobre la visita de Ernest Hemingway a Cabo Blanco.En abril se cumplen 51 años.Veníamos a invitarte.Walter es el coordinador del Fishing Club,el lugar donde se alojó Hemingway y el grupo de 20 personas que lo acompañaron"."¡Y éso dónde queda!",preguntó Amparo"."Es una caleta talareña de Piura",anuncia Hugo."Es sumamente interesante la reunión porque estarán Máximo Jacinto, Pablo Córdoba y Rufino Tume,los tres personajes que atendieron a Hemingway.Máximo Jacinto tiene 80 años.Pablo Córdoba,que ahora es dueño del restorán Cabo Blanco,por entonces era mozo y Rufino Tume,de casi 90 años,era el pescador más confiable de la época.Hemingway ocupó la habitacion número 4-continúa Walter-, del Fishing Club.Por la noches el gringo salía a la terraza a saborear el pisco sour y terminaba con whisky.Estuvo 34 días y en ninguno de ellos dejó de salir a pescar el merlín. Ahora después de 50 años, el club va a ser remodelado y por eso estámos invitando a mucha gente para la inauguración", terminó. Los tres quedámos pasmados. Reacciono.¿Y esto cómo es, cómo se paga...en fin, cúales son las condiciones?.Hugo me mira y responde:"Tengo una deuda contigo,ya sé que no volverá más el ron añejo,pero estoy dispuesto subsanar aquel inconveniente",dramatiza.¿Con otra botella?, digo. "Con tu amistad", responde.