VIVIR AL LÍMITE
Un buen amigo me ha dicho que la vida de Hemingway, sin accidentes, hubiera sido un fracaso. Más de una vez lo pensé y reconozco que la realidad es concreta. Ernest no buscaba los problemas, pero siempre se metía en inconvenientes. A lo largo de su existencia sufrió nada menos que veintiocho accidentes, la mayoría como consecuencia del abuso de alcohol, incluyendo los incidentes automovilísticos como los de aviación. Los producidos por la pesca no son contabilizados salvo uno, el más insólito, protagonizado el 7 de abril de 1935, cuando al rematar con su escopeta un tiburón a bordo del barco "Pilar", la bala rebotó en el pez e hirió en ambas piernas al escritor. Los paramédicos que lo atendieron certificaron que estaba borracho y que fue una desgracia con suerte, porque el disparo pudo haberle destozado su vena femoral.
Hemingway tuvo serios daños físicos externos:Erisipela (dermatitis intensa con inflamación cutánea y placas rojizas dolorosas,vulgalmente conocida como "marcarón chino". En 1949, en Cortina d'Ampezzo, mientras esquiaba, le entró tierra en un ojo y esto le produjo una infección que sumado al exceso de alcohol le provocó un daño severo en la vista y una coloración rojiza de su piel.Hemingway al ver su rostro demasiado expuesto comenzó a dejarse la barba.
Otras dificultades fueron: edema en los tobillos, temblor en las manos, dificultad para caminar, ahogos, escamasiones y huellas de quemaduras.
No comments:
Post a Comment