Hemingway debería estar agradecido de por vida a Sherwood Anderson. Gracias a él, Ernest pisó París por primera vez. En octubre de 1921, el joven periodista es nombrado corresponsal del Toronto Daily Star. No tiene un franco en el bolsillo, pero su esposa Handley Richardson acaba de recibir una herencia de 8000 dólares y con eso suben al transatlántico francés "Leopoldina", en Nueva York, rumbo al viejo continente. En París se vincula con Lewis Galantiere, un amigo directo de Anderson, quien le encuenta a la pareja un departamento modesto y barato cerca de la plaza de la Contrascarpe.
Hemingway nunca le devolvió el favor a Anderson.Es más, tomó una actitud miserable.Su enojo fue al tener en sus manos el libro Risa Negra de Anderson, publicado por la editorial Boni y Liveright.La contratapa del mismo anunciaba las próximas apariciones y allí, con la foto de un desconocido, el texto rezaba:"El señor Hemingway es joven, fuerte y alegre, y además sabe escribir".Parece ser que Ernest recibió esto como una promoción barata y disgustado, en una semana -23 al 30 de julio de 1925-escribió Aguas Primaverales, una malograda obra que la empresa guardó en un cajón por ser de contenido intencionalmente satírico.Hemingway había dicho que la novela de Anderson era "espantosa" y que su nombre en la contratapa nada le ayudaba. Al escribir su novela y ser rechazada,Ernest se consideró desvinculado de la editorial y, sin más trámite, entregó los originales a Scribner's que negocio su publicación a cambio de asegurarse la exclusividad de Fiesta.
Sherwood Anderson jamás volvió sobre el tema. Unos años después, cuando un reportero le preguntó sobre el asunto, el escritor contestó:"Aquella malograda actitud de Hemingway se debió a su juventud e inexperiencia".
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