Sunday, October 08, 2006

HEMINGWAY:CUBA ERA UNA FIESTA
Cuarta y última parte
La casa vacía
Finca La Vigía guarda cientos de recuerdos,innumerables historias e incontables acontecimientos ligados a Ernest Hemingway.En esa casa se paseó desnuda Ava Gardner.Allí se intentó asesinar a Fidel Castro después de la muerte de Hemingway.A esa mansión lo llamaron para comunicarle al novelista que le habían otorgado el Premio Nobel.
No hace falta decir que para Cuba este lugar es sagrado.Forma parte de su cultura y es un atractivo sin discusión para el turismo.Por muchos años,la voluntad de las autoridades del hoy Museo,hicieron posible que la mística del la poltrona del comedor se mantuviese ocupada y en silencio y que, esa figura del hombre con torso desnudo,barba canosa y bermudas gastadas,cruzara el parque buscando a los gatos.
En 1999,centenario del nacimiento de Hemingway,todo parecía una fiesta.Cuba era una fiesta.Se recordaba a "Papá" como si estuviera vivo.Tres años después,el 16 de marzo de 2002,el ex-presidente estodounidense James Carter,visitaba con su esposa Roselyn la mansión y se comprometía a que,en el corto plazo,expertos norteamericanos visitaran Finca La Vigía para colaborar con técnicos cubanos en la restauración del Museo.Seis meses más tarde,se firmaba un acuerdo entre el Social Science Reseach Council y el Congreso del Patrimonio Cultural de Cuba,para la recuperación,conservacion y digitalización de unos 11.000 libros,cartas,folletos,revistas y documentos que Hemingway acumuló en su paso por la isla.Aunque parezca mentira,la Fundación Rockefeller y la Fundación de Preservación Hemingway,también estamparon su firma y se pusieron de acuerdo para destinar el dinero que hiciera falta en el desarrollo del proyecto.Más aún,se confirmaba la restauración de la finca y del yate Pilar.Hasta allí,una primavera.Incluso la directora del Museo,Ada Rosa Alonso,convocó espontáneamente a expertos para que se iniciara la obra,mucho antes que la partida presupuestaria llegara.Pero como un huracán tropical,el presidente George W. Bush trabó los fondos recaudados por el National Trust of Historic Preservation,quién había escogido a la Finca La Vigía como primer centro de atención en el extranjero,escudándose la medida en el embargo económico impuesto a Cuba desde hace 45 años.Fue la vocera de la Oficina de Control de Archivos en el Exterior del Departamento del Tesoro, la que duramente afirmó:"No deseamos favorecer algo que ponga dinero en manos de Castro".
Después de su reeleción,el mandatario norteamericano sistemáticamente recorta envíos ya asignados sin ninguna consulta previa con el Congreso de la Nación.La medida,disgusta a muchos americanos,acostumbrados a que todo pase por el Congreso, pero éste es uno de los tantos ejemplos de cesarismo del presidente.
Desde el mes de febrero de 2005,a pesar del rechazo,los cubanos ponen empeño en continuar las obras de restauración bajo la supervisión del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y la Empresa de Restauración de la Ofina del Historiador de la ciudad de La Habana, a un costo estimado de 600.000 pesos(650.000)dólares.
La orden llega del mismo Castro aunque la cuestión parezca un bloque de cemento.Para los especialistas norteamericanos el embargo prohibe concretamente destinar dinero en apoyo de proyectos relacionados con viajes y turismo,que generarían divisas al gobierno cubano,pero en este caso,la interrupción es equivocada,la finca es mucho más que un atractivo turístico,es en verdad una porción de historia en el suelo caribeño.
En medio de éstos desajustes diplomáticos, se produce el 21 de julio de 2005,un hecho significativo:en el puesto fronterizo de McAllen(Texas)-¿casualidad?,agentes de la aduana norteamericana,secuestran una partida de libros destinados a la Biblioteca de la Universidad de La Habana.Formaban parte del material,títulos como Las memorias de Sir Winston Churchill,El Principito de Antoine De Saint-Exuéry,Cuán verde era mi valle de Richard Llewellym y ¡Oh!,sorpresa,Fiesta de Ernest Hemingway.Escrito en 1927,la obra narra las aventuras de un grupo de británicos y norteamericanos que vagan por Francia-la mayoría pertenece a "La Generación Perdida"-después de la primera Guerra Mundial.
Nunca se aclaró en motivo del opertivo.
Las autoridades cubanas, en ningún momento descartaron la responsabilidad que les cabe en el mantenimiento,conservación y preservación de la Finca La Vigía.La directora de la casa-museo cree que la inversión ofrecerá a los visitantes una remozada mirada.
Algunos lugares que no estaban disponibles,como el dormitorio de Mary Welsh,la cocina,la sala dedicada a la historia,la piscina y todos los arreglos del yate Pilar ya están en pleno proceso.
Los cubanos,como desafiando a la derrota y desconociendo la arbitrariedad del estilo presidencial,apostaron al recuerdo. Sin ánimo de revancha pero empeñados en la palabra,antes de fin de año,entregarán la primera parte de las 22.000 páginas del material archivado en Finca la Vigía, a la Biblioteca John Fitzgerald Kennedy del Congreso estodounidense. La cesión de copias digitalizadas incluyen cartas,documentos únicos y folletería inventariada por expertos norteamericanos y cubanos,cumpliendo así con el compromiso firmado,en noviembre de 2002,entre el Social Science Research Council y el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural.
Para confirmar aún más la vigencia del ilustre norteamericano,estudiosos de cinco países se reunieron entre el 23 y 25 de mayo de 2006, en el museo y en medio del reciclaje,para discutir la obra del escritor como corresponsal de guerra. Aquí no estaba el amigo alemán que "descubrió" a los 122 soldados asesinados por Hemingway.Los participantes del Reino Unido,Italia,Francia,Estados Unidos y Cuba tomaron nota de todo este juego de intereses y procedieron a firmar un documento donde quedara expuesto el malestar generalizado. Sin otro objeto que continuar con la memoria de Hemingway,los invitados celebraron el 65 aniversario de la primera edición de Por quién doblan las campanas en el marco de X Coloquio Internacional sobre Hemingway.
Hoy se maneja la posibilidad de que el grueso de las fundaciones apele la decisión del Departamento del Tesoro.La medida es una llamado de atención que seguramente Bush la tomará como anedótica.
Mientras tanto en Cuba,ya está girando la invitación para el XI Coloquio Internacional sobre Hemingway que tendrá lugar en la finca-¿remodelada?- del 21 al 24 de junio de 2007.
Nadie espera,por el momento,un cambio.Menos aún un milagro.Bush está más preocupado en ser Dios y que Castro se despida. Al presidente, con respecto al escritor, poco le interesa su historia y su recuerdo. Al fin y al cabo:nunca lo quiso.

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